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Escuela ofrece a niñas sirias en Jordania la oportunidad de salir adelante

Historias

Escuela ofrece a niñas sirias en Jordania la oportunidad de salir adelante

La educación de la niña refugiada Izdihar estuvo en riesgo hasta que su padre encontró trabajo, permitiéndole unirse a otras niñas sirias matriculadas en escuelas de Jordania.
6 Marzo 2018 Disponible también en:
Las hermanas sirias Izdihar, de 8 años (a la izquierda), Alimar, de 6 (en el centro) y Abeer, de 5 (a la derecha) destacan entre las mejores alumnas de sus respectivas clases.

Izdihar, de 8 años, es una polvorilla, y salta de la cama casi cada mañana deseando empezar el día. Casi cada mañana, menos los viernes, dice, cuando la escuela a la que asiste está cerrada.


"[Los viernes] nos despertamos y no hacemos nada. Simplemente, nos quedamos en casa. La escuela es mucho mejor que quedarse en casa", explica.

Puede que esta actitud no sea la típica de la mayoría de niños de su edad, pero después de que ella y su familia huyeran del conflicto de Siria en 2013 y pasaran sus primeros años como refugiados en Jordania, estirando al máximo sus cada vez más escasos ahorros, durante un tiempo parecía que Izdihar quizás ni siquiera tendría la oportunidad de ir a la escuela.

Incapaz de encontrar trabajo durante los tres primeros años, el padre de Izdihar, Mohammed Alimar Kabour, dudaba de si matricular a su hija mayor en la escuela, debido al costo que suponía. Si bien es cierto que las escuelas públicas en Jordania son gratuitas para los refugiados sirios, siempre y cuando haya plazas disponibles, el transporte, la equipación y otros gastos pueden resultar prohibitivos para las familias refugiadas, la mayoría de las cuales sobreviven con menos de 3 dólares estadounidenses al día.

https://youtu.be/PDZCki0nKiQLa escuela le da a las niñas sirias una oportunidad de florecer

Todo cambió a finales de 2016, cuando Mohammed encontró trabajo en una fábrica en la capital, Amman. Pudo obtener un permiso de trabajo, y con lo que gana, alquiló un pequeño apartamento cerca de una escuela primaria donde Izdihar y su hermana Alimar asisten ahora a clase.

Mohammed y su esposa, Noor, se sienten aliviados al ver que sus hijas no solo están recibiendo una educación, sino que destacan entre las mejores alumnas de sus clases respectivas. Habiendo completado ambos la educación secundaria, entienden como padres el valor de la educación, sobre todo para las niñas.

"La educación es como un arma, sobre todo para las mujeres."

"A mi esposo y a mí nos encanta ver a nuestras hijas aprender, para poder así depender de ellas mismas y encontrar un buen trabajo", dice Noor. "Con la educación y el aprendizaje, puedes conseguir tus sueños. La educación es como un arma, sobre todo para las mujeres".

Las estadísticas corroboran esta opinión. Según el Banco Mundial, si todas las niñas completaran la educación primaria, el matrimonio infantil caería en un 14%, mientras que, si completaran la secundaria, esa cifra caería en un impresionante 64%. Los estudios muestran que las madres con estudios están más dispuestas a enviar a sus hijos – sobre todo a las niñas – a la escuela, y que un año más de educación puede incrementar el sueldo de una mujer hasta en una quinta parte.

Jordania acoge actualmente a más de 657.000 refugiados sirios registrados. De los 232.500 niños sirios refugiados en edad escolar, 145.000 estaban matriculados en algún centro educativo el año pasado, con un índice superior a la media entre las niñas refugiadas, con un 66,2%, comparado con el 62% de la totalidad de los niños sirios.

De vuelta en el apartamento tras finalizar su turno en la fábrica, Mohammed se sienta con su esposa y sus hijas y todos juntos repasan las tareas escolares para el día siguiente. Mohammed describe su satisfacción al ver a sus hijas absortas en sus estudios, y está agradecido de que, a pesar de su exilio, aún tengan la posibilidad de recibir una educación.

"Desde luego que Jordania no es como nuestro país. Pero aquí estamos a salvo, no como en Siria", dice Mohammed. "Los niños en Siria están creciendo con el sonido de los tanques y de las bombas, mientras que aquí están creciendo con bolígrafos, papeles y libros".

Esta historia aparece en "Her Turn" ("Ahora les toca a ellas"), un nuevo informe de ACNUR que revela que las niñas refugiadas en secundaria tienen un 50% menos de probabilidades de matricularse en un centro escolar que los niños de su misma edad, aunque las niñas suponen la mitad de la población refugiada en edad escolar.

Por Charlie Dunmore y Annie Sakkab desde Amman, Jordania

Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.