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COVID-19, primer lugar en la lista de crisis de desplazamiento que carecen de fondos en 2021

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COVID-19, primer lugar en la lista de crisis de desplazamiento que carecen de fondos en 2021

Un nuevo informe muestra que la respuesta de ACNUR a la pandemia ha recibido apenas un tercio de los fondos que se requieren este año, lo cual pone en riesgo la salud y el bienestar de las personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo.
17 Septiembre 2021 Disponible también en:
Joven siria refugiada recoge ropa lavada en medio de una tormenta en un asentamiento informal en el Valle de la Becá, Líbano, en febrero de 2021.

De acuerdo con un nuevo informe que muestra que la respuesta de ACNUR a la pandemia encabeza la lista de emergencias con menos fondos en 2021, los esfuerzos globales por proteger a las personas desplazadas por la fuerza del impacto económico y sanitario de la COVID-19 se encuentran bajo amenaza debido a la escasez de recursos monetarios.

Irak y Siria se encuentran entre las situaciones de emergencia en las que ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, enfrenta una posible falta de recursos con consecuencias desastrosas; en ellas, corren peligro la seguridad y el bienestar de millones de personas mientras se apresuran para preparase para el amenazante invierno.

El informe revela que, si bien se calculó que se requieren $924 millones de dólares (USD) para cubrir las necesidades relacionadas con la COVID-19, al 31 de agosto tan solo se habían recibido $307.3 millones de dólares (USD), es decir, un tercio del total requerido. El déficit expone a las personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas al virus y a su impacto económico, que incluye la pérdida de ingresos y la amenaza de desalojo.

“La pandemia ha causado estragos en la vida de las personas desplazadas y apátridas, estragos que van mucho más allá del riesgo al contagio. No contar con los fondos para responder a la pandemia agrava la situación”, comentó Ann Burton, Directora de Salud Pública de ACNUR, en una conferencia de prensa en Ginebra.

“El impacto de las consecuencias económicas de la pandemia ha sido mayor para las personas refugiadas”, añadió Burton. Mientras se cerraban las contraventanas de negocios y centros de trabajo, antes que nada, desaparecían los precarios medios de vida. La carencia económica se tradujo en mayor riesgo de desalojo y en más dificultades para sufragar el costo de los alimentos y de otros productos básicos, lo cual aumentó el riesgo de explotación y violencia de género sin importar la edad de las personas.

El confinamiento y las restricciones fronterizas que impusieron los países en respuesta a la pandemia también excluyeron y pusieron en peligro a quienes hacían lo posible por cruzar las fronteras en busca de protección. Al mismo tiempo, la desigualdad en el acceso a las vacunas en muchos Estados que han dado acogida a las personas refugiadas aumenta el riesgo de que tanto las personas desplazadas como apátridas queden a la deriva en el crudo invierno.

“ACNUR exhorta nuevamente a los Estados para que compartan, de manera oportuna, el excedente de dosis con COVAX, con el objetivo de atender la desigualdad mundial en el acceso a las vacunas e impedir que la pandemia se prolongue aún más”, indicó Burton.

En Irak, las operaciones de ACNUR de este año han recibido apenas el 34% del total de fondos que requieren; las sigue de cerca la situación en Siria, con 39%.

En los países que se han visto afectados por las emergencias en Siria e Irak, la COVID-19 ha agravado muchos de los desafíos que ya enfrentaban 3,3 millones de personas refugiadas, desplazadas internas y retornadas, quienes requieren asistencia urgente en preparación para el invierno.

Entre otras intervenciones, la ayuda en efectivo resulta crítica para cubrir sus necesidades básicas. La falta de fondos suficientes para cubrir requerimientos básicos pondrá en grave peligro el bienestar y los medios de vida de quienes se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad.

Las situaciones en Venezuela, Sudán del Sur y República Democrática del Congo se encuentran entre las respuestas en el mundo que hacen lo posible por obtener suficiente apoyo monetario de los donantes; todas ellas han recibido menos de la mitad de los fondos que necesitan en 2021.

El informe resalta que ninguna situación es irremediable. Esto quedó claro con el aumento de fondos comprometidos recientemente en favor del llamado de ACNUR por la situación en Afganistán, lo cual ayudó a que esta emergencia dejara de formar parte de las diez con mayor carencia de fondos.

No obstante, Afganistán sigue siendo la excepción que comprueba la regla: muchas situaciones de desplazamiento continúan siendo ignoradas, lo cual se traduce en bajos niveles de financiamiento que solo reciben atención cuando dan pie a emergencias que ponen en riesgo la vida y, por tanto, ocupan los reflectores en la agenda internacional.

El informe sobre las “Situaciones de desplazamiento que más carecen de fondos en 2021” se encuentra disponible en inglés aquí.