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El aumento de la violencia desarraiga a los granjeros y pastores de Níger

Historias

El aumento de la violencia desarraiga a los granjeros y pastores de Níger

Forzados a abandonar sus hogares, granjas y ganado, más de 50.000 personas han sido desplazadas por la inseguridad en las regiones fronterizas del oeste de Níger.
13 Diciembre 2018 Disponible también en:
El agricultor Al-Bashir Gamo Gamo se vio obligado a huir de su aldea en el oeste de Níger después de que un grupo armado matara a cinco residentes.

TILLABERI, Níger - Cuando los militantes atacaron su aldea en el oeste de Níger, la vida pacífica de Al-Bashir Gamo Gamo atendiendo a su ganado, acabó.

“Secuestraron a cinco personas de mi aldea que luego fueron encontradas muertas”, dice, explicando cómo los grupos armados amenazaron de muerte a los miembros de la aldea si no se iban en 12 horas.

Forzado a huir a la ciudad de Inates, en la región occidental de Tillaberi, en Níger, Al-Bashir ahora se preocupa por cómo proveerá a su familia ya que ya no puede hacer lo que mejor sabe: pastorear a sus animales y cultivar la tierra.

“Por el miedo nadie puede dormir por la noche, caminar a cualquier lugar o cultivar cosechas”, dice. “Si quieres cuidar a tus animales, tienes que ir a la selva, pero allí, pueden atacarte”.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está profundamente preocupado por la violencia en curso en las zonas fronterizas de Níger con Mali y Burkina Faso, que ha obligado a 52.000 nigerianos a huir de sus hogares solo este año.

Las invasiones y ataques transfronterizos por parte de grupos militantes en las regiones fronterizas de Tillaberi y Tahoua han obligado a muchos como Al-Bashir a huir por seguridad a otras ciudades y pueblos cercanos.

“Por el miedo nadie puede dormir por la noche, caminar a cualquier lugar o cultivar cosechas”.

La situación extremadamente inestable no solo ha provocado nuevos desplazamientos, sino que también está afectando a 53.000 refugiados malienses que viven en la región, algunos de los cuales están considerando huir a otros países si la situación no mejora.

Algunos de los desplazados informan sobre la horrorosa violencia desatada por los militantes que involucraron ataques a aldeas, asesinatos de civiles, secuestros, asaltos de escuelas y saqueos de hogares y ganado.

“Es más seguro no tener animales, ya que podría ser un objetivo”, dice Al-Bashir. "Pero atender a nuestros animales es todo lo que hemos conocido”.

El estado de emergencia, declarado el año pasado por el gobierno, está vigente en las regiones fronterizas de Tahoua y Tillaberi, con operaciones militares a gran escala en curso. Sin embargo, la violencia y la inseguridad prevalecientes están obstaculizando los esfuerzos de ayuda humanitaria.

Desde octubre, el gobierno y las agencias humanitarias han intentado asegurar ciertas zonas para asegurar la distribución de la ayuda, pero las amenazas continuas a la seguridad han impedido que los trabajadores humanitarios lleguen a todos los que necesitan asistencia.

ACNUR está liderando una respuesta coordinada de protección interinstitucional para ayudar a quienes huyen. Incluye monitoreo de protección para asignar asistencia rápida a aquellos identificados como particularmente vulnerables y en necesidad.

ACNUR también está trabajando con ONG locales y una red de grupos comunitarios en todo el país para proporcionar información actualizada sobre las necesidades de los desplazados nigerianos. Desde enero, más de 375 incidentes fueron reportados a través de este mecanismo y han sido seguidos por ACNUR y agencias socias.

“Para nosotros, es solo una cuestión de paz y seguridad... Si tenemos eso, los otros problemas también desaparecerán”.

“A pesar de lidiar con la violencia y la inseguridad a lo largo de sus fronteras, Níger sigue siendo un generoso país de acogida de refugiados y ahora es el primer país africano en incorporar la Convención de Kampala - Convención de la Unión Africana para la Protección y la Asistencia de los Desplazados Internos en África - ley”, dijo la Representante de ACNUR en Níger, Alessandra Morelli.

En la actualidad, hay más de 156.000 desplazados internos en Níger, principalmente de las regiones de la frontera occidental cerca de Mali y Burkina Faso y en Diffa, en el sureste, cerca de Nigeria. También hay más de 175.000 refugiados, principalmente de Nigeria (68%) y Mali (32%) en el país.

A pesar del aumento del desplazamiento y el aumento de las necesidades humanitarias, el apoyo a la respuesta humanitaria del ACNUR en Níger ha sido limitado. Sólo se han recibido este año 54 millones de dólares, lo que representa el 58 por ciento del llamamiento financiero del ACNUR para la respuesta humanitaria en Níger.

ACNUR sigue pidiendo a la comunidad internacional que aborde las causas fundamentales del desplazamiento en Níger y la región y trabaje por la paz, reiterando la necesidad de que se proteja a civiles como Al-Bashir.

Mientras tanto, Al-Bashir espera que la situación mejore.

“Para nosotros, es solo una cuestión de paz y seguridad”, dice. “Si tenemos eso, los otros problemas también desaparecerán”.