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Los valores fundamentales de las Naciones Unidas guían la carrera de Volker Türk en ACNUR

Historias

Los valores fundamentales de las Naciones Unidas guían la carrera de Volker Türk en ACNUR

Volker Türk deja la Agencia de la ONU para los Refugiados después de una carrera de 30 años por el mundo, y que lo ha visto encarnar los compromisos de la organización con la protección de las personas refugiadas.
15 Julio 2019 Disponible también en:
Volker Türk, Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR, visitó el campamento de Refugiados Kutupalong, en Bangladesh.

El 13 de abril de 1989, un estudiante de derecho de 24 años, caminó a la sede de la ONU en Viena para el primer día de un contrato de corta duración. Pocos le prestaron atención a Volker Türk esa mañana.

“Recuerdo estar extremadamente nervioso… Tomé el subterráneo. Iba vestido con un traje. Solo recuerdo ir donde los guardas de seguridad en la entrada de la ONU… Tenía esta sensación de salir de mi propio país e ir al mundo”, dijo en una entrevista.

Türk dejará esta semana su puesto de Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, después de una carrera de liderazgo a la vanguardia de los principales temas de preocupación de la organización. Como autoridad legal, él ha sido incansable defensor del marco para las personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas en un mundo en constante cambio. Como administrador, él ha ayudado a dar forma a la organización.

Sobre todo, sus valores, su profesionalismo, su expertise y su estilo personal vinieron a encarnar lo que defiende el ACNUR.

Cientos de personas, incluso externas a la organización, asistieron a una despedida en Ginebra este mes, antes de pasar a un nuevo puesto como Subsecretario General de Coordinación Estratégica en la Oficina Ejecutiva del Secretario General de la ONU. La pérdida de Ginebra es la ganancia de Nueva York.

Es un testimonio del afecto que sienten los colegas por él, que es ampliamente conocido por un solo nombre: Volker.

“Integridad…conocimiento…pasión”.

“Me estaba esforzando por encontrar las palabras adecuadas para describir el servicio de Volker a ACNUR”, dijo el Alto Comisionado Filippo Grandi en la despedida. “Yo uso la palabra ‘integridad’. Yo uso la palabra ‘coherencia’. Utilizo las palabras ‘conocimiento’, ‘creatividad’ y ‘pasión’".

Türk fue Director de la División de Protección Internacional durante casi seis años hasta 2015 y Grandi dijo que llegó a “simbolizar la protección de los refugiados”.

Los valores humanitarios de Türk son profundos.

Creció en Viena, cerca de la ciudad de Linz, en un momento en que muchos austriacos se preguntaban cómo su país había caído bajo el dominio de los nazis décadas antes. De adolescente aprendió idiomas y leyó filosofía, literatura y teología. En un momento dado, una carrera en antropología era una forma de poner en práctica su pasión por la justicia social. Finalmente, se decidió por derecho, completando en 1992 un doctorado en la Universidad de Viena sobre ACNUR y su mandato, un tema premonitorio, tal como resultó.

Durante su adolescencia, dos experiencias personales moldearon sus valores.

Un día, su clase recibió un artículo sobre cómo los niños en muchas partes del mundo luchan por obtener una educación. Luego, a la clase se le dio una copia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que habla sobre el derecho a la educación. La lección lo conmovió.

“Todavía tengo esa copia. La llevé a todas partes donde iba”, dijo. En estos días, la copia está maltratada por el uso excesivo.

También asistió a la inauguración de la sede de la ONU en Viena: “Me enamoré de la ONU. Tiene esta visión de un mundo que abarca la diversidad, es rico en cultura, en las personas, en todo”.

La carrera de Türk es guiada por un compromiso para que la comunidad internacional apoye a las personas refugiadas y apátridas, así como a las comunidades que les acogen.

“Lo que hacemos tiene su valor”.

Sirvió en todo el mundo en una sucesión de roles sénior demasiado numerosos para mencionarlos. Sus roles incluyeron Representante en Malasia, Asistente del Jefe de Misión en Kosovo, así como Coordinador Regional de Protección en la República Democrática del Congo.

Más recientemente, se desempeñó como Director de Organización y Gestión, liderando el proceso de cambio estructural y de gestión del ACNUR. Tuvo un papel central en el desarrollo de las prioridades estratégicas globales del ACNUR, así como su Marco de responsabilidad de gestión global y su Metodología de evaluación de necesidades globales. Ambos marcos fueron los primeros para la organización.

También dirigió el desarrollo del Pacto Mundial sobre los Refugiados y actuó como impulsor de la Campaña #IBelong para acabar con la apatridia.

Pero nombrar esos roles de manera aislada es perder un aspecto crucial de la filosofía. Él ve al ACNUR como una organización fundamentalmente centrada en las personas.

“Lo que hacemos tiene su valor ... (porque) en realidad toca la vida de las personas ... Les da las opciones, las libertades y los derechos que necesitan”, dijo en un discurso de despedida que describió como el más difícil que había dado debido a la emoción de la ocasión.

“La gente en el centro”.

En cada función, Türk dijo que se había tomado el tiempo para escuchar las historias de las personas con las que trabajaba. A veces eso incluso significaba esquivar el protocolo e ir de incógnito. El objetivo nunca fue tener aventuras, ni siquiera principalmente obtener información sobre el terreno. Más bien, dijo, fue para refrescar la empatía de donde debería fluir todo el trabajo.

“Tenemos que seguir colocando a las personas en el centro de lo que hacemos para que podamos seguir siendo lo más eficaces posible para cumplir con nuestras responsabilidades de mandato”, dijo en un mensaje de despedida.

Cuando se le pidió que nombrara una experiencia poderosa entre los refugiados, señaló un incidente al principio de su carrera cuando fue el oficial a cargo en Kuwait después de la primera Guerra del Golfo.

La vida de la gente había sido alterada. Muchos estaban detenidos. Otros quedaron apátridas por el conflicto.

“Escuchas... y te emociona y tuve que aprender a lidiar con eso”, dijo. Pero la empatía se convirtió en acción.

Él pudo sacar a algunas personas de la detención y a otras fueron reasentadas en un tercer país. También negoció el acceso de los apátridas a la educación.

Ese episodio le mostró a Türk que el mandato de ACNUR, que está enraizado en los valores de la ONU, permite a las personas hacer cosas extraordinarias.

En un momento en que la solidaridad con los refugiados está amenazada, ese mandato y esos valores nunca han sido tan importantes.