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Empujados por el hambre, sirios se alimentan de pasto

Comunicados de prensa

Empujados por el hambre, sirios se alimentan de pasto

Civiles famélicos atrapados en la ciudad siria sitiada se alimentaban de pasto y de hierbas durante una horrible crisis humanitaria.
12 Enero 2016 Disponible también en:
Una niña siria espera con su familia para abandonar la ciudad sitada de Madaya en Siria, 11 de enero de 2016.

MADAYA, Siria, 12 de enero de 2016 (ACNUR) – Civiles famélicos atrapados en esta ciudad siria sitiada se alimentaban de pasto y de hierbas durante una horrible crisis humanitaria que solamente terminó cuando un convoy de ayuda de emergencia llegó esta semana, dijo la Agencia de la ONU para los Refugiados el martes.

El ACNUR hizo parte de una caravana de más de 40 camiones que durante la noche entregaron ayuda de emergencia consistente en alimentos y cobijas a miles de personas atrapadas en la ciudad de Madaya, controlada por los rebeldes, donde más de 40.000 civiles han estado aislados en condiciones desesperadas y sin ayuda por casi tres meses.

Simultáneamente, se entregó de la misma manera asistencia humanitaria en un convoy de 21 camiones a Faa'a y Kefraya en la Gobernación de Idlib de aproximadamente 20.000 personas.

Los primeros cuatro camiones llegaron a la ciudad poco después del anochecer del lunes (11 de enero) en un frío glacial. Inmediatamente fueron rodeados por niños y adultos que tiritaban, algunos de ellos mostraban claros signos de desnutrición y pedían desesperadamente alimentos, según el representante del ACNUR en Siria que estaba en el convoy.

"Estábamos horrorizados", dijo Sajjad Malik. "La mayoría de ellos no había comido pan, arroz o verduras desde hace mucho tiempo. Estaban esperando algo desesperadamente mientras estábamos descargando los carros . . . los niños y todos los que estaban alrededor de los carros estaban pidiendo algo (para comer) . . . pudimos ver lo desesperada que es la situación".

La ayuda del convoy de ONU/CICR/SARC que logró pasar tras negociar un alto el fuego fue la primera en llegar a Madaya desde octubre. Un médico local informó que muchos residentes habían muerto de hambre, y que entre 300 y 400 personas sufrían de desnutrición en la ciudad, donde casi se habían agotado las reservas de alimentos, dijo Malik.

La OMS y SARC están planeando hacer una evaluación en los próximos días para determinar el número de personas que sufren de malnutrición.

"No queda nada en Madaya . . . en el mercado obviamente no hay nada", dijo a los periodistas en una conferencia telefónica desde Damasco, poco después de regresar de Madaya.

Los trabajadores humanitarios descargaron un cargamento con asistencia alimentaria, mantas y medicamentos durante toda la noche en la aislada comunidad, donde los hambrientos residentes, incluyendo niños, se han visto obligados a alimentarse de pasto – su última fuente de nutrición – en las zonas que circundan la aislada ciudad.

"Han estado yendo por ahí buscando pasto o hierbas . . . y usan un poco de especias y hacen sopa. No hay comida real", dijo Malik

Malik dijo que los pocos y exiguos suministros de alimentos que quedaron en la ciudad se vendían a precios exorbitantes – un kilo de arroz se vendía por US $300. "Según se ha reportado alguien vendió una moto para adquirir cinco kilos de arroz porque no hay comida", dijo.

Se ha previsto que lleguen otros dos convoyes a Madaya en los próximos días. Malik resaltó que es vital que se permita que llegue más ayuda a la ciudad durante todo el invierno, así como a todas las demás áreas de difícil acceso y asediadas que permanecen aisladas en estado de sitio.

"Si no podemos sostener este apoyo a estas comunidades, incluso el esfuerzo de ahora . . . con todos estos camiones será otro paño de agua tibia, porque dentro de un mes ellos se quedarán sin alimentos y medicinas", dijo. "Lo que vimos en Madaya no debería ocurrir en ningún lugar en este siglo, no debió haber sucedido ahora".

A medida que la crisis en Siria se acerca a su sexto año, más de 4,5 millones de personas en el país viven en zonas de difícil acceso, incluyendo cerca de 400.000 personas en 15 localidades asediadas que no tienen acceso a la ayuda que necesitan desesperadamente.