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ACNUR solicita que aumente el apoyo para la vacunación de personas refugiadas en Asia

Notas de prensa

ACNUR solicita que aumente el apoyo para la vacunación de personas refugiadas en Asia

1 Junio 2021 Disponible también en:

En vista de que la COVID-19 continúa propagándose en muchas partes del mundo, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, alerta sobre la escasez de vacunas en la región Asia-Pacífico, con inclusión de las vacunas para personas refugiadas y solicitantes de asilo.

Exhortamos a la comunidad internacional a aumentar de manera inmediata el apoyo para la iniciativa COVAX, un esfuerzo global con el que se busca garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra la COVID-19. Se trata de una acción crítica que salvará vidas y que ayudará a contener el impacto del virus, sobre todo en naciones en vías de desarrollo, las cuales han dado acogida a la mayor parte de las 80 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo. Hasta el momento, sin embargo, estos países apenas han recibido una fracción de las vacunas contra la COVID-19.

ACNUR hace hincapié en el hecho de que nadie debe quedar fuera de los esfuerzos mundiales por acabar con el coronavirus. Derrotar a la pandemia depende de que las vacunas estén disponibles equitativamente en todos los rincones del planeta.

La situación en la región Asia-Pacífico es particularmente preocupante ya que, en los últimos dos meses, el número de casos ha crecido exponencialmente en comparación con el resto del mundo. En ese periodo, se han registrado cerca de 38 millones de casos de COVID-19 y más de medio millón de muertes.

Los frágiles sistemas de salud en muchos países en la región se esfuerzan por hacer frente a la situación. La falta de camas de hospital y de aditamentos para el suministro de oxígeno, la limitada capacidad de las unidades de cuidados intensivos (UCI), y la escasez de servicios e instalaciones para el cuidado de la salud han empeorado las condiciones de quienes han contraído la enfermedad (sobre todo en India y Nepal). Una de las variantes del virus – que es altamente contagiosa y que apareció en la India – amenaza con propagarse rápidamente en la subregión, incluso entre poblaciones refugiadas.

Estas poblaciones son particularmente vulnerables a la propagación de la COVID-19 porque suelen encontrarse en sitios sobrepoblados, donde escasean las instalaciones de saneamiento y el acceso al agua. En ese contexto, pueden aumentar los índices de contagio.

En Cox’s Bazar, Bangladesh, donde viven cerca de 900.000 personas rohingyas refugiadas en el conglomerado de campamentos de refugiados más grande y más densamente poblado de todo el mundo, el número de casos ha aumentado de manera considerable en los últimos dos meses. Al 31 de mayo, se habían registrado 1.188 casos confirmados en la población refugiada (más de la mitad de ellos se registró tan solo en mayo).

Además, se ha detectado un preocupante aumento de casos de COVID-19 en personas refugiadas y solicitantes de asilo en Nepal, Irán, Pakistán, Tailandia, Malasia e Indonesia. Si bien se está haciendo lo posible por contener la propagación del virus, las medidas preventivas deben ir acompañadas de un mayor número de vacunaciones.

Algunas personas refugiadas, con inclusión de aquellas que se encuentran en Nepal, ya recibieron la primera dosis de la vacuna gracias a la iniciativa COVAX. Sin embargo, debido a la escasez de suministros en Bangladesh, aún no se ha aplicado ninguna vacuna en los campamentos de refugiados en el país.

A raíz de los retrasos que se han presentado en el envío de las vacunas, que derivan de los pocos suministros que ha recibido la iniciativa COVAX, las personas en mayor situación de vulnerabilidad en el mundo siguen estando a merced del virus.

ACNUR se une al llamado que exhorta, por un lado, a que los países con superávit de dosis realicen donaciones a COVAX; y, por otro, a que los fabricantes aumenten la cantidad de suministros destinados a la iniciativa.

Para dar respuesta a la COVID-19, ACNUR requiere un total de 455 millones de dólares (USD) para atender necesidades emergentes, y 469 millones de dólares (USD) para actividades relacionadas con la pandemia que ya se habían considerado en el presupuesto. A la fecha, considerando contribuciones proyectadas, ACNUR ha recibido 252,8 millones (es decir, 27%) del monto total que necesita.

 

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