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Tarjetas de identidad aportan ventajas vitales para sursudaneses en Sudán

Historias

Tarjetas de identidad aportan ventajas vitales para sursudaneses en Sudán

Una madre refugiada agradece la tarjeta de identidad que le entregaron las autoridades sudanesas después de experimentar un trabajo potencialmente fatal en Jartum.
30 Marzo 2015 Disponible también en:
Esta refugiada sursudanesa de 35 años no era consciente de que la tarjeta de identidad que recibió gracias a un programa gubernamental apoyado por ACNUR le daría acceso a asistencia médica gratuita.

JARTUM, Sudán, 30 de marzo de 2015 (ACNUR) – Teresa Majouk*, una refugiada sursudanesa de 35 años, no apreció la importancia de la tarjeta de identidad que había recibido de las autoridades sudanesas hasta que se le presentó un parto difícil el mes pasado.

Era medianoche cuando Gai Deng oyó los primeros gritos de su esposa en Mayo, uno de los, aproximadamente, 30 asentamientos informales que hay por todo el estado de Jartum. Este lugar es el hogar de Gai y su familia desde que huyeron de la violencia en Sudán del Sur en febrero de 2014.

Antes del parto, ningún miembro de la familia había utilizado las tarjetas de identidad que el Gobierno de Sudán, con el apoyo de ACNUR, empezó a distribuir en febrero, de manera gratuita, entre el medio millón de sursudaneses que se calcula que viven en Sudán.

Una comadrona anciana, con manos ajadas pero firmes, llegó pronto a la casa de Teresa y Gia, donde descubrió que el bebé venía mal colocado. Teresa necesitaba una cesárea.

"Deben llevarla al hospital inmediatamente, allí la atenderán mejor. Si no lo hacen, ella y el bebé morirán", urgió la comadrona.

Aterrorizado, Gai llevó a su esposa rápidamente al Academic Teaching Hospital, que se encuentra cerca de su casa. En este hospital, le dijeron que la operación costaba 1.500 libras sudanesas, y que tenía que pagar por adelantado para que se llevara a cabo en las 48 horas siguientes.

Gai, que trabaja la cerámica y tiene poco dinero, ofreció empeñar su anillo de bodas y su reloj como pago de la operación, pero el hospital no lo aceptó. Desesperado, volvió a Mayo con la esperanza de conseguir que miembros de su comunidad le prestaran el dinero. Allí se encontró a la comadrona, que le dijo que utilizara la tarjeta de identidad de Teresa.

"Con las tarjetas de identidad, los refugiados sursudaneses pueden acceder a todos los servicios básicos, incluida la asistencia sanitaria gratuita en los hospitales públicos", le dijo la comadrona.

Gai corrió de vuelta al hospital con la tarjeta de identidad de su esposa. Desde ese momento, le cancelaron todas las facturas médicas.

Teresa se encuentra entre los cerca de 500.000 sursudaneses refugiados en Sudán que tendrán acceso a los servicios básicos y de urgencias gracias a estas nuevas tarjetas de identidad.

"La asignación de las tarjetas de identidad es uno de los hechos más importantes en la vida de los refugiados sursudaneses en Sudán porque tenerlas les facilita un paquete de derechos, incluido el de estancia indefinida en el país", dice Mohammed Adar, representante de ACNUR en Sudán.

"Considerando el número de personas que vienen a inscribirse y recoger sus tarjetas de identidad, podemos decir que las personas de Sudán del Sur se están concienciando progresivamente de los beneficios que comporta tener estas tarjetas".

Desde que estalló la guerra en Sudán del Sur en diciembre de 2013, más de 120.000 sursudaneses han buscado refugio en Sudán, sumándose a otras 350.000 personas que se quedaron en el país tras la secesión de Sudán del Sur en 2011. Todos ellos pueden solicitar la tarjeta de identidad.

Hasta ahora, las autoridades han emitido más de 100.000 tarjetas de identidad para los refugiados sursudaneses en la zona de Jartum, de un total de 115.000 personas que se han inscrito en esa área.

"No paro de dar gracias a Dios por el hecho de haber recibido la tarjeta de identidad solo una semana antes de un parto tan complicado", dice Teresa, mientras sonríe a su bebé.

*Se han cambiado todos los nombres para proteger la identidad de los refugiados.

Mohamed Elnaiem y Bahia Egeh desde Jartum, Sudán

Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.