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Desplazados regresan a sus hogares en el estado de Rakhine, Myanmar

Comunicados de prensa

Desplazados regresan a sus hogares en el estado de Rakhine, Myanmar

2 Mayo 2016 Disponible también en:
Una mujer desplazada en un hogar temporal en el municipio de Minbya, estado de Rakhine, Myanmar.

MINBYA, Myanmar, 2 de mayo de 2016 (ACNUR) – El hecho de poder sentarse una vez más en una habitación luminosa y aireada, y en su propia casa, es un cambio favorable para Amina*.

Ella y su familia están entre las 145.000 personas desplazadas a causa de la violencia intercomunitaria que azotó el estado de Rakhine, en el oeste de Myanmar, hace cuatro años. Alrededor de 20.000 casas fueron destruidas, la de Amina estaba entre ellas.

El año pasado, ella estuvo entre las 25.000 personas desplazadas internamente que pudieron abandonar sus refugios temporales y reconstruir sus casas gracias a un proceso guiado por el Gobierno de Myanmar.

"Estoy contenta de estar viviendo aquí. Esta es una buena casa, mucho mejor que el refugio temporal", dijo, sentada en su casa situada sobre pilares elevados cerca de los bancos de arena de uno de los muchos ríos y cauces que siguen su curso hasta la zona costera y desembocan en la Bahía de Bengala.

Durante el desplazamiento, Amina y su joven familia vivieron en una casa comunal junto a otras siete familias. Con poco espacio y en general, oscuros, los refugios temporales poseen una corta vida útil y se deterioran con el tiempo, lo que empeora las condiciones de vida de sus habitantes.

Muchos de los desplazados pudieron retornar y reconstruir sus casas – como Amina, su esposo Salim* y sus cuatro hijos – en el lugar desde donde huyeron en 2012. Como otros desplazados, la familia recibió ayuda en efectivo como apoyo para la compra de materiales para la casa.

Estos retornos y un pequeño número de reubicaciones tienen lugar en los pueblos de Kyauktaw, Mynbia, Mrak-U, Pauktaw y Rathendaung. El número de desplazados internos en el estado de Rakhine, cuya mayoría se identifica como Rohingya, es de 120.000 personas.

Observando con aprobación los altos pilares que elevan la casa varios metros por encima del terreno, Salim explicó: "Incluso durante las fuertes inundaciones del año pasado, pudimos permanecer en nuestra casa. El agua subió con rapidez pero no nos alcanzó". Varias zonas del estado de Rakhine son propensas a la inundación.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, en conjunto con otras organizaciones han estado monitoreando y asesorando el proceso. Además, la Agencia dio asesoría legal a las autoridades de Myanmar para asegurar que el regreso de los habitantes y su reubicación fueran seguros, dignos y voluntarios. Los nuevos poblados debían cumplir requisitos de viabilidad y sostenibilidad en términos de acceso a los medios de vida y servicios básicos.

La nueva vivienda construida por una familia desplazada retornada en el pueblo de Mrauk-U, estado de Rakhine, Myanmar.

"Esperamos que estos primeros traslados sean el primer paso hacia la finalización del desplazamiento y que le permitan a la gente reconstruir sus vidas y contribuir una vez más a la vida económica y social de sus comunidades", dijo Giuseppe de Vincentiis, representante de ACNUR en Myanmar.

"Esto también permitirá que la asistencia en estas áreas se pueda concentrar en la recuperación temprana, los medios de vida y el apoyo al desarrollo a largo plazo", agregó.

Además de las 120.000 personas que permanecen en situación de desplazamiento, todavía quedan desafíos considerables en Rakhine, donde alrededor de un millón de personas no tienen ciudadanía.

Rakhine es uno de los estados más pobres de Myanmar, donde la pobreza y la falta de desarrollo afectan a todas las comunidades. Esta situación empeoró luego de la violencia de 2012, que provocó brechas en los vínculos económicos y sociales intercomunitarios.

Entre las necesidades que todavía deben ser atendidas, figuran aquellas relacionadas con la falta de ciudadanía y las restricciones conexas – como la falta de libertad de circulación – la promoción de la coexistencia pacífica y la reconciliación entre las comunidades, el desarrollo socioeconómico y oportunidades de medios de vida para todos.

Por Kasita Rochanakorn en el pueblo de Minbya, estado de Rakhine, Myanmar.

Gracias a la Voluntaria en Línea Bettina Gadea Lara por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.

*Los nombres se han modificado por razones de protección.