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Un refugiado afgano cambia las dificultades de la "Jungla" por la periferia de París

Historias

Un refugiado afgano cambia las dificultades de la "Jungla" por la periferia de París

Cansado de los problemas del famoso campamento de Calais, Shir Bahadar ha aceptado la oferta de una voluntaria que le ha invitado a trasladarse a su apartamento.
19 Junio 2018 Disponible también en:
Marion (izquierda) abrió su casa en Les Lilas, París, a Shir Bahadar (derecha), un refugiado de 26 años de Afganistán. Marion conoció a Shir en la Jungla, el famoso campamento de Calais.

 

LES LILAS, Francia – Hay espacio para todos en los tres sofás dispuestos en semicírculo en el salón de Marion. El apartamento es perfecto como lugar de acogida.

Shir Bahadar, de 26 años, natural del Afganistán, y su hermano Abdurrahman, de 16, están sentados uno al lado del otro en uno de los sofás y Marion les ofrece un plato de galletas.

Ella inicia la conversación. “Shir Bahadar, cuéntales cómo nos conocimos”.

“En Calais… y después tú y yo vinimos a París en coche,” responde él. Su dominio de la gramática francesa es todavía rudimentario pero suficiente para hacerse entender.  

“Estuve yendo a la “Jungla” durante un par de meses para ayudar,” dice Marion. “Hacía un poco de todo: pelar cebollas, repartir ropa o enseñar francés. Un día, un miembro de una de las organizaciones me preguntó si podría llevar a en mi coche a París a un joven que tenía una cita en la OPFRA (la Oficina Francesa de Protección de los Refugiados y los Apátridas).

“Estaba a punto de regresar a París y Shir Bahadar vino conmigo y se quedó en mi casa. Como vivo sola y no lo conocía pregunté si también podría quedarse alguien de la organización.

“Me pareció que era un muchacho agradable, de modo que le dije que podía volver”.

“Había una pareja de voluntarios que también regresaban a casa pasando por París. Creo que vivían en Aviñón o cerca de allí. Se quedaron todos a dormir aquí la primera noche y al día siguiente los voluntarios se marcharon.

“Shir Bahadar acudió a su cita en la OPFRA. Me pareció que era un muchacho agradable, de modo que le dije que podía volver”.

En los meses siguientes el joven se desplazó en varias ocasiones a la Jungla y de regreso al apartamento de Marion, que está situado en las afueras de París.

“Regresé a Calais porque esa era mi dirección de correo y mi lugar de residencia oficial y también porque tenía allí mis pertenencias. Pero hubo problemas. Había peleas todo el tiempo y yo odio las peleas, de modo que decidí que ya estaba harto de Calais”.

“Telefoneé a Marion y le pregunté si podría volver y ella me dijo que lo hiciera”.

Ambos han compartido la casa durante casi un año y en ese tiempo se ha creado un fuerte vínculo entre la anfitriona y su huésped.         

Hace unos seis meses, en la casa de Les Lilas se recibió una noticia que cambió sus vidas: Abdurrahman, hermano pequeño de Shir Bahadar, a quien todos daban por muerto, localizó a su hermano mayor en internet.

“De hecho estaba en Alemania”, dice Shir Bahadar. “Salimos juntos del Afganistán y la policía nos separó en Bulgaria. Yo les dije que era mi hermano y no quería separarme de él pero no me escucharon”.

“Así que nos separamos. No teníamos teléfonos y perdimos el contacto durante seis o siete meses. El estaba herido y varias personas me dijeron que había fallecido. Todos lloraban. Mis padres lloraban... Y así estaban las cosas. Sin embargo, una voz dentro de mí me decía que tal vez no estuviera muerto…”       

Abdurrahman, protagonista del milagro, se reunió con su hermano en Francia y se hicieron cargo de él los servicios de ayuda social a la infancia. “Han hecho una gran labor”, dice Marion. “Cuando apareció se lo llevaron inmediatamente. De no haber sido así yo lo habría acogido, por supuesto. Le dieron alojamiento en un albergue pero viene aquí a menudo, prácticamente cada dos días. Sabe que puede venir cuando quiera”.

Shir Bahadar se siente muy feliz de tener a su hermano con él en Francia, “y también mi hermana”, añade con su mano en el hombro de Marion.

 

Esta historia es parte del capítulo francés de No Stranger Place, desarrollado y fotografiado por Aubrey Wade en colaboración con ACNUR, que muestra a refugiados y las personas que los han acogido en Europa. La exhibición se podrá visitor en Ground Control en París desde el 20 de junio de 2018.

Gracias a la Voluntaria en Línea Luisa Merchán por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.