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RDC: miles de desplazados internos retornan a sus tierras

Historias

RDC: miles de desplazados internos retornan a sus tierras

Cerca de 900.000 desplazados retornaron a sus hogares en la provincia de Kivu del Norte. Ahora comienza para ellos un nuevo desafío: la reconstrucción de sus vidas.
12 August 2010
El Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres y la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Josette Sheeran visitan Nyanzale en Kivu Norte.

KIMOKA, República Democrática del Congo, 12 de agosto (ACNUR) – Mwabu Mlau tiene 58 años, pero aparenta más. Su rostro cansado y sus cabellos blancos son el testimonio del sufrimiento que atravesó durante los últimos 15 años en el Este de la República Democrática del Congo (RDC).

Los conflictos en su nativa provincia de Kivu Norte forzaron a Mwabu a huir varias veces desde 1996, cuando se produjo la invasión de las tropas del país vecino de Ruanda que destruyeron la tranquilidad de su vida rural. Muchos otros compartieron esta experiencia dolorosa de tener que escapar constantemente.

Desde que en abril del año pasado, se reinstaurara una paz relativa en Kivu Norte, Mwabu y otros 900.000 desplazados internos (DI) han podido retornar a sus lugares de residencia y seis de los siete campamentos del ACNUR para DI han sido cerrados. Este retorno es una pequeña luz en un país que continúa sufriendo conflictos y desplazamientos a escalas inimaginables, mientras que las personas que retornan siguen enfrentando enormes desafíos al volver a sus hogares.

Mwabu regresó el año pasado a Kimoka – ubicada a 30 kilómetros al sudoeste de Goma, la capital de Kivu Norte. Si bien Kimoka no es su pueblo natal, fue su hogar por varios años hasta 2007, cuando el recrudecimiento de los conflictos lo obligaron a huir una vez más. Mwabu y todos los que regresaron a Kimoka encontraron sus viviendas destruidas. A pesar de que los alrededores de Kimoka fueron las zonas más afectadas por los enfrentamientos en 2007-2008, hoy en día se puede ver a los habitantes de esas aldeas construyendo, limpiando y trabajando la tierra. En todas partes se ven construcciones y negocios nuevos así como plantaciones frescas de yuca, frijoles y maíz.

Durante la visita del Alto Comisionado para los Refugiados, António Guterres a Kivu del Norte el mes pasado, se encontró con Mwabu a fin de recordar al mundo el continuo sufrimiento que vive la RDC. Mwabu – que recién regresaba de su granja- estaba dando los retoques finales a una pequeña casa. "Espero poder finalizarla pronto y mudarme aquí", confiesa. Pero a pesar de estar de regreso y en un hogar propio, aún enfrenta grandes desafíos, entre ellos, aquellos producidos por la naturaleza. En enero, erupcionó el volcán Nyamulagira lanzando cenizas sobre sus campos de maíz. "Será difícil sobrevivir", se lamenta, mirando la montaña de frijoles quemados afuera de la cabaña.

"Es necesario apoyar al pueblo congoleño en este momento tan difícil y asegurar que la República Democrática del Congo pueda construir un futuro en paz y prosperidad", urgió Guterres en su visita a RDC junto a la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Josette Sheeran.

Otro de los retornados a esa zona es Zawadi Batumi, una joven de 22 años que regresó a la aldea de Sake, cerca de Kimoka, el año pasado junto con sus tres hijos. Pero a diferencia de Mwabu, ella no tenía un terreno propio. Además, el mes pasado, trabajadores de salud en Sake descubrieron que su bebé de tres meses sufría de desnutrición, por lo que lo incluyeron dentro de un programa especial de alimentación fundado por el Programa Mundial de Alimentos. "Desde que comenzó a tomar el suplemento especial, su salud ha mejorado enormemente", cuenta Sake que manifiesta su preocupación por la salud de sus otros dos hijos, quienes no tienen suficiente alimento. "¿Qué puedo hacer? No puedo dejarlos con hambre", suspira.

Mozi Ngabo de la ONG Heal Africa en Sake manifiesta que la desnutrición es un problema creciente en la zona. El centro atiende hasta 500 casos severos por mes. Se dice que la causa principal es el conflicto y la falta de acceso a los terrenos. "El deterioro de la salud se debe a la falta de una dieta nutricional. No reciben buenos alimentos", explica el Dr. Ngabo.

Claramente, los retornados vulnerables como Mwabu y Zawadi continuarán necesitando asistencia de la comunidad internacional hasta que puedan ser autosuficientes – es el mensaje que reciben Guterres y Sheeran durante su visita. "La clave radica en consolidar la paz, promover la reconciliación y crear las condiciones para una recuperación económica", declara el Alto Comisionado.

Por Yusuf Hassan en Kimoka, República Democrática del Congo