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ACNUR traslada a refugiados malienses a zonas más seguras de Burkina Faso

Historias

ACNUR traslada a refugiados malienses a zonas más seguras de Burkina Faso

El campamento de Goudebou es más seguro y es más fácil proporcionar protección, alojamiento, asistencia y acceso a servicios básicos que en los campamentos cerca de la frontera.
21 Diciembre 2012 Disponible también en:
Refugiados de Mali con sus pertenencias después de arribar al campamento de Goudebou, en Burkina Faso.

GOUDEBOU, Burkina Faso, 21 de diciembre (ACNUR) – Madre de dos, Mariam ha viajado mucho en la región de Sahel, aunque no voluntariamente. Durante las dos últimas décadas, la inseguridad y el conflicto han forzado esta mujer de 49 años a salir de su país, Mali, para buscar protección en Algeria en 1994, Mauritania en el 2006 y Burkina Faso el febrero pasado.

Recientemente se trasladó una vez más, pero esta vez estaba feliz después de haber vivido los meses más traumáticos de su vida, que empezaron en enero con el asesinato de su esposo por parte de tropas gubernamentales en la región de Gao, en el norte del país e incluyeron nueve meses de dificultades e inseguridad en el campamento de refugiados de Fererio, ubicado en una zona árida a 25 kilómetros de Mali.

Mariam, sus dos hijas y su padre no vidente fueron entre los primeros en ser trasladados por el ACNUR al campamento de Goudebou, a 150 kilómetros de la frontera, en el marco de un programa para reubicar a las personas desde los campamentos de Fererio y Gandafbou, que albergaban a 7.675 y 2.974 refugiados respectivamente, cuando empezó el conflicto a fines de octubre. La seguridad es una preocupación en ambos sitios, mientras que en Gandafabou hay también problemas de provisión de agua.

El ACNUR y otras agencias humanitarias en Fererio han proporcionado alojamiento, asistencia de emergencia y servicios básicos a miles de refugiados malienses desde que empezaron los combates entre las fuerzas gubernamentales y el movimiento rebelde tuareg, en enero, provocando el desplazamiento de la población.

Pero los refugiados en el campamento de Fererio no se han sentido seguros allá debido a su proximidad con la frontera, en un momento en que el norte de Mali ha caído bajo el estricto control de militantes islámicos, causando la huida de aún más personas. "Tengo mucho miedo de las noticias que vienen del norte de Mali" dice Mariam, refiriéndose a los informes sobre abusos a los derechos humanos y la imposición de leyes islámicas estrictas. "En Fererio, yo sabía que no estaban tan lejos. Entonces, me dio miedo por lo que podría pasarme a mí y a mis dos hijas (si los combates se extendían más allá de la frontera).

Angele Djohossou, el representante adjunto del ACNUR en Mali, agrega que la cercanía a la frontera "expone a los refugiados al riesgo del reclutamiento forzoso, especialmente los jóvenes que no trabajan".

En Goudebou, el nivel de seguridad es mucho mayor y es más fácil brindar protección, alojamiento, asistencia y acceso a los servicios básicos que en el campamento aislado cerca de la frontera. El nuevo campamento está ubicado en las afueras de Dori, la capital de la región de Sahel de Burkina Faso.

El ACNUR se encuentra trabajando con experimentados socios internacionales para proveer diferentes tipos de facilidades, asistencia y oportunidades, incluyendo protección, alojamiento, ganadería y servicios veterinarios para aquellos que trajeron su ganado, actividades para la generación de ingresos y acceso a servicios de salud y educación.

A la fecha, más de 2.680 refugiados han sido reubicados desde Fererio y Gandafabou a Goudebou, incluyendo 445 personas especialmente vulnerables que fueron trasladadas por separado. La mayoría de los refugiados son nómades y muchos han traído su ganado. El ACNUR ha transportado más de 1.700 animales, particularmente cabras y reses. Marian tuvo que dejar sus ovejas y cabras atrás por la urgencia de irse.

Ella fue entre las primeras personas en ofrecerse para ir a Goudebou y, dada la dificultad y vulnerabilidad de su situación, el ACNUR la trasladó con sus familiares en ambulancias especiales de doble tracción, junto a personas mayores, personas con discapacidades, mujeres embarazadas y personas enfermas. Los otros fueron reubicados en camiones de ACNUR.

En Goudebou, el Consejo Noruego para los Refugiados les entrega a los recién llegados materiales para construir sus alojamientos. De la misma manera, los trabajadores de construcción de la zona ayudan a las personas más vulnerables. Son también informados sobre las actividades y los servicios disponibles en el campamento, entregados por ACNUR y sus socios.

Por la primera vez en meses, Marian dice que está disfrutando de una " . . . vida que se asemeja a la normalidad", en la que su padre recibe atención médica de Médicos del Mundo y sus hijos asisten a colegios dirigidos por el Plan Burkina. En enero, cuando escuchó que su esposo fue confundido por un rebelde y asesinado, se sintió como si su vida se había despedazado. "Afortunadamente tenía a mis hijos, que me dieron coraje y esperanza", dijo.

Hoy en Goudebou, está disfrutando de todas las oportunidades, aunque su futuro permanezca incierto. Está participando en actividades organizadas por Oxfam (España), como ayudando a promover buenas prácticas higiénicas. Y a pesar de los malos recuerdos, ella tiene un objetivo: "Lo que más deseo para hoy día es que la paz vuelva a Mali, para un día volver y liderar la vida que tanto extraño", dijo, agregando "Una vida que no se si algún día volveré a tener".

Por Hugo Reichenberger en Goudebou, Burkina Faso

Gracias a la voluntaria de UNV Online Dense Lama Feliu por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.