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La buena voluntad de los ciudadanos puede ayudar a resolver la crisis de los refugiados

Historias

La buena voluntad de los ciudadanos puede ayudar a resolver la crisis de los refugiados

ACNUR sostiene discusiones sobre cómo compartir la responsabilidad de forma más equitativa, como parte de un proceso para elaborar un Pacto Mundial sobre Refugiados.
15 Noviembre 2017 Disponible también en:
Merry Alaya y su hijo Joud, son refugiados de Alepo, Siria. Ellos se mudaron a Reino Unido en febrero de 2017, bajo el Plan de Reasentamiento de Personas Vulnerables de Siria.

GINEBRA – Aprovechar la buena voluntad de las personas puede ayudar a hacer frente al creciente número de refugiados en todo el mundo, especialmente a la hora de ampliar las oportunidades para reasentarlos a terceros países, según se discutió esta semana en una reunión en Ginebra.

Las reuniones de los días 14 y 15 de noviembre fueron las últimas de una serie de discusiones temáticas convocadas por el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, como parte de un proceso para elaborar un Pacto Mundial sobre Refugiados, mientras el mundo lidia con cifras récord de personas refugiadas.

ACNUR busca formas de compartir la responsabilidad con los refugiados de manera más justa, lo que se quiere incluir en un programa de acción parte del Pacto, un proceso que se puso en marcha después de la Declaración de Nueva York para los Refugiados y Migrantes del año pasado.

Un tema importante en la reunión de dos días fue cómo aumentar las soluciones para la difícil situación de los refugiados, que podría incluir retornar voluntariamente a casa cuando las condiciones lo permiten, encontrar formas de ser autosuficiente en el país de asilo o ampliar las oportunidades para que los refugiados vayan a terceros países a través del reasentamiento tradicional o mediante una serie de vías complementarias.

Jennifer Bond, de la Iniciativa Global para el Patrocinio de Refugiados (GRSI, por sus siglas en inglés) les dijo a los delegados que la única manera de enfrentar los desafíos en la protección de refugiados era formar nuevas alianzas audaces y aprovechar "la compasión que sabemos que existe en los ciudadanos y comunidades en todo el mundo".

Hablando en la sesión del martes sobre cómo expandir las vías complementarias, Bond dijo que los programas privados de patrocinio que piden a los ciudadanos que asuman la responsabilidad de integrar a los refugiados en las comunidades locales tienen muchas ventajas.

Los ciudadanos canadienses han reasentado a 300.000 refugiados en los últimos 40 años, además del programa del Gobierno, que incluye a 18.000 sirios acogidos por más de 375 comunidades diferentes en Canadá en los últimos años.

"La compasión comunitaria existe en todo el mundo."

Bond dijo que tener patrocinadores involucrados en las iniciativas y haciéndose responsables por los recién llegados estaba dando sus frutos, con buenos resultados para los refugiados. La experiencia de Canadá mostró que los refugiados patrocinados por la comunidad se integraron bien, según la mayoría de los indicadores.

"Esto realmente no debería sorprendernos si piensas en los muchos beneficios que se obtienen cuando tienes un grupo de 10 o 20 o incluso 50 ciudadanos locales que ayudan a una familia de recién llegados", dijo Bond.

Esta ayuda toma muchas formas: encontrar y amueblar casas, clases informales de idiomas durante la cena, ayuda a los recién llegados a solicitar una licencia de conducir; presentar a una familia a nuevos vecinos, o ayudar a los niños con la tarea, aprender a patinar o jugar al fútbol.

El proceso de patrocinio también tuvo un efecto positivo en las comunidades, según Bond. Las comunidades pueden ser grandes o pequeñas y tienen muchas formas, como firmas de abogados de grandes ciudades, clubes de libros de vecindarios o pueblos rurales enteros. Todos informaron que el proceso de acogida de refugiados podría crear fuertes lazos.

Otro beneficio fue que la participación local ayudó a construir un apoyo político nacional más amplio, agregó Bond, trayendo "nuevas bases, nuevas voces, nuevas narrativas a los medios y nuevos aliados para el apoyo de la protección de los refugiados".

Bond dijo que la experiencia canadiense podría adaptarse a las circunstancias locales y que el GRSI – una coalición del gobierno canadiense, la Open Society Foundation, la Radcliffe Foundation, la Universidad de Ottawa y ACNUR – ya está ayudando a otros países como Argentina, Irlanda, Reino Unido y Nueva Zelanda para desarrollar sus propios programas a la medida.

"No hay nada mágico en el caso de Canadá. La compasión de la comunidad existe en todo el mundo, y por esa razón estos programas pueden tener éxito en todo el mundo", concluyó, alentando a los ciudadanos a ser parte de la solución.

"La mejor forma de resolver la situación de los refugiados es el abordar las causas fundamentales."

Kate Carr, directora adjunta de la oficina de apoyo al reasentamiento y la integración de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, dijo a los delegados cómo su propio Gobierno amplió su esquema de reasentamiento para personas vulnerables, que dio inicio como un pequeño programa en 2014, el cual aceptó a cerca de 250 personas refugiadas, y en 2015, creció a un compromiso de aceptar a 20.000 refugiados para 2020.

De acuerdo con Carr, el compromiso de la sociedad civil fue un factor de importancia en la expansión exitosa del programa. Muchas personas llamaron para ofrecer apoyo para ayudar a los refugiados sirios a reasentarse en el Reino Unido, y al aprovechar las muestras de buena voluntad, el Gobierno estableció un registro en línea que se vincula a la autoridad local más cercana.

"El compromiso de quienes quieren ofrecer su ayuda ha generado gran cantidad de apoyo para el programa del Reino Unido", dijo ella.

Otros factores que influyeron en el éxito del plan son la estrecha colaboración entre los departamentos y un enfoque general que reúne al gobierno, las autoridades locales y los gobiernos regionales en Gales y Escocia.

"Cuando comenzamos teníamos tres autoridades locales ayudando con el reasentamiento y ahora tenemos más de 200 autoridades locales", dijo Carr, agregando que el Reino Unido ofreció apoyo a otros gobiernos que desean expandir o emprender programas de reasentamiento.

La reunión del martes también consideró una variedad de formas en que los refugiados podrían ser admitidos en terceros países como formas tangibles de compartir la responsabilidad. Entre ellos se incluyen disposiciones más flexibles para la reunificación familiar, un aumento de becas y visados para estudiantes, y esquemas de movilidad laboral que permiten a los refugiados viajar a terceros países con permisos de trabajo.

El miércoles se discutieron formas de resolver las causas fundamentales del desplazamiento forzado, incluyendo la participación de las personas refugiadas en los procesos de construcción de paz.

"La mejor forma de resolver la situación de los refugiados es abordando las causas fundamentales", dijo el Alto Comisionado Auxiliar para la Protección del ACNUR, Volker Türk, a los delegados.

"Mi padre fue asesinado, pero yo no perdí la esperanza. En cambio, elegí ser agente de paz."

"Necesitamos trabajar con los refugiados como una inversión para el futuro de los países de origen. Si lo hacemos bien, lo que hagamos como respuesta para la situación de los refugiados será una inversión masiva para la consolidación de la paz", dijo él, añadiendo que la voz de las personas refugiadas es crítica para este proceso.

Foni Joyve Vuni, delegada de la juventud refugiada de Sudán del Sur, instó a incluir a los refugiados en los procesos de paz y en los programas para los refugiados mientras se encuentran en el exilio.

Ella dijo que la juventud refugiada puede tener un rol en la detección y prevención del conflicto en sus comunidades, así como en procesos de conscientización. Vuni vive en Kenia, donde gestiona un programa de mentores a través del cual espera ayudar a los refugiados a ser independientes y conscientes de sí mismos.

"Por la guerra fui desplazada, pero no perdí la esperanza", dijo ella. "Por la guerra, mi padre fue asesinado, pero no perdí la esperanza. En cambio, elegí ser agente de paz".

Vuni instó a un cambio de actitud entre los encargados de las negociaciones de paz en Sudán del Sur, que desestimaron el posible papel de las mujeres para lograr la paz.

Ella dijo que la comunidad internacional podría abordar los desafíos de los grandes movimientos de refugiados al apoyar las iniciativas lideradas por personas refugiadas, así como al invertir en capacitación y mediación.

"No somos únicamente víctimas o sobrevivientes . . . Más allá de las heridas, de las luchas, del dolor y de los desafíos; el éxito que hemos encontrado es lo que nos motiva a convertirnos en agentes o enemigos de la paz".

Por Ariane Rummery