Cerrar sites icon close
Search form

Buscar el sitio de un país

Perfil de país

Sitio de país

"Segunda familia" alemana ayuda a hermanos sirios a alejar la la nostalgia por su hogar

Historias

"Segunda familia" alemana ayuda a hermanos sirios a alejar la la nostalgia por su hogar

Después de dos años en Europa, Bilal Aljaber solo quería regresar a casa, hasta que una pareja de Berlín le ofreció una habitación en su casa, y entonces también trajo a su hermano Amr.
1 Septiembre 2016 Disponible también en:
Edgar, Amelie y sus hijos han vivido con Bilal desde septiembre de 2015 en Berlin.

BERLÍN, Alemania, 1 de septiembre de 2016 (ACNUR) – A Bilal Aljaber le tomó casi dos años llegar a Europa. Sin embargo, cuando el refugiado de siria de 27 años finalmente llegó a Alemania en enero de 2015, tenía serias dudas.

"Tenía este fuerte sentimiento de arrepentimiento y quería volver a casa, pero no podía. Extrañaba muchísimo a mi familia", dijo.

Afortunadamente, él encontró una segunda familia en Alemania, los berlineses Edgar y Amelie Rai y sus hijos.

Originario de Damasco, Bilal, sus padres y sus dos hermanos huyeron a Jordania en julio de 2013, cuando él estaba a un semestre de calificar para un grado en literatura inglesa en la Universidad de Damasco. La mayoría de sus amigos estaban siendo arrestados, y hacer mandados diarios se había vuelto muy peligroso. Después lo llamaron para servicio militar.

"No había forma de que yo matara a mi propio pueblo", dijo.

Después de año y medio en Jordania, donde no podía ni estudiar no trabajar, se fue a Europa, a pesar de la gran oposición de sus padres.

Al principio, él se quedó siete meses en un centro de alojamiento para solicitantes de asilo en Berlín, donde ayudaba con traducciones en inglés y árabe. Cuando les preguntó a colegas de los que se había hecho amigo si él podría mudarse solo, el director le presentó a Edgar y Amelie.

"Son como mi segunda familia", dijo Bilal. "Siempre que pueden ayudarme, lo hace con todo el corazón. Tenemos una amistad muy cercana, y esto es una de las cosas más hermosas que me haya pasado. Siento que tengo a alguien aquí, alguien que me apoya, que me ayuda. Que no estoy del todo solo".

"Siento que tengo a alguien aquí, alguien que me apoya, que me ayuda. Que no estoy del todo solo"

Edgar, quien es escritor y dueño de una librería, describió bromeando cómo fue su primera reunión como "amor a primera vista". Los tres hablaron al café, y Edgar le ofreció a Bilal la habitación de su hija mayor, que recién se había mudado.

"No hay forma de pretender que esto no es problema de todos", dijo Edgar. "Tienes que hacer algo de alguna manera".

Bilal dijo que la habitación parecía "un castillo" después de compartir una habitación con otros cinco hombres en el centro de alojamiento. Él se mudó con la familia Rai en septiembre de 2015.

Edgar y Amelie tienen dos hijos en casa: Moritz de 12 años, y Nelly de 10. Bilal juega con ellos y a veces los cuida cuando los padres vuelven tarde o salen por la noche. Edgar ayuda a Bilal con traducciones y a lidiar con oficiales de migración.

Un par de meses después de que Bilal se mudara, su hermano menor, Amr de 17 años, vino a Alemania sin el conocimiento de Bilal. La familia Rai no dudó en hacer campo para él también. En un inicio, Amr se quedó en la habitación con Bilal, pero Moritz de 12 años, le ofreció su habitación y se mudó con su hermana menor.

Amelie dijo que los hermanos sirios son tan bien comportados, que ha sido fácil vivir juntos.

"Los llamo los nazis de la cocina", dice Amelie. "Soy un poco controladora, pero cuando ellos cocinan, la cocina queda impecable. Nunca tuvimos que establecer reglas, somos muy afortunados".

Amr recibió una beca completa de dos años en Robert Bosch United World College, a varias horas de Freiburgo, y se está preparando para mudarse de la casa poco antes de que inicie. La familia realizó una celebración para él, y Edgar le regaló una moneda de oro, que se la entregó su tío que sirvió en el ejército.

"A donde sea que vayas, puede haber un nuevo inicio", Edgar le dijo a Amr mientras le entregó la moneda. Amr quiere ser arquitecto. "Quiero estudiar arquitectura para poder reconstruir mi país algún día", dijo.

Bilal también está entusiasmado por continuar con sus estudios. Ahora que su alemán ha mejorado, trabaja medio tiempo en el centro que lo recibió en un inicio, haciendo traducciones entre alemán, inglés y árabe.

Cada vez que piensa mudarse de la casa, la familia le asegura que es bienvenido a quedarse el tiempo que quiera.

"Tenemos un contrato, pero no tiene fecha de caducidad", dijo Bilal.

Esta historia es parte de una serie llamada Un lugar sin extraños, que presenta a refugiados y sus anfitriones en Europa. Un año después de la muerte por ahogamiento de Alan Kurdi, refugiado sirio de tres años, miles de personas se han unido para acercar las diferencias culturales y barreras de lenguaje, y mostrar compasión, esperanza y humanidad, aun cuando algunos gobiernos europeos continúan construyendo obstáculos. Su generosidad es un ejemplo para el mundo.