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Brasil: La mayoría de los venezolanos en Roraima es joven, tiene buena educación y está trabajando

Historias

Brasil: La mayoría de los venezolanos en Roraima es joven, tiene buena educación y está trabajando

Un estudio realizado por el Consejo Nacional de Inmigración de Brasil indica el perfil sociodemográfico y laboral de los venezolanos en Roraima.
15 Septiembre 2017
La mayoría de los venezolanos que vive en Roraima es joven y tiene buena formación escolar. La mayoría ya trabaja, y muchos envían recursos a sus familiares en Venezuela.

BRASILIA, Brasil, 15 de septiembre de 2017 (ACNUR) – La mayoría de los venezolanos no indígenas que vive en Roraima es joven, tiene buena escolaridad, tiene actividad remunerada y paga un alquiler. Entre los que trabajan, el 51% gana menos que el salario mínimo y el 28% tiene empleo formal. Muchos envían ayuda económica a los familiares que están en Venezuela, e indican que la situación económica y política en su país fue el principal motivo para desplazarse. Sin embargo, los venezolanos indígenas que viven en Roraima indican el hambre como el motivo principal de su desplazamiento, y en ese grupo son las mujeres las principales proveedoras.

Estos son algunos de los resultados revelados en una reciente investigación sobre el perfil sociodemográfico y laboral de los venezolanos que viven en Roraima, promovida por el Consejo Nacional de Inmigración (CNIg), vinculado al Ministerio de Trabajo de Brasil. La investigación fue realizada por la Cátedra Sérgio Vieira de Mello en la Universidad Federal de Roraima (UFRR), a través del Observatorio de las Migraciones Internacionales (OBMigra) y con el apoyo del ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados).

"Este es un trabajo muy importante para conocer los principales datos de esta población y financiar las políticas migratorias de acuerdo con las necesidades de la inmigración venezolana en Brasil", comentó el ministro de Trabajo, Ronaldo Nogueira. "La investigación nos da una mayor claridad sobre este proceso de desplazamiento forzado, con informaciones valiosas sobre las estrategias de llegada y permanencia de los venezolanos en Brasil", comentó el oficial de la Unidad de Medios de Vida del ACNUR, Paulo Sérgio de Almeida.

La metodología de la investigación fue preparada por el OBMigra. En la primera parte del estudio, se hicieron 650 entrevistas entre no indígenas, con 18 años o más, en 33 barrios del municipio de Boa Vista. En la otra parte, se realizó un estudio etnográfico, en las ciudades de Boa Vista y Pacaraima, con familias y líderes de los Warao – etnia indígena oriunda, principalmente, de la región del delta del Orinoco, en Venezuela.

La encuesta muestra que el 72% de los venezolanos no indígenas son jóvenes entre los 20 y 39 años, la mayoría del sexo masculino (63%) y solteros (54%). Prácticamente uno de cada tres (32%) tiene un curso superior completo o postgrado, mientras que tres de cada cuatro (78%) llegan con el nivel medio completo. Entre los no indígenas, el 82% ya presentó solicitud de asilo. En ese caso, cerca de 1/3 de ellos tiene el carné de solicitante, el 23% tiene carné de trabajo, el 29% tiene CPF (Registro de Persona Física) y el 4% no tiene ningún documento.

Para el presidente del CNIg, Hugo Gallo, "los venezolanos no indígenas tienen un fuerte potencial de inserción en la sociedad y en el mercado de trabajo brasileño debido a las características etarias y educativas". La investigación reveló que la mayoría de estos venezolanos ya trabaja en alguna actividad remunerada (60%), con un 28% empleado formalmente. Los principales sectores de actividad son el comercio (37%), servicios de alimentación (21%) y construcción civil (13%). Más de la mitad de los entrevistados (54,2%) envía dinero (entre R$ 100 y R$ 500) para el cónyuge e hijos en Venezuela, ayudando en el sustento de esos familiares.

El principal motivo para dejar Venezuela fue la crisis económica (77%) y la mayoría de los entrevistados (67%) entró en Brasil en 2017. Vienen de 24 regiones venezolanas, pero principalmente de los estados de Bolívar (26%) y Monagas (16%) y de Caracas (15%). Más de la mitad de ellos (58%) tuvo apoyo de redes migratorias, como amigos y familiares que ya residen en Brasil. La investigación revela que, en general, los venezolanos no indígenas en Roraima tienen poco conocimiento del portugués y muchos no estudian el idioma.

Para el Oficial de Medios de Vida del ACNUR, Paulo Sérgio de Almeida, migrantes y refugiados contribuyen a las comunidades de acogida, aportando nuevas ideas, espíritu empresarial, diversidad cultural y desafíos que representan oportunidades para los brasileños.

Poco más de la mitad de los venezolanos no indígenas ya accede a los servicios públicos en Roraima, principalmente en el área de la salud (39%), pero casi la mitad del total (48,4%) aún no ha utilizado ningún servicio público.

A pesar de tratarse de un mismo flujo migratorio, el estudio revela que las políticas públicas para indígenas y no indígenas deben ser distintas, considerando sus diferencias culturales, de necesidades y de perspectivas. "Hay una mayor necesidad de mejorar las políticas migratorias para este segmento de la población, con la ampliación y mejora en la calidad de la atención en las áreas de salud, educación y asistencia social, pasando por la debida capacitación de los actores públicos locales. Además, es necesario fortalecer las actividades de la sociedad civil ya en marcha", dice el presidente del CNIg, Hugo Gallo.

Waraos – La investigación hizo una discusión cualitativa con los venezolanos indígenas de la etnia warao, revelando que su presencia en Roraima empezó en el 2014. La opción de Brasil se intensificó a partir de 2016. En Boa Vista, los waraos son acogidos en el Centro de Referencia al Inmigrante (CRI). Creado en noviembre de 2016, el CRI alberga actualmente a cerca de 500 waraos. La investigación registra la circulación y residencia de los waraos en Pacaraima, Boa Vista, Manaus y más recientemente en Belém.

En el caso indígena, la investigación cualitativa reveló que los principales motivos para desplazarse son el hambre y la ausencia de servicios públicos relacionados con la educación y la salud. La mayoría declaró haber dejado parte de la familia en Venezuela, cuidando los bienes materiales, para migrar acompañados de otros familiares, con el fin de enviar recursos. Dijeron que quieren traer a sus familiares a Brasil.

Los waraos tienen acceso a los servicios de educación y salud, cuando llegan al CRI. Los casos más graves relacionados con la salud son encaminados al hospital infantil, Hospital General de Roraima o a la Casa do Indio. Por otro lado, en Pacaraima y Boa Vista, los waraos que viven en la calle todavía no tienen asistencia – lo mismo ocurre con los panares en Boa Vista.

La mayoría de los indígenas del sexo masculino no ejerce actividades económicas en Boa Vista. Sin embargo, las mujeres continúan realizando el trabajo que hacían antes de migrar, como pedir donaciones en vías públicas, producir artesanías y coser. En Pacaraima, los hombres waraos consiguen trabajo en la descarga de camiones o en haciendas y asentamientos en la región – en este caso, acompañados por las mujeres.

Perspectivas futuras – Entre los no indígenas, sólo el 25% afirmó que desea volver a Venezuela. La mayoría, por otro lado, dijo que no quiere regresar (47%) o no sabe (27%). Entre los que quieren volver, la mayoría estima un plazo superior a 2 años (47%), pero sólo si hay una mejora en las condiciones económicas (61%) del país vecino.

Según la encuesta, la mayoría de los venezolanos no indígenas aceptaría mudarse a otro estado brasileño, si tuviera apoyo por parte del Gobierno federal (77%). Pero desplazarse dentro de Brasil dependerá de la oferta de trabajo (80%) y de la ayuda económica (11,2%) o de ayuda con la vivienda (5,2%). La proximidad con la frontera (38%) y el sentimiento de integración en Boa Vista (37%) son los principales motivos por qué estos venezolanos permanecen en Roraima.

Los waraos piensan regresar a Venezuela cuando la crisis disminuya, pero también hay quienes quieran traer a sus familiares a Brasil. En general, desean quedarse en Roraima, preferentemente en la ciudad y con condiciones económicas que les permitan ser autosuficientes.

Para el oficial de la Unidad de Medios de Vida del ACNUR, Paulo Sérgio de Almeida, "migrantes y refugiados hacen una enorme contribución a las comunidades de acogida, con nuevas ideas, espíritu empresarial y diversidad cultural". Para él, responder a las necesidades de esta población representa una oportunidad también para los brasileños.

Almeida recordó que el Gobierno brasileño está instituyendo vías migratorias alternativas para los venezolanos, y que el ACNUR sigue prestando apoyo técnico a las autoridades federales, estatales y municipales, además de integrar la respuesta gubernamental con la donación de bienes no alimentarios esenciales para los que están en los albergues y obras de infraestructura para mejorar la acogida, el registro y la documentación de esta población.

Gracias a la Voluntaria en Línea Maria da Luz Gomes de Araújo por el apoyo ofrecido con la traducción del portugués de este texto