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ACNUR abre más campos para refugiados sursudaneses en el este de África

Notas de prensa

ACNUR abre más campos para refugiados sursudaneses en el este de África

17 Enero 2014 Disponible también en:

A medida que huyen más sursudaneses hacia países vecinos, los equipos de ACNUR trabajan para levantar nuevos campos y ampliar los ya existentes en Uganda, Etiopía y Kenia.

Desde mediados de diciembre, cuando estalló el conflicto en Sudán del Sur, más de 86.000 personas han huido a países vecinos. Una media de 1.000 refugiados están llegando cada día y ACNUR prevé que las cifras superen los 100.000 para finales de enero.

Dentro de Sudán del Sur la población se está trasladando a las zonas fronterizas, desde donde pueden cruzar a los países vecinos si la situación empeora. Más al sur, en Juba, justo al otro lado de la frontera con Uganda, en Nimule hay ahora mismo miles de personas. También se ha informado de que hay sursudaneses en zonas fronterizas con Sudán y las regiones vecinas de Darfur Este y Kordofán Sur y Oeste.

Según datos del gobierno, hay 46.579 refugiados sursudaneses en Uganda. Etiopía ha recibido hasta ahora a 20.624 y Kenia a unos 8.900. Se estima que además unas 10.000 personas han cruzado a Sudán, a los estados de Kordofán del Sur y del Oeste, en los que se está viviendo un conflicto armado también. El gobierno de Sudán ha registrado a 1.371 de estas personas como refugiadas mientras que el resto son en su mayoría nómadas.

En Uganda el centro de tránsito de Dzaipi, en el distrito de Adjumani, al norte del país, continúa todavía tremendamente saturado y los refugiados se enfrentan a problemas de higiene, alimentación y escasez de agua. Aunque hasta ahora unas 10.000 personas han sido trasladadas al cercano asentamiento de Nyumanzi, el centro de tránsito de Dzaipi, diseñado para 400 personas, aún acoge a más de 20.000 refugiados.

ACNUR está acelerando los traslados de unas 500 familias al día para descongestionar el centro de tránsito de Dzaipi mientras siguen llegando más refugiados. Entre tanto, ACNUR está rehabilitando antiguos asentamientos en Nyumanzi y Baratuku, donde hay que reformar una escuela primaria y un centro de salud.

El agua es el reto más urgente, ya que algunos de los refugiados trasladados recientemente dicen que han tenido que esperar hasta 4 días para conseguir agua y que otros están haciendo cola incluso por la noche para llenar sus bidones. El cobijo y la salud también son un problema y mucha gente está durmiendo a la intemperie.

La mayoría de los sursudaneses recién llegados tienen menos de 18 años y muchos ya están solicitando oportunidades para recibir educación secundaria y superior. ACNUR está ofreciendo a los niños que no tienen familiares cercanos refugios separados, al tiempo que identifica a familias de acogida para ellos dentro de la comunidad, pero hace falta más apoyo.

ACNUR está pidiendo urgentemente a otras organizaciones humanitarias que colaboren en la construcción de estos campos. Mientras, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha establecido un segundo centro de tránsito en la misma zona, con capacidad para 4.000 personas, donde se están alojando los refugiados que están llegando ahora.

Todos los refugiados reubicados en los asentamientos alrededor de Adjumani están recibiendo ayuda humanitaria básica como mantas, esteras, cacerolas, bidones y material para construir refugios. También reciben pequeñas parcelas de tierra donde levantar sus refugios.

En Etiopía y Kenia, donde también se está construyendo de un nuevo campo, los refugiados hacen frente a retos similares en términos de agua potable, salud, saneamiento, refugio y educación. En Kenia concretamente ACNUR está identificando a muchos menores separados de sus padres.

Construyendo nuevos campos y ampliando los ya existentes en ambos países, ACNUR podrá atender mejor las necesidades de la creciente población de refugiados. La Agencia necesita actualmente un total de 88 millones de dólares para responder a la crisis humanitaria en Sudán del Sur y en la región.