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Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados concluye su visita a Myanmar

Historias

Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados concluye su visita a Myanmar

Durante el viaje de cinco días, Filippo Grandi se comprometió a apoyar a los desplazados y ayudar a construir la confianza que requieren los refugiados de Myanmar, que actualmente se encuentran en Bangladesh, para su retorno voluntario y seguro.
24 Mayo 2019 Disponible también en:
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, recorre una aldea rohingya en el estado de Rakhine de Myanmar con miembros de su comunidad.

YANGON, Myanmar – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, concluyó su visita de cinco días a Myanmar el viernes, comprometiendo al ACNUR en el apoyo a las personas desplazadas y otras comunidades afectadas, y a ayudar a construir la confianza que requieren los refugiados de Myanmar, que actualmente se encuentran en Bangladesh, para su retorno voluntario y seguro.

En el municipio de Maungdaw, en el norte del estado de Rakhine, Grandi viajó a varios pueblos para escuchar a rakhines, rohingyas y otras comunidades, hablar sobre sus desafíos, necesidades y esperanzas. También le comunicaron que los proyectos en sus aldeas, tales como reservas de agua, rehabilitación de escuelas, mejoras de caminos, provisión de bicicletas y capacitación en habilidades, ya están haciendo una diferencia en sus vidas.

Estos pequeños proyectos están a cargo del ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y los equipos del PNUD, en virtud del Memorándum de Entendimiento tripartito firmado con el gobierno de Myanmar en junio de 2018 y tienen el potencial de ayudar a fomentar relaciones positivas entre las comunidades.

Mientras conducía en el norte de Rakhine, Grandi vio tramos de tierra vacía que una vez ocuparon las aldeas rohingya, ahora cubiertas por una vegetación espesa. Quedan pocos signos de las casas y mercados que alguna vez llenaron el paisaje. Este fue un claro recordatorio de la violencia de 2017 que causó que más de 740.000 rohingyas huyeran del país.

El Alto Comisionado señaló que para el regreso de la población de refugiados rohingya, el desarrollo local es solo un factor en la construcción de su confianza. Enfatizó que las recomendaciones de la Comisión Asesora de Rakhine siguen siendo esenciales, citando su reciente visita a Cox's Bazar en Bangladesh, donde los refugiados le dijeron que la libertad de movimiento, el acceso a las escuelas y los empleos y, principalmente la ciudadanía, son las cuestiones más importantes para su regreso.

Los aldeanos rohingya con los que se reunió y que permanecen en Rakhine hicieron eco de estas demandas, señalando su incapacidad para viajar para ganarse la vida, acceder a la educación superior y obtener los derechos que la ciudadanía ofrece.

En Buthidaung, en un monasterio budista que alberga a personas de Rakhine recientemente desplazadas como resultado de la actual inseguridad, los representantes del grupo expresaron a Grandi su deseo de regresar a sus hogares lo antes posible. Pidieron que se restableciera la seguridad, que se eliminaran las dispositivos sin explotar y se pidió enérgicamente la paz. El Gobierno del estado de Rakhine estima actualmente que alrededor de 29.000 personas, en su mayoría de la comunidad de Rakhine, están desplazadas en siete municipios del estado de Rakhine debido a este conflicto.

Grandi también se reunió con un grupo de aldeanos de Rakhine en el municipio de Maungdaw, que solía ser un grupo de cinco aldeas rodeadas de granjas y estanques de peces con una gran población rohingya que ahora se encuentra refugiada en Bangladesh. Expresaron su preocupación por el impacto en la economía local y la escasez de mano de obra tras la salida de sus vecinos musulmanes.

El Alto Comisionado también visitó los campamentos de rohingyas desplazados internos en las afueras de Sittwe, en la parte central del estado de Rakhine. Los campamentos están separados de otras comunidades y existen restricciones que limitan su movimiento, con graves consecuencias para su capacidad de ganarse la vida.

Los representantes de los desplazados, que han estado soportando estas condiciones durante siete años, le expresaron a Grandi su deseo de regresar a sus lugares de origen. Hablaron sobre su deseo de trabajar, cultivar o pescar para no seguir viviendo en un estado de dependencia de la ayuda humanitaria. Pero fundamentalmente, le dijeron que anhelaban la documentación de ciudadanía y la igualdad de trato. Unas 128.000 personas siguen desplazadas en el centro de Rakhine desde 2012.

Grandi escuchó un deseo recurrente de regresar a sus hogares originales lo antes posible tanto de personas desplazadas recientemente como de quienes se desplazaron hace mucho tiempo.

El jueves, en reuniones constructivas y sustantivas con la consejera estatal Daw Aung San Suu Kyi y otros funcionarios de alto nivel, Grandi instó al gobierno a tomar medidas para permitir que los refugiados en Bangladesh y los desplazados dentro del país regresen a sus hogares de forma segura. Señaló los esfuerzos positivos del gobierno para desarrollar una estrategia nacional para el cierre de los campamentos de desplazados internos y destacó la necesidad de soluciones sostenibles, seguras y voluntarias para su difícil situación en plena consulta con las comunidades interesadas. También dio la bienvenida a las iniciativas para encontrar soluciones al desplazamiento en el estado de Kachin y en otros lugares.

Grandi también transmitió las preocupaciones clave que escuchó tanto de las comunidades rakhines y rohingyas como de los refugiados en Bangladesh.

El Alto Comisionado manifestó su satisfacción de que el Memorándum de entendimiento tripartito pronto se prorrogaría por un año más y agradeció el compromiso del Gobierno con la mejora de las condiciones. Los proyectos pequeños e impactantes a nivel comunitario pueden hacer una gran diferencia en la vida de las personas.

En sus discusiones, Grandi también alentó al gobierno a acelerar la verificación de los 98.000 refugiados que permanecen en Tailandia para permitir soluciones ampliadas para este grupo, a través de la repatriación o acceso legal al mercado laboral en Tailandia. Unos 729 refugiados han regresado de Tailandia desde octubre de 2016, y ahora es necesario actuar para acelerar las soluciones para el resto.

El jueves, Grandi también firmó un Memorándum de Entendimiento con el Departamento de Gestión de Desastres del Ministerio de Bienestar Social, Socorro y Reasentamiento que cubre las actividades más amplias de ACNUR en todo el país.

También renovó el fuerte compromiso y la buena disposición de la organización para apoyar al Gobierno en la búsqueda de soluciones para las personas desplazadas y apátridas.