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El Alto Comisionado pide apoyo para Sudán ante la llegada de refugiados de Etiopía

Historias

El Alto Comisionado pide apoyo para Sudán ante la llegada de refugiados de Etiopía

Filippo Grandi también lanzó un llamamiento por casi 150 millones de dólares para ayudar al Gobierno de Sudán a asistir a los refugiados.
30 Noviembre 2020 Disponible también en:
Berhane, refugiado de Etiopía de 31 años, con su hija en el centro de recepción fronterizo de Hamdayet, en el este de Sudán.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, pidió el domingo apoyo internacional para Sudán, ya que el país acoge a más de 43.000 refugiados que han huido de los combates en la vecina Etiopía en las últimas semanas.


Grandi dijo que la decisión del Gobierno de Jartum de acoger a los refugiados, casi la mitad de los cuales son niños y niñas, es un ejemplo para la comunidad internacional, pero el país necesita ayuda para asumir esta nueva responsabilidad.

Habitantes de la región de Tigray, en el norte de Etiopía, han ingresado a Sudán por el puesto fronterizo de Hamdayet, en el este del país, así como a través de otros dos puestos fronterizos, uno en el estado de Kassala y otro en Lugdi, en el estado de Gedaref.

“La mejor tradición de la hospitalidad africana y sudanesa”

Sin embargo, el Gobierno de Jartum ha identificado el sitio de Um Raquba, a unos 70 km al oeste de la frontera, como un lugar para que los refugiados reciban asistencia con mayor seguridad. Alrededor de 10.000 refugiados ya han sido trasladados allí.

“El Gobierno de Sudán ha mantenido la frontera abierta en la mejor tradición de la hospitalidad africana y sudanesa y quiero destacarlo como un ejemplo para la comunidad internacional. Pero el Gobierno de Sudán necesita mucha ayuda”, explicó.

El Alto Comisionado lanzó un llamamiento para solicitar 147 millones de dólares (USD) en los próximos seis meses para que ACNUR, las Naciones Unidas y la comunidad humanitaria ayuden a Sudán a gestionar la crisis.

“También estoy aquí para ayudar a movilizar asistencia para proporcionar alimentos, agua, medicinas y albergue”, añadió.

Grandi dio estas declaraciones en Hamdayet en una visita de cuatro días en Sudán durante la cual se reunió con el Primer Ministro Abdalla Hamdok y otros funcionarios del Gobierno en Jartum. También habló con las personas refugiadas en la calurosa y polvorienta frontera con Etiopía, por donde ingresan al país. Muchos dijeron que querían volver a casa tan pronto como la situación de seguridad lo permitiera.

ACNUR ya ha comenzado a enviar ayuda por vía aérea a Sudán desde sus reservas mundiales en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) para entregar mantas, lámparas solares, mosquiteros, lonas de plástico, carpas y almacenes prefabricados para los refugiados.

“Este año ha sido muy estresante”

Grandi instó a la mediación para poner fin al conflicto, haciéndose eco de los llamamientos del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, y de la Unión Africana. También indicó que le preocupa la situación de los casi 100.000 refugiados de Eritrea que se encuentran en la región etíope de Tigray.

“Etiopía es un país muy hospitalario con los refugiados, pero ahora que están atrapados en este conflicto, no tenemos acceso a ellos”, dijo.

Los refugiados informaron que huyen del conflicto, pero también de la violencia intercomunitaria.

Berhane, de 31 años, huyó de su casa en la ciudad de Humera, en la región de Tigray, la semana pasada y llegó a Sudán. Este profesor de geografía dijo que este año fue difícil incluso antes del comienzo de los combates, porque su escuela había cerrado debido a la pandemia de COVID-19.

Su esposa, también maestra, había perdido su trabajo cuando las escuelas cerraron y estaba visitando a su familia en otro lugar, así que ahora había perdido el contacto con ella. Su hija dijo que extrañaba a su madre, pero guardaba la esperanza de que la familia pronto se reuniría.

La madre de Berhane, Koros, lloraba mientras contaba como huyó después de escuchar los disparos y el estallido de las bombas a principios de este mes.

“Este año ha sido muy estresante porque el coronavirus ya tuvo su impacto en nuestra vida diaria, en nuestra economía, en nuestra salud mental y luego también estalló esta guerra”, dijo Berhane. “Así que esas cosas juntas nos generan más estrés”.

Se han establecido servicios de búsqueda de familias que han reunido a muchos refugiados separados.