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Una familia de refugiados palestinos huida de Siria empieza una nueva vida en Suecia

Historias

Una familia de refugiados palestinos huida de Siria empieza una nueva vida en Suecia

Su huida del peligro los llevó de Siria a Egipto, Libia, Dubai y finalmente a las Maldivas, donde Suecia les ofreció un nuevo comienzo.
30 Agosto 2013 Disponible también en:
La familia de refugiados palestinos había huido de Siria, donde más de dos años de guerra han devastado muchas partes del país.

NUEVA DELHI, INDIA, 30 de agosto de 2013 (ACNUR) – "El lado alegre de la vida" es el eslogan turístico de las Maldivas, una isla tropical del océano Índico. Este lema se ha hecho realidad para una familia palestina de refugiados, que ha encontrado una esperanza para su futuro en estas islas después de diez meses viajando de un lugar a otro.

En octubre del año pasado, Ubaid*, de 49 años, huyó de Siria con su esposa y sus dos hijas. "Pensé que la revolución se acabaría y que ganaríamos. Pero no hubo ningún cambio, aumentaron los asesinatos y todo se encareció. No había vida para mis hijas, vivían con miedo", dice refiriéndose a la guerra civil que ha provocado que casi dos millones de personas se hayan marchado del país, de los cuales un millón son niños.

Primero, la familia huyó a Egipto y posteriormente a Libia, antes de llegar a Dubai, donde vivía un hermano de Ubaid. Después intentaron volar a Europa para reunirse con algunos parientes pero, por problemas con la documentación, no les permitieron embarcar. Se les prohibió volver a entrar en Dubai y se enfrentaban a la amenaza de ser deportados a Siria, por lo que el 10 de julio decidieron ir a las Maldivas, donde las autoridades, abiertas al turismo, conceden visados a la llegada. Sin embargo, volvieron a tener problemas con sus documentos de viaje, y las autoridades de la isla los detuvieron en el aeropuerto de la capital, Malé.

El hecho de que las Maldivas, el país más pequeño de Asia tanto en población como en superficie, recibieran a una familia palestina de refugiados de Siria era algo sin precedentes. Esto se complicó más por el hecho de que las Maldivas no han ratificado la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 ni su Protocolo de 1967 y carecen de experiencia para tratar con solicitantes de asilo y refugiados.

"En cuanto nos enteramos de la situación de esta familia, contactamos con las autoridades y enviamos una misión a Malé para conocer a la familia con la ayuda de algunos compañeros de Naciones Unidas que tienen su sede allí", nos cuenta Dominik Bartsch, jefe de misión de ACNUR en la India, cuya oficina también tiene competencia en las Maldivas, donde ACNUR no tiene presencia permanente.

El gobierno de las Maldivas concedió al ACNUR el acceso libre a la familia y, después de tres días de rigurosas entrevistas, la oficina de ACNUR en Nueva Delhi los reconoció como refugiados y presentó su caso al gobierno sueco para un posible reasentamiento en este país.

Mientras esperaban una decisión, a Ubaid y su familia se les alojó cerca del aeropuerto. Se les dieron juguetes a las niñas y podían ver dibujos animados en la televisión del vestíbulo. No obstante, no podían salir del edificio y echaban mucho en falta respirar aire fresco y poder moverse libremente; no fue fácil para los padres mantener a las niñas dentro de la habitación mientras pasaban los días. Cuando la misión de ACNUR regresó a Nueva Delhi, el Coordinador Residente de la ONU en las Maldivas y su Asesor de Derechos Humanos siguieron proporcionando apoyo y bienestar a la familia.

"He intentado ir a otros países, pero ha sido imposible", dice Ubaid. "Como somos palestinos, nadie nos acepta. No puedo volver a Egipto o a Siria porque en ambos hay disturbios; Libia es igual de peligrosa. He sido víctima del acoso todos los días y una vez casi me matan".

Respecto a sus esperanzas para el futuro, añade: "Quiero una educación para mis hijas. Quiero una atención especial para una de mis hijas, que tiene síndrome de Down, ya que toda mi familia vive fuera".

Sus plegarias fueron escuchadas cuando Suecia los aceptó para su reasentamiento. La familia abandonó Malé el pasado lunes por la noche y llegó a Estocolmo al día siguiente.

"Estoy seguro de que ahora las niñas podrán jugar al sol y al aire libre, gracias al extraordinario apoyo de las Maldivas, de Suecia y de los compañeros de la ONU en las Maldivas", afirma satisfecho Bartsch.

Suecia y Alemania han recibido la mayor parte de solicitudes de asilo de Siria en toda la Unión Europea. ACNUR ha instado a más países a que ayuden a los países vecinos de Siria y ofrezcan asilo o reasentamiento.

* Nombre modificado por motivos de protección

Escrito por Abid Mohi ud din Shah, en Nueva Delhi, India