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Grandi se reúne con algunos de los dos millones de desplazados por el conflicto en Ucrania

Historias

Grandi se reúne con algunos de los dos millones de desplazados por el conflicto en Ucrania

El Alto Comisionado insta a tener redes de seguridad para quienes están en seria necesidad, como adultos mayores, personas con discapacidades y las personas más pobres.
22 Noviembre 2016 Disponible también en:
Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, habla con Vlada, una desplazada ucraniana de 15 años, sobre su deseo de volver a estudiar.

MAYORSK, Ucrania, 22 de noviembre de 2016 (ACNUR) – Las líneas en el punto de cruce son largas y el clima está helado.

"Llevo una hora aquí esperando", le dijo un hombre a Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. "Me tomará en total cinco horas solo para cruzar".

Grandi estaba haciendo su primera visita a Ucrania como Alto Comisionado, puesto que asumió en enero. Dos años y medio de conflicto han dejado más de dos millones de ucranianos desplazados de sus hogares en otras partes del país en Rusia como refugiados.

Dividió el país, en áreas no controladas por el Gobierno en el este, la región Donbass, y la mayoría del territorio bajo el control del Gobierno.

"Los civiles son quienes están muy atrapados"

Mayors es uno de los muchos puntos de cruce donde las personas pueden ir y volver. Es un proceso lento y tortuoso, pero cada día miles de personas cruzan por aquí.

"Los civiles son quienes están muy atrapados en la lógica de este conflicto", dijo Grandi.

Muchas de las personas que se alinean para cruzar a los sectores no gubernamentales son desplazadas. Ellos vuelven para visitar a parientes o para revisar sus casas, que a menudo están afectadas por los combates y bombardeos.

Según le comentó un hombre a Grandi, muchas de las personas que cruzan son pensionadas. Ellos tienen que cruzar a las áreas gubernamentales para poder recibir sus pequeñas pensiones. Para ello deben producir un pase electrónico que permita el movimiento a través de la línea.

Antes, Grandi visitó una instalación de alojamiento en Sviatonhirsk, para casi 200 personas desplazadas con discapacidades y sus cuidadores, muchos de ellos han tenido que desplazarse más de una vez.

Oficialmente, hay 66.434 personas con discapacidades desplazadas registradas den Ucrania, más de cuatro por ciento de número total de desplazados.

En Sviatohirsk, son albergados en un sanatorio en desuso de la era soviética. Los residentes se amontonaron alrededor de Grandi, algunos en sillas de ruedas, otros son ciegos. Ellos cubren sus necesidades inmediatas con el dinero de sus beneficios por discapacidad y tienen calefacción, pero no tienen agua caliente, debido a grandes cuentas de agua y electricidad que no se han pagado.

"Realmente necesitamos trabajar con el Estado para desarrollar sistemas"

El equipo de 35 personas no ha recibido pago en dos años y trabajan como voluntarios. Los sanatorios no están subsidiados ni por los gobiernos locales o nacionales, como fue el caso en la era soviética.

ACNUR, junto con sus socios de las ONG, brindan a estas personas desplazadas carbón y madera, mantas, y apoyo legal y de necesidades básicas. Grandi, quien se reunió con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko el lunes, prometió pedir más apoyo para las personas afectadas por el conflicto.

"Realmente necesitamos trabajar con el Estado para desarrollar sistemas", dijo. "Esto para poder brindar redes de seguridad para quienes están en seria necesidad, como los adultos mayores, las personas con discapacidad y las personas más pobres".

El Alto Comisionado también conoció a Vlada, una chica de 15 años, de una ciudad a las afueras de Luhansk. Vlada está confinada a una silla de ruedas e insistió en hablar con Grandi en inglés, idioma que ella aprendió sola. También aprendió piano por sí misma.

Ella dijo que había aprendido inglés para conocer el mundo, pero le dijo al Alto Comisionado, "ahora quiero ir a la escuela".

Antes del conflicto, ella asistía a una escuela que había sido equipada con rampas para sillas de ruedas. Pero la escuela local en Sviatohirsk no tiene rampas y las clases se dan en un segundo piso. Ahora, ella tiene que estudiar en su habitación con una maestra que la visita para que reciba un poco de educación.

Grandi dijo que su organización intentará identificar una solución para permitir que Vlada pueda volver a la escuela.

"Creo que lo estás haciendo muy bien", le dijo a Vlada. "Pero las organizaciones como ACNUR continuarán comprometidas con asegurar que las personas como tú tengan acceso a servicios y derechos básicos como la educación y una vida digna".