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Refugiados reciben el regalo de la música en Navidad

Historias

Refugiados reciben el regalo de la música en Navidad

El director de la Orquesta Filarmónica de Panamá, Víctor Mata, quien a su vez se vio obligado a salir de Venezuela, les hizo un regalo de Navidad a las personas refugiadas y solicitantes de asilo en Panamá.
24 December 2019
En la Ciudad de Panamá, personas refugiadas de todas las edades fueron los invitados de honor de un concierto de navidad dedicado a quienes han tenido que huir para salvar sus vidas.

Víctor Mata, fundador y director de la Orquesta Filarmónica de Panamá, salió de su Venezuela natal hace más de ocho años, al comienzo de la crisis que ha visto la huida de millones de sus compatriotas. En esta navidad, Mata y la Filarmónica dedican canciones de diferentes partes del mundo a refugiados y solicitantes de asilo que han tenido que celebrar lejos de casa.


La música clásica jamás había tenido un público tan especial en Panamá: personas refugiadas de todas las edades. Desde los más chicos hasta los más adultos, fueron los invitados de honor a este concierto de navidad dedicado a quienes han tenido que huir para salvar sus vidas. Dirigiendo a los más de 60 músicos de la Orquesta Filarmónica y Coro Camerata de Panamá que llenaron el Teatro Pacific de música clásica el domingo pasado, Víctor Mata, 55, un reconocido músico venezolano, buscó llamar la atención sobre el drama que viven aquellos que son forzados a abandonar sus países.

“La Navidad es un tiempo de compartir, de esperanza”

“La Navidad es un tiempo de reunión, es un tiempo de compartir, de esperanza. Cuando tú dejas tu país forzosamente, sufres”, dijo Mata. “Estamos convencidos de que este concierto servirá para aliviar un poco ese dolor, y para renovar la fe en que las cosas pueden ser mejor”.

Como muchos venezolanos, Víctor desarrolló su pasión por la música durante la adolescencia, gracias al Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, un programa de clases gratuitas de música clásica conocido como ‘El Sistema’ que ha producido luminarios como Gustavo Dudamel, el conductor de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Para Mata, la música “fue un amor a primera vista. Me enganchó inmediatamente, y aquí estoy 40 años después”.

Víctor no es el único músico clásico profesional que ha huido de Venezuela. Hay cientos de músicos entre los estimados 4 millones de venezolanos que han huido de la inseguridad y escasez de comida y medicina. A menudo, estos músicos venezolanos salen únicamente con sus instrumentos musicales que, cuando tienen suerte, luego les ayudan a poner comida sobre la mesa. “Cuando salí dije ‘salgo para hacer música’. Era lo que quería buscar”, dijo Vanessa Rivas, 20, contrabajista de la Orquesta, quien salió huyendo de extorsiones y amenazas en Venezuela hace tres años.

Latinoamérica ha visto un incremento significativo en el número de personas forzadas a huir en la última década. Aparte de los venezolanos, unas 800.000 personas de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala han huido de la violencia y persecución. Muchos de ellos han buscado un lugar seguro en países como Panamá, el cual alberga a más de 19.000 solicitantes de asilo y refugiados. Para salvar sus vidas, están forzados a estar lejos de sus familias, inclusive en épocas como la navidad.

“El concierto me recordó un poco a lo que es Navidad en mi país: la música, los cantos, estar con mi familia. Me siento un poco más cerca”

Para ayudar a aliviarles el dolor de la separación, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha apoyado el concierto natalino. “Estamos conscientes del poder de la música en la vida de refugiados y solicitantes de asilo”, dijo Renee Cuijpers, Representante Regional Adjunta del ACNUR para Centroamérica y Cuba. “No solo brinda oportunidades de expresión, sino que también genera espacios de integración sólidos con las comunidades que los acogen”.

Para Heily Alemán, 29, haber dejado a su abuela y tía atrás para huir de la persecución ha sido muy duro, especialmente en épocas como esta pues le recuerda a su Nicaragua natal. “Navidad es mi época favorita del año. Para mi significa unión de familia. Y el concierto me recordó un poco a lo que es Navidad en mi país: la música, los cantos, estar con mi familia. Me siento un poco más cerca”.

Canciones como ‘Por los caminitos de Jerusalén’ (de Panamá), ‘Caminando por Tegucigalpa’ (de Honduras) y ‘Esta bella noche’ (de Venezuela), entre otras, llenaron de lágrimas las mejillas de los espectadores. Y al toque de la última canción, una ovación despidió este concierto, cuyas canciones navideñas han traído un pedacito de casa a quienes fueron obligados a abandonarla por la fuerza.