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Fabricante de jabón en el campamento de refugiados de Kenia baja los precios para luchar contra COVID-19

Historias

Fabricante de jabón en el campamento de refugiados de Kenia baja los precios para luchar contra COVID-19

Refugiado de Burundi lucha contra el coronavirus, una botella de jabón a la vez.
20 May 2020
Innocent Havyarimana, un empresario burundés, sostiene una botella de desinfectante para manos recién hecho, que vende a otras personas refugiadas, trabajadores humanitarios y kenianos en el campamento de Kakuma, Kenia.

Cuando Innocent Havyarimana, un refugiado de Burundi, escuchó por primera vez que el lavado de manos era crucial para prevenir el coronavirus, hizo algo que pocos empresarios harían: bajó sus precios.


Otros podrían haber aumentado los precios para aumentar las ganancias, pero su objetivo era hacer que su jabón fuera lo más accesible posible, por lo que también aumentó la producción.

“Todos necesitan jabón. Decidí reducir el precio para que todos pudieran pagarlo”, dijo.

El coronavirus ha dejado a muchas personas sintiéndose impotentes, pero Havyarimana es un ejemplo de alguien que vio la oportunidad de marcar la diferencia y la aprovechó.

“Todos necesitan jabón. Decidí reducir el precio para que todos pudieran pagarlo”.

Otros refugiados, trabajadores humanitarios y kenianos en la comunidad local compran los productos fabricados en su pequeño taller en el campamento de Kakuma.

"Varío los contenedores, comenzando de 100 mililitros a 1 litro para que incluso aquellos con solo 50 centavos puedan comprar un poco de jabón para protegerse del virus", dijo Havyarimana, quien huyó del conflicto en Burundi en 2013 y recibió un préstamo para comenzar el negocio dos años después por parte de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

ACNUR y sus socios trabajan con el gobierno para mejorar la capacidad en las instalaciones de salud locales y compartir información sobre el virus. ACNUR también ha aumentado el acceso al agua limpia y al jabón como parte de las medidas preventivas y de preparación para el coronavirus.

“Los refugiados están jugando un papel importante en la prevención. En Kakuma, hay muchas personas haciendo algo en la lucha contra COVID-19, ya sea para crear máscaras o para sensibilizar", dijo Kahin Ismail, Gerente Senior de Operaciones de ACNUR en Kakuma.

Kenia está viendo un aumento en los casos, pero aún no se ha confirmado ninguno en los campamentos de refugiados.

Innocent no solo complementa el suministro de jabón, sino que también fabrica y vende desinfectante para manos con aloe vera que ha plantado en su taller y fuera de su casa.

El campamento en el noreste de Kenia alberga a cerca de 200.000 refugiados. El desarrollo y la inversión del sector privado impulsan la economía y ayudan al negocio del jabón, Galp Enterprises, a prosperar.

Un estudio del Banco Mundial en 2018 descubrió que hay más de 2.000 empresas en Kakuma que contribuyen con 56 millones de dólares a la economía de la región.

Havyrimana tiene un diploma en química y trabajó para una empresa química en su país. Utilizó esas habilidades para establecer una gama de productos que incluyen jabones, lejía y champú. Los productos están certificados por la Oficina de Normas de Kenia.

“El coronavirus ha afectado al mundo. Los refugiados también tienen miedo y es por eso que ahora siempre se lavan las manos”, dijo.

Junto con los jefes de Estado y de gobierno y líderes de agencias de la ONU, instituciones financieras internacionales, la sociedad civil y el sector privado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, pide la priorización del agua, el saneamiento y la higiene en la respuesta a COVID-19. Obtén más información sobre su Llamado a la Acción.

Informes adicionales de Linda Muriuki en Nairobi, Kenia.