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La tensión en RDC se reaviva y amenaza a los civiles desplazados

Notas de prensa

La tensión en RDC se reaviva y amenaza a los civiles desplazados

6 Marzo 2018 Disponible también en:
Una mujer y un bebé que huyeron de la violencia de las milicias en la provincia de Kasai, en la República Democrática del Congo, llegan al asentamiento de Lóvua en Congo, norte de Angola, en agosto del año pasado.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está profundamente preocupada por la situación en la región de Kasai (República Democrática del Congo), donde la persistente inestabilidad plantea graves riesgos para la seguridad de los civiles, incluidos cientos de refugiados retornados recientemente desde Angola.

Las fuerzas gubernamentales congoleñas han recuperado el control de grandes áreas en Kasai, pero a pesar de ello se siguen dando enfrentamientos puntuales entre las fuerzas armadas y las milicias. Mientras tanto, las altas tensiones entre los diferentes grupos étnicos amenazan con sumergir a la región en una nueva oleada de violencia.

En Tshikapa, ciudad situada a unos 60 kilómetros de la frontera con Angola, personal de ACNUR ha informado de que bastantes desplazados internos han sido incapaces de regresar a sus comunidadespor la violencia interétnica, al igual que le ha sucedido a quienes han regresado dese Angola.

En febrero, las tensiones forzaron a más de 11.000 personas a desplazarse de manera forzosa más hacia el norte de la región, a territorio Mweka. A ello hay que añadir los aproximadamente 900.000 congoleños desplazados desde que la crisis en Kasai comenzara en 2016.

El conflicto también ha forzado a más de 35.000 congoleños a buscar refugio en Angola. Algunos han vuelto a RDC de manera espontánea, desde septiembre de solo para encontrar que regresar a sus antiguos hogares es imposible. Muchos viven ahora en iglesias y mezquitas, mientras que otros se han visto obligados a trasladarse a diferentes provincias.

El apoyo para que los retornados reconstruyan sus hogares es a menudo inexistente, debido a que los fondos de respuesta humanitaria no permiten en este momento desarrollar un programa de reconstrucción sustancial. ACNUR ha solicitado 368,7 millones de dólares – 298,96 millones de euros – para ayudar a los afectados por la emergencia en RDC en 2018. Hasta el momento, sólo se ha obtenido un 1% de esta cifra.

Muchos de los refugiados congoleños en Angola afirman que no quieren regresar a sus lugares de origen en este momento debido a lo delicado de la situación. ACNUR también sostiene que ahora no es posible garantizar un retorno seguro, digno y sostenible, por la ausencia de paz y seguridad.

Por ello, ACNUR experimentó también una importante preocupación al conocer que 530 congoleños habían sido forzados a retornar desde Angola hasta RDC entre el 25 y el 27 de febrero. De ellos, 52 eran refugiados registrados que residían en la localidad de Dundo, cerca de la frontera con RDC, y unos 480 eran refugiados sin registrar acogidos en el centro de recepción de Cacanda, en la misma localidad. Las devoluciones tuvieron lugar a pesar de las peticiones de ACNUR a las autoridades angoleñas para llevar a cabo una inspección en conjunto del grupo sin registrar.

ACNUR urge a las autoridades angoleñas a abstenerse de realizar más devoluciones forzadas de congoleños a su país. En caso de que cambiara la situación, ACNUR está listo para asistir a las autoridades en RDC y Angola en conversaciones en materia de repatriación voluntaria.

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