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Joven afgana usa conocimientos lingüísticos para ayudar a médicos en Lesbos

Historias

Joven afgana usa conocimientos lingüísticos para ayudar a médicos en Lesbos

Amena Yusufi, 21, puts her knowledge of five languages to use interpreting for refugees and medical teams in a tent on the Greek Island of Lesvos. [for translation]
20 Noviembre 2015 Disponible también en:
Amena Yusufi, refugiada afgana de 21 años, trabaja como voluntaria con un equipo médico en el Centro de Recepción/Inscripción de Moria, en la isla griega de Lesbos.

LESBOS, Grecia, 20 de noviembre (ACNUR) – Amena Yusufi, una mujer afgana de 21 años, emerge de una tienda de campaña de asistencia médica en el concurrido centro de recepción e inscripción de Moria en Lesbos y llama al paciente siguiente. Una madre y su bebé dan un paso hacia adelante.

Amena escucha pacientemente a la madre, que explica que el bebé lleva días con problemas de estómago. Después, transmite la información a un médico voluntario.

Amena Yusufi no es médico ni enfermera. Pero en Moria, donde se inscriben más de 2.000 refugiados al día, los cuatro idiomas que habla además de su pastún nativo, son vitales para la comunicación entre sus compañeros refugiados y migrantes y los voluntarios que llegan de todo el mundo para ayudarlos.

"Solo quiero ayudar a la gente, y esto es lo que puedo hacer ahora", dice. La propia Amena llegó a Lesbos por mar el domingo. En su país, estudiaba economía en la Universidad Americana de Afganistán en Kabul y también trabajaba como administrativa para el gobierno afgano. Aun tiene la esperanza de convertirse en profesora algún día, o "alguna otra profesión en la que pueda ayudar a todo el mundo."

Amena llegó a Lesbos con su madre, su padre, dos primos y cinco hermanos menores que ella. La familia huyó de Afganistán después de que su padre decidiera que ya no estaban seguros allí. Había luchado en Kunduz, una ciudad del norte del país tomada por los insurgentes en septiembre. Temía que el grupo tuviera en el punto de mira a la familia si se quedaban en Kabul.

Desde enero, más de 820.300 refugiados han llegado a Europa por mar, 135.000 de los cuales solo en el mes de octubre, según cifras recogidas por ACNUR. Aproximadamente el 57% de ellos han pasado por Lesbos, situada a solo 10 kilómetros de la costa turca. La isla continua recibiendo 3.300 nuevos refugiados y migrantes diariamente.

Los afganos representan una proporción creciente en las llegadas a Lesbos, con un 32% del total. Solo se ven superados por los sirios, que suman el 56%, y superan en mucho a los iraquíes, que representan el 6%.

Amena dice que su familia llegó a Turquía en avión hace un mes e intentaron cruzar el mar Egeo hasta Lesbos en cuatro ocasiones. Cada miembro de la familia pagó 1.000 dólares estadounidenses por subir a un endeble bote hinchable de goma abarrotado con 45 personas, todas afganas. Las tres primeras veces, la embarcación se hundió y las autoridades turcas los rescataron, en su cuarto intento, finalmente consiguieron su objetivo.

Amena describe el viaje como "aterrador". "Lo perdimos todo en el bote: nuestro dinero, teléfonos, papeles, todo", relata la joven.

En Moria, durante tres noches durmieron en una tienda de campaña de plástico en un olivar, fuera de los límites oficiales del campamento, junto con otros cientos de personas. Moria y Kara Tepe, el otro centro de recepción de la isla, tienen una capacidad conjunta para solo 2.800 personas aunque según la policía, la media diaria de refugiados en la isla ha sido de 8.800 en noviembre y de 9.000 en octubre.

ACNUR ha hecho un llamamiento para que se incrementen las capacidades de recepción en Lesbos, así como los preparativos para el invierno, a medida que las temperaturas descienden.

Para ayudar en estas frías noches, ACNUR dio mantas a la familia, mientras agencias asociadas les ofrecieron alimentos y ropa, pero Amena dice: "El afecto ha sido lo más importante. Estamos seguros aquí."

En Grecia, la recepción e inscripción de refugiados y migrantes es competencia del gobierno griego. El ayuntamiento de Lesbos y la policía local gestionan los dos centros principales: Moria y Kara Tepe, con la ayuda y el apoyo de ACNUR y varias ONG internacionales y grupos voluntarios de ayuda.

Recientemente, ACNUR instaló 250 unidades de alojamiento para familias refugiadas, incluidas 62 en Moria. Otras 114 están pendientes de instalación en Moria, Kara Tepe y los emplazamientos que las organizaciones asociadas con ACNUR tienen en toda la isla.

"Quiero que mis hijos vean más felicidad en su infancia", dice Amena, explicando que ella no disfrutó de mucha felicidad mientras crecía. "Quiero que jueguen con muñecas y juguetes."

También quiere vivir en un lugar donde a las mujeres – sobre todo a las mujeres con formación – se las trate de una manera más igualitaria.

"En Afganistán, a la gente no les gustan las mujeres así", dice refiriéndose a su educación. "No somos libres. La gente nos ataca. Las mujeres son más respetadas y están más seguras en Europa. Quiero vivir en un lugar donde se trate igual a todo el mundo, ya sea tayiko, afgano o europeo."

La familia se marchó de Lesbos en ferry a Atenas el martes por la noche. Se desconoce su destino final.

Por Tania Karas, desde Lesbos

Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.

ACNUR