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El retorno de los refugiados Rohingya depende de la seguridad y la confianza, afirma Volker Türk

Historias

El retorno de los refugiados Rohingya depende de la seguridad y la confianza, afirma Volker Türk

El Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR aseguró a los refugiados Rohingya en Bangladesh que cualquier retorno debe ser voluntario, seguro y digno.
7 Noviembre 2017 Disponible también en:
Volker Türk, Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR, visitó el campamento de Refugiados Kutupalong, en Bangladesh.

DHAKA, Bangladesh – El Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR, Volker Türk, concluyó hoy su visita a Bangladesh con un llamado a mitigar el impacto de las personas refugiadas en las comunidades de acogida, así como a respetar el derecho de los Rohingya a regresar al lugar que llaman su hogar.

Durante su visita de cinco días, Türk conoció a cerca de 600.000 refugiados que huyeron de la violencia en el Estado de Rakhine desde finales de agosto. Él vio de primera mano la relación entre la apatridia y el desplazamiento forzado.

"La situación actual es el resultado de una serie de actos de discriminación que datan desde hace muchos años, como la falta de documentación, de libertad de movimiento, de acceso a medios de vida", dijo Volker Türk. "Los refugiados me dijeron que sienten como si no perteneciera".

"Cruzamos 11 colinas y pasamos 12 días escondiéndonos."

En una extensión del campamento Kutupalong en el distrito de Cox's Bazar, él conoció a Abdul Salam, un hombre de casi 100 años de edad que huyó de Buthidaung con su esposa y sus dos hijas en septiembre.

"En total, he huido a Bangladesh en cuatro ocasiones", dijo Abdul Salam. "En 1942 cuando vinieron los japoneses, después en 1978. No puedo recordar la tercera vez (alrededor de 1991). Pero esta vez fue más difícil. Tuvimos que cruzar 11 colinas y pasamos 12 días escondiéndonos en el bosque. No podía caminar ni ver, por eso tuvieron que cargarme".

Su esposa Mostaba Khatun, de 60 años, ha sido refugiada 3 veces: "En 1978, las personas nos decías: 'Muestra tus documentos, no perteneces aquí'. Así que nos obligaron a salir".

Husson Ali, de 38 años, describió cómo su aldea en Rathedaung fue demolida a mediados de septiembre. "Murieron muchas personas cuando quedaron atrapadas en sus casas que se quemaban. Quienes pudieron correr, huyeron hacia el bosque. No quedó nadie en nuestra aldea".

Ahora está albergado en una tienda del ACNUR en la Extensión Kutupalong y no tiene idea de lo que le traerá el futuro. Por ahora su prioridad es alimentar a su esposa embarazada y a sus cuatro jóvenes hijos con las raciones de alimentos que reciben.

Volker Türk, Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR, visitó el campamento de Refugiados Kutupalong, en Bangladesh.

ACNUR está trabajando con el Gobierno de Bangladesh y sus socios para dar asistencia básica y protección a los refugiados. Esto incluye alimento, agua potable, albergue y atención médica, así como consejería para las personas que sufren de traumas y la reunificación de familias separadas.

Igualmente, la Agencia es consciente del impacto que ha tenido este flujo en las comunidades de acogida, que también viven en condición de pobreza.

"Es crucial involucrar tanto a los refugiados como a las comunidades de acogida de forma que se satisfagan las necesidades de todos", explicó Türk. "Podemos tomar esta crisis y convertirla en una oportunidad de movilizar a los actores de desarrollo y al sector privado para que el área se desarrolle, como lo hicimos en la década de 1990 cuando invertimos en la construcción de caminos, puentes, escuelas y centros de salud, de los cuales se beneficiaron todos".

Desde 1992, ACNUR ha invertido millones de dólares en la construcción o mejora de estos proyectos comunitarios. Más recientemente, la Agencia contribuyó con 2 millones de dólares que se destinaron a la construcción de una ruta de acceso para la Extensión de Kutupalong, y donó equipo médico a varios hospitales para ayudarles a sobrellevar el aumento de pacientes. También está apoyando las necesidades de personal para extender las horas de consulta hasta las 8 pm en el hospital principal de Cox's Bazar.

"Se debe garantizar la seguridad y la protección."

Al preguntársele sobre sus planes, el recién llegado, Husson Ali, dijo con naturalidad: "Si las cosas mejoran y somos aceptados como Rohingya en Myanmar, podemos regresar y quedarnos con las otras comunidades".

Türk concordó: "Para que se den los retornos, es claro que se debe garantizar la seguridad y la protección. Debe haber un compromiso serio de implementar inmediatamente las recomendaciones del reporte hecho por la Comisión Consultiva del Estado de Rakhine, el cual fue publicado y validado por la Consejera de Estado. Realmente necesitamos ver acciones urgentes que construyan la confianza de las diferentes comunidades. Ellos deben encontrar una forma de vivir juntos de nuevo, como ya lo han hecho en el pasado".

Türk recurrió a Abdul Salam, como un adulto mayor de la comunidad, para solicitarle ayuda para unir a las comunidades en el futuro. El hombre asintió, "Sí, tenemos que hacer las paces".

El Alto Comisionado Auxiliar concluyó su visita a Bangladesh reuniéndose con socios de las Naciones Unidas y ONG, así como con funcionarios de la Oficina del Primer Ministro y los ministerios pertinentes.

Por Vivian Tan