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En São Paulo, start-up de refugiada siria crea oportunidades de negocios para otros refugiados

Historias

En São Paulo, start-up de refugiada siria crea oportunidades de negocios para otros refugiados

Proyecto 'Open Taste' ofrece un espacio donde los brasileños descubren diferentes culturas a través de la gastronomía.
30 May 2018
Joanna Ibrahim, creadora de la start-up 'Bab Sharki' y del proyecto 'Open Taste', sirviendo a los clientes del restaurante compartido.

SÃO PAULO, Brasil - Forzada a huir de la violencia en Siria, Joanna Ibrahim llegó a Brasil en 2015. “Cuando la guerra comenzó a ampliarse, no hubo más seguridad. Pasé por algunas situaciones muy peligrosas”, cuenta. “Allí, no se tiene como vivir, ni esperanzas se tiene”. Joanna eligió venir a Brasil por considerarlo un país receptivo, pensando en tener un futuro aquí. Y lo tuvo.

Con un padre barbero, un hermano chef y un tío gerente de un restaurante, el espíritu empresarial no eran algo ajeno para Joanna. Es así como, cuando llegó a São Paulo, tras vivir en otras ciudades brasileras, decidió emprender su propio negocio, la start-up ‘Bab Sharki’, una referencia a la Puerta del Sol, una de las siete puertas de la antigua ciudad de Damasco, en Siria.

“Entiendo que los refugiados tienen talento, ellos tienen muy buena experiencia, pero no siempre consiguen hacer todo solos”.

‘Bab Sharki’ se ha convertido en una plataforma de negocios compartida con otras personas refugiadas que viven en São Paulo para viabilizar la venta de productos y servicios, generar visibilidad para sus emprendimientos y crear oportunidades para una nueva vida con dignidad. “Entiendo que los refugiados tienen talento y mucha experiencia. Pero no siempre consiguen hacer todo solos”, dice Joanna. “Nosotros tenemos que darles una mano a ellos para que ellos puedan dar una mano a otros”.

La nueva iniciativa de ‘Bab Sharki’ es el proyecto ‘Open Taste’, donde las personas refugiadas pueden divulgar sus negocios, vender sus productos y al mismo tiempo compartir su cultura con los paulistas por medio de la gastronomía. Todas las semanas, un refugiado es invitado a preparar y vender comidas típicas de su país en un restaurante del barrio de Pinheiros, en São Paulo.

“Nosotros no sólo queremos mostrar la comida, sino también la cultura de las personas”, dice Joanna, que llevó la curiosidad del brasileño sobre historias de refugiados a un espacio que propicia este intercambio de culturas. “El cliente quiere saber de dónde viene la comida, de dónde vino la persona y cuál es su historia. Queremos ayudar a contar esa historia”, afirma Joanna, quien también ayuda a los demás refugiados sirviendo los platillos a los clientes del restaurante. Ella misma ya preparó comida siria y compartió sus delicias con el público brasilero.

‘Bab Sharki’, que es financiada por una aceleradora de start-up con foco en impacto social, alquila el espacio del restaurante cada semana y ayuda a los emprendedores refugiados con los costos de producción de las comidas. Considerando la situación de vulnerabilidad de muchos refugiados, Joanna cree que es muy importante que eviten riesgos financieros al momento de iniciar un negocio. “¿Y si compran el producto y les sobra? ¿Qué pasa?” Entonces ‘Bab Sharki’ se responsabiliza por los costos de la inversión inicial.

Evodie, refugiada del Congo, es una de las emprendedoras que participan en el ‘Open Taste’. “El proyecto es muy bueno porque está ayudando a refugiados y migrantes a abrir sus propios negocios. El público puede conocer nuestra comida y a muchas personas les gusta”, dice.

“Una cosa que a mí me encanta de Brasil, de São Paulo, donde yo vivo, es que a la gente le gusta descubrir la cultura de los demás”.

Viviendo en Brasil hace dos años, Evodie cuenta que cocinaba en el Congo cuando vivía en su país. “Mi madre me enseñó a cocinar, y yo cocinaba para toda mi familia. Ahora, si usted cocina mal, todo el mundo va hablar mal de usted”, dice ella en broma. La refugiada nunca pensó que se ganaría la vida cocinando, pero la curiosidad del público brasileño por otras culturas está haciendo posible esta oportunidad.

“Una cosa que me encanta de Brasil, de São Paulo, donde yo vivo, es que a la gente le gusta descubrir la cultura de los demás. Es por eso que el negocio de la comida está funcionando, porque a la gente le gusta probar comida de diversas culturas”.

Recién comienza y el ‘Open Taste’ ya tiene varios fans entre los paulistas. Para Dayara, una cliente habitual del restaurante, la iniciativa es “sensacional” porque da la oportunidad de conocer platos tradicionales de diversos países en un solo lugar. Joanna está muy feliz de saber que el proyecto cuenta con el apoyo del público. “La gente está adorando el concepto, están amando ayudar a la gente, hay muchas personas que llegan preguntando cómo pueden ayudar más”.

“Todo el mundo quiere tener un buen futuro, quiere soñar y organizar su vida de una manera digna, viable y buena”.

De acuerdo con Joanna, el emprendimiento de ‘Bab Sharki’ ha impactado a 105 personas en lo que va de 2018, entre refugiados y familiares, y asegura que la disposición es de crecer. “Todo el mundo quiere tener un buen futuro, quiere soñar y organizar su vida de una manera digna, viable y buena”, dice Joanna, quien entiende las dificultades que los refugiados pasan cuando llegan a un nuevo país, y también las esperanzas que traen consigo.

Con ‘Bab Sharki’ y el proyecto ‘Open Taste’, Joanna ayuda a otros emprendedores refugiados, al crear una oportunidad para que ellos reanuden sus vidas y, al mismo tiempo, contribuyan a la economía de Brasil. “Cuando las personas están trabajando, están pagando impuestos, están generando recursos. Y cuando compran insumos, ¿están comprando de quién? Del brasileño. Entonces están generando una economía, están contribuyendo al desarrollo de la economía del propio Brasil, no sólo de ellos mismos”.

Gracias a la Voluntaria en Línea Mayra Malavé Malavé por el apoyo ofrecido con la traducción del portugués de este texto.