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Nuevo libro revela cómo la embajadora del ACNUR, Yusra Mardini, nadó hacia la historia

Historias

Nuevo libro revela cómo la embajadora del ACNUR, Yusra Mardini, nadó hacia la historia

La atleta que ayudó a llevar a la seguridad una balsa llena de personas refugiadas compitió en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
1 Mayo 2018 Disponible también en:
Yusra Mardini en la sede del ACNUR, después de ser anunciada como Embajadora de Buena Voluntad del ACNUR.

BERLÍN, Alemania, 01 de mayo de 2018 (ACNUR) – La nadadora Yusra Mardini, quien compitió en el Equipo Olímpico de Atletas Refugiados en los Juegos Olímpicos de 2016, huyó de su natal Siria en 2015, y abordó un pequeño bote lleno de refugiados, que los llevaría de Turquía a Grecia.

Cuando el motor del bote falló y empezó a hundirse, Yusra, que en ese entonces tenía 17 años, su hermana mayor Sara y otras dos personas, saltaron al agua para aligerar la carga, y guiar el bote a la seguridad hasta llegar a la isla griega de Lesbos tres horas y media después, salvando las vidas de las personas en el bote.

Su notable historia se cuenta en un libro titulado "Butterfly" (Mariposa), que se lanzó en Berlín el lunes. La edición en inglés se lanzará en Londres a finales de esta semana.

Un año después de su terrible experiencia, Yusra compitió con el primer Equipo Olímpico de Atletas Refugiados en Río y posteriormente fue nombrada la Embajadora de Buena Voluntad más joven del ACNUR, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.

Fue nombrada una de las 25 mujeres que cambia el mundo de la revista People y una de las 30 adolescentes más influyentes de la revista Time de 2016.

Ella dice que su propia experiencia de huida la ha hecho una férrea defensora de las personas que se ven obligadas a huir, y que está feliz de representar al ACNUR.

En el lanzamiento del lunes habló de un viaje a Italia donde conoció a refugiados africanos que habían llegado allí: “Fue desgarrador. Realmente tuve que llorar. Mi historia no es nada comparada con las personas que huyeron de África. Cruzaron el desierto y solo uno de cada 14 ha logrado sobrevivir. ACNUR está haciendo un trabajo fantástico”.

Entrenadas por su padre, Yusra y su hermana eran entusiastas de la natación en Damasco y su sueño era competir en los Juegos Olímpicos.

“Mi familia es la natación y la natación es mi familia", dijo. "Eso es todo lo que siempre quise. Pero luego una bomba cayó nuestro estadio y mis padres hicieron lo que hacen todos los padres cuando piensan que los niños están en peligro. Entonces, decidimos irnos de Siria”.

Yusra ahora vive en Berlín, donde se está entrenando para los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio.

Ella agregó: “Nadie realmente decide huir. Simplemente no teníamos elección. Nadie tuvo elección”.