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Preguntas y respuestas: el acceso a los servicios de salud es clave para detener el COVID-19 y salvar las vidas de las personas refugiadas

Historias

Preguntas y respuestas: el acceso a los servicios de salud es clave para detener el COVID-19 y salvar las vidas de las personas refugiadas

La principal experta en salud pública del ACNUR dice que la prevención y la inclusión deben estar en el centro de la respuesta para las personas desplazadas, especialmente en áreas con servicios de salud débiles.
27 March 2020
El personal de protección del ACNUR habla con refugiados y migrantes venezolanos en Manaos, Brasil, sobre las pautas de la OMS para prevenir la propagación del nuevo coronavirus y disminuir su impacto.

Ann Burton, jefa de la Sección de Salud Pública del ACNUR, describe los peligros que representa el nuevo coronavirus para las personas refugiadas y desplazadas internas, y describe cómo está trabajando la Agencia para frenar su propagación, reducir su impacto y salvar vidas. Trabajando desde su casa en Ginebra, habló con Jonathan Clayton del servicio de comunicaciones del ACNUR.


La mayoría de los 25,9 millones de refugiados del mundo están alojados en países en desarrollo, donde las unidades de cuidados intensivos a menudo tienen menos camas y ventiladores. ¿Qué tan importante es prevenir los brotes entre las poblaciones refugiadas?

Es cierto que muchos refugiados viven en países de acogida con algunos de los sistemas de salud más débiles del mundo. Un brote ejercería una presión extraordinaria sobre los frágiles servicios locales de salud y probablemente resultaría en sufrimiento y muerte evitables.

Prevenir o retrasar los brotes, particularmente entre las personas más vulnerables, es la acción más importante que podemos tomar en este momento. Incluso si hubiera solo un pequeño número de casos graves de COVID-19, habría un acceso limitado a la atención de alto nivel que se necesita para los casos más graves.

La prevención es la mejor manera de proteger a los refugiados y las comunidades de acogida.

¿Por qué es importante garantizar que las personas refugiadas, solicitantes de asilo, apátridas y migrantes tengan acceso a instalaciones y servicios de salud sin sufrir discriminación?

El COVID-19 nos ha demostrado claramente que todos estamos conectados, sin importar dónde vivamos, sin importar quiénes somos. No conoce religión, etnia ni fronteras. Todas las personas, especialmente las más vulnerables, incluidos los refugiados, los solicitantes de asilo y los apátridas, deben tener acceso a los servicios de salud.

El hecho es que todos se benefician cuando estos grupos tienen acceso a los servicios de salud. Es del interés de todos. Ayuda a detener la propagación del virus. Esa siempre debe ser nuestra prioridad.

Se necesitan políticas inclusivas y no discriminatorias para combatir COVID-19. De lo contrario, las barreras para la atención médica y la discriminación crean un ambiente donde los enfermos no reciben tratamiento, los casos pasan desapercibidos y el virus se propaga.

El virus despierta profundos temores y ansiedades en individuos y sociedades. ¿Cuáles son las consecuencias para la salud pública si las personas manifiestan ese miedo poniéndose en contra de los refugiados y otras personas al margen?

Sentirse temeroso y ansioso es una respuesta normal, pero debemos evitar que las personas canalicen este miedo y ansiedad hacia la xenofobia.

Sobre todo, culpar a los refugiados por un brote de COVID-19 podría hacer que los refugiados no se sientan seguros para buscar asesoramiento de salud o incluso que se les niegue atención médica a los refugiados. Eso nos perjudicaría a todos.

Colectivamente, nunca hemos vivido una situación como esta, el cierre de fronteras y la cuarentena a escala global. A medida que continúa, debemos tomar precauciones para apoyar nuestra propia salud mental y la de quienes nos rodean.

ACNUR ha lidiado con epidemias anteriores, incluyendo brotes de ébola, cólera, zika y SARS. ¿Cómo se está aplicando esa experiencia y pericia al abordar la pandemia de COVID-19? ¿Y qué lecciones podemos compartir con el mundo a partir de nuestra experiencia en la lucha contra la propagación de epidemias entre las poblaciones refugiadas?

Hemos sacado muchas lecciones clave de la respuesta al ébola y otros brotes.

Primero, ¡preparación, preparación, preparación! No se puede exagerar la importancia de estar preparado. Y así, ACNUR ha elaborado amplios planes y medidas de preparación. Estos se integran con los planes nacionales.

En segundo lugar, hemos probado métodos para hacer frente a tales brotes. Hemos identificado equipos de respuesta a brotes para cada asentamiento y campamento. Tenemos sistemas de referencia para muestras de laboratorio y estamos pre posicionando suministros de laboratorio, incluidos hisopos, contenedores de muestras, sistemas de vigilancia.

También hemos aprendido que las respuestas multisectoriales son clave. Una sola respuesta coordinada reúne agua, saneamiento e higiene, coordinación y gestión de campamentos, educación, alojamiento y planificación del sitio y protección comunitaria.

“Prevenir o retrasar los brotes, particularmente entre las personas más vulnerables, es la acción más importante que podemos tomar en este momento".

Las epidemias pasadas han demostrado cuán vital es involucrar a los refugiados desde el primer día, tanto para abordar sus preocupaciones en la respuesta al brote como para garantizar que tengamos en cuenta las sensibilidades sociales y culturales.

Sabemos lo importante que es garantizar la continuidad de los servicios de salud prioritarios para garantizar que no haya una mayor mortalidad por otras afecciones.

Otra consideración crucial es el monitoreo de protección. Esto ayuda a garantizar que los refugiados y otras personas de interés no corran un mayor riesgo con medidas que no se basan en motivos de salud pública como resultado de la información errónea, el miedo a los extranjeros u otras actitudes estigmatizantes.

Por último, pero no menos importante, la inclusión de refugiados en las respuestas nacionales es clave. Las enfermedades transmisibles solo pueden controlarse con un enfoque integrado e inclusivo. Los servicios nacionales de salud a menudo necesitan apoyo, especialmente porque los refugiados están alojados en partes aisladas y remotas de países donde los servicios de salud son más débiles.

¿ACNUR ha aumentado sus reservas médicas? ¿Qué nos podría decir sobre la capacitación de trabajadores de la salud, las actividades de concientización pública, y el monitoreo de síntomas?

Estamos almacenando medicamentos esenciales y equipos médicos, incluidos concentradores de oxígeno. Estamos distribuyendo jabón para la comunidad en general, combinado con promoción de higiene y desinfectante de manos para trabajadores de salud y otro personal que trabaja en las instalaciones de salud que ACNUR está apoyando.

Hemos intensificado la capacitación del personal en identificación temprana, notificación, manejo de casos y rastreo de contactos, recolección de datos, análisis e interpretación.

El Sistema de Información de Salud del ACNUR nos está ayudando a monitorear la situación. Incluye un sistema de alerta temprana para alertar a las operaciones del país en caso de un aumento repentino de enfermedades respiratorias agudas.

¿Podría describir su papel como jefa de la sección de salud pública del ACNUR y cómo está trabajando actualmente con colegas de primera línea de todo el mundo para el COVID 19?

Estamos trabajando con los equipos de salud pública del ACNUR y el personal a nivel regional y nacional para garantizar la preparación a nivel nacional. Estamos en contacto regular con todo el personal para responder preguntas y recibir comentarios. Llevamos a cabo seminarios virtuales semanales para actualizar la situación de COVID y proporcionar nuevas orientaciones y respuestas a preguntas relacionadas con las operaciones del ACNUR. También estamos buscando cómo apoyar nuestras operaciones no solo en la preparación para COVID 19 sino también para garantizar la continuidad de los servicios de salud esenciales.

También apoyamos los esfuerzos de movilización de recursos y ayudamos a los países a identificar brechas y necesidades basadas en la estrategia general de respuesta para el COVID.

¿Qué medidas concretas está tomando ACNUR para hacer frente a un posible brote en un campamento de refugiados, o entre los muchos refugiados que viven fuera de los campamentos? ¿Cuáles serían los desafíos?

Hemos almacenado suministros, incluidos equipos de protección personal para el personal de salud, estamos comprando desinfectantes, suministros para gestionar los desechos médicos, suministros de laboratorio, productos farmacéuticos y equipos médicos para el manejo de casos.

Hemos mejorado las condiciones de WASH (agua, saneamiento e higiene) y hemos preparado instalaciones de aislamiento en campamentos y asentamientos seleccionados.

Las operaciones nacionales del ACNUR están estrechamente involucradas en todas las reuniones de coordinación de COVID-19 para garantizar que los refugiados permanezcan en el centro de la planificación de la respuesta.

El ACNUR y sus socios están llevando a cabo campañas de concientización sobre COVID-19 en campamentos de refugiados y desplazados internos en Irak, utilizando carteles, folletos y otras actividades con la ayuda de voluntarios.

Estamos capacitando a trabajadores de la salud en sitios de refugiados en la vigilancia para COVID-19, manejo de casos y prevención y control de infecciones.

Estamos monitoreando las restricciones a la libertad de movimiento y acceso al asilo en función de los temores reales o percibidos de la transmisión del coronavirus. ACNUR ha estado adaptando materiales de información, educación y comunicación para tener en cuenta las necesidades lingüísticas y culturales de las personas refugiadas.

En este momento, el mayor desafío es garantizar que no haya barreras para que los refugiados accedan a los sistemas nacionales de salud. Otro desafío, que igualmente enfrentan la mayoría de los países y organizaciones, es la adquisición de equipos de protección personal, medicamentos y suministros para el tratamiento de casos graves de COVID-19.

¿Cómo pueden los donantes y otras personas que nos apoyan, ayudar a los esfuerzos del ACNUR y sus socios?

¡Apoyen al ACNUR ahora! No hay un día que perder. Apoyen nuestros planes de preparación y respuesta de COVID-19. Cuanto más apoyen nuestras actividades de salud, WASH y protección mediante contribuciones financieras y en especie, más podremos prevenir o mitigar el impacto directo del COVID-19.

Los donantes pueden ayudar a detener esta pandemia. Además, al apoyar al ACNUR, pueden ayudar a reducir sus impactos secundarios: pérdida de medios de vida, la interrupción del aprendizaje y la potencial inestabilidad social.