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Un programa de vivienda mejora las condiciones de desplazados vulnerables en Croacia

Historias

Un programa de vivienda mejora las condiciones de desplazados vulnerables en Croacia

Milan, 69, and his 59-year-old wife Nedjeljka hope to benefit from an EU-backed housing programme for the Balkans. But they worry that it may come too late.
25 Noviembre 2013 Disponible también en:
Milan y Nedjeljka Sunajko en el exterior de su deteriorada casa. Son un matrimonio extremadamente vulnerable que necesita soluciones a sus problemas de vivienda de forma urgente.

POLJICE, Croacia, 25 de noviembre de 2013 (ACNUR) – En las proximidades del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, en una región montañosa en el centro de Croacia, se localiza la aldea de Poljice. Millones de turistas visitan los lagos, pero pocos conocen esta aldea y a dos de sus habitantes, Milan Sunajko y su esposa Nedjelkja, de 69 y 59 años de edad respectivamente.

Su casa, construida con materiales rústicos de mampostería y ladrillo, se encuentra muy deteriorada, no tiene aislamiento térmico ni unas instalaciones sanitarias adecuadas. Sus moradores viven en pobreza extrema pero la pareja se siente agradecida de estar en un su región natal después de seis años de desplazamiento forzoso desde 1995, en los últimos años de la guerra en Croacia.

En el marco de un programa especial de vivienda, Milan y Nedjelkja han sido incluidos en una lista prioritaria para ser reubicados en un moderno edificio de 29 apartamentos en la ciudad de Korenica. Con este programa se quiere encontrar una solución al problema del desplazamiento prolongado en la región, proporcionando hogares dignos para cerca 74 mil personas vulnerables – refugiados, refugiados retornados y desplazados internos – en Bosnia-Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia.

"Ahora estoy totalmente seguro de que se preocupan de nosotros", contó Milan al equipo de ACNUR que visitó el poblado, situado a 6 kilómetros de la tienda más cercana y cuyas comunicaciones están cortadas en invierno por las nevadas. "El personal de ACNUR nos visita a menudo y ver a la comunidad internacional detrás de su trabajo, nos hace confiar en que el drama de estas viviendas deficientes acabará pronto", añade.

Milan y Nedjeljka, descubrieron recientemente que ella padece un cáncer de garganta terminal y están convencidos de que merecen un cambio en su suerte. Los años que precedieron a la guerra en Croacia, entre 1991 y 1995, la pareja de origen serbio tenía una vida sencilla y feliz junto a sus dos hijos en Korenica, donde Milan trabajaba como empleado en un parque público.

Pero la guerra cambió todo y en 1995 huyeron a Serbia después de que los padres de Milan fueran asesinados y los ataques croatas obligaran a más de 200 mil serbios a abandonar sus hogares. La familia vivió entonces en Serbia en duras condiciones hasta 2001, cuando Milan y sus hijos intentaron retornar.

Ante la imposibilidad de volver a su antiguo hogar en Korenica, Milan se instaló en la antigua casa de su familia de Poljice. "Cuando vi las montañas alrededor de esta casa, pensé que por fin había regresado a mi hogar" recuerda Milan. "Necesitábamos empezar desde cero, pero nada es demasiado difícil si tenemos salud". Sin embargo la salud de Nedkelka, que regresó en 2002 con la ayuda de ACNUR, está deteriorándose. La vida está siendo difícil para esta pareja, incluso poner comida en la mesa todos los días se ha convertido en un reto y ellos necesitan ayuda y consuelo.

Además de depender exclusivamente para vivir de la pensión mensual de Milan – de unos 180 dólares-, tienen que hacer frente a la enfermedad de Nedjelka, que implica la visita periódica a especialistas en Zagreb, la capital de Croacia, un largo viaje que a duras penas se pueden costear.

Conscientes de no poder afrontar esta situación sin ayuda, la familia Sunajko solicitó en 2010 la asistencia del Estado para un programa de vivienda, pero a pesar de haber recibido respuesta positiva, no fueron tomadas medidas concretas. Una posible solución parece haber llegado de la mano del Programa Regional de Vivienda lanzado en Sarajevo el pasado abril, cuando los donantes se comprometieron a ofrecer más de 260 millones de euros, 230 millones de los cuales fueron donados por la Unión Europea.

El programa, una iniciativa conjunta de Bosnia-Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia, busca proporcionar soluciones de alojamiento duraderas y garantías para la protección de los derechos de más de 10 mil beneficiarios vulnerables. "Queremos poner fin al último capítulo de los desplazamientos forzados en el oeste de los Balcanes", afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres.

El Programa Regional de Vivienda, cuyo coste total estimado es de casi 600 millones de euros, será implementado durante cinco años por los cuatros países participantes con el apoyo de la comunidad internacional, incluyendo el ACNUR. En abril de 2013, donantes internacionales aprobaron el primer proyecto propuesto por estas cuatro naciones, incluyendo la construcción de edificios residenciales en Korenica. Estos primeros proyectos beneficiarán a más de 460 familias en toda la región. Otros programas que beneficiarán a más de 1.800 familias en los cuatros países fueron aprobados en el último mes.

Milan se muestra optimista ante el progreso del programa, pero ahora le inquieta mucho más cuánto durará la espera hasta que comience la construcción, que está prevista para el próximo año, y para que él y Nedjeljka puedan trasladarse definitivamente a su nuevo hogar. ACNUR, reconociendo su difícil situación, les ha apoyado contundentemente para que les fuera entregado un apartamento en Korenica y puedan vivir así en condiciones confortables y dignas.

"Aunque estamos felices de saber que recibiremos una casa nueva en el marco del programa regional, esto no llegará hasta dentro de uno o quizás dos inviernos más", dijo Milan. Su esposa, consciente de sus serios problemas de salud, avisó: "No estoy segura de que pueda resistir un invierno más aquí en Poljice".

Por Dorijan Klasnic y Neven Crvenkovic en Poljice, Croacia