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Alto Comisionado Grandi: la falta de acción política agrava la crisis de las personas desplazadas

Historias

Alto Comisionado Grandi: la falta de acción política agrava la crisis de las personas desplazadas

La falta de búsqueda de la paz y de respuesta al conflicto, al cambio climático y a otras crisis está incrementando las dificultades y provocando nuevos desplazamientos, al tiempo que la financiación limita la capacidad de respuesta de ACNUR.
10 Octubre 2022 Disponible también en:
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, interviene durante la 73ª sesión del Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado en Ginebra.

GINEBRA – La incapacidad de los gobiernos para prevenir el conflicto y hacer frente a crisis como la COVID-19, el cambio climático y el aumento del coste de la vida está incrementando las dificultades de más de 100 millones de personas desplazadas por la fuerza y llevando a más personas a huir de sus hogares, advirtió el lunes el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en una reunión de alto nivel.

“En un mundo tan complejo, tenemos que trabajar juntos”, señaló Filippo Grandi en la apertura de la reunión anual del Comité Ejecutivo de ACNUR en Ginebra. “Desafortunadamente, la comunidad internacional se ha visto imposibilitada de hacerlo: no ha podido establecer la paz, o incluso prevenir catástrofes previsibles. Compartir vacunas. Reducir los riesgos de la emergencia climática. Gastar un poco ahora – dinero, capital político o ambos – para evitar un gasto mucho mayor en el futuro”.

En respuesta a los desplazamientos sin precedentes, el Alto Comisionado instó a los gobiernos a “trabajar para encontrar soluciones que han permanecido, para demasiadas personas y durante demasiado tiempo, elusivas”.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero ha llevado el desplazamiento mundial a niveles sin precedentes, desencadenando la mayor y más rápida crisis de personas refugiadas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

ACNUR se esfuerza por ayudar a la población ucraniana en cualquier lugar donde se encuentre desplazada, declaró Grandi. Elogió el liderazgo de las autoridades ucranianas y la respuesta de los países que, en conjunto, han recibido a más de 7 millones de personas refugiadas.

Pero advirtió que la situación dentro de Ucrania “continúa siendo grave”, con más de 6,2 millones de personas desplazadas internas y muchas más necesitadas de ayuda humanitaria.

“Comparto la preocupación del Gobierno por el invierno que se avecina”, manifestó el Alto Comisionado. “Esto requiere aplicar un enfoque de ‘manos a la obra’... Millones de personas de Ucrania, especialmente las personas adultas mayores y con discapacidad, dependen de nosotros”.

Añadió que la respuesta a la crisis ucraniana ha desmentido los mitos que han planteado algunos políticos de que Europa es incapaz de acoger a quienes huyen de la violencia y la persecución, o de que la opinión pública está en contra de acoger a más refugiados.

“No debemos aceptar que se niegue el acceso al territorio a quienes solicitan asilo, a menudo mediante violentos retornos; no debemos normalizar los intentos de externalizar las responsabilidades en materia de asilo”, declaró Grandi.

“También rechazo lo que hemos oído decir a algunos políticos de este continente a sus votantes: que los ucranianos son 'verdaderos refugiados' mientras que otras personas – que huyen de horrores similares, pero de diferentes partes del mundo – no lo son. Solo hay una palabra para definir esta actitud: racista”, añadió.

“No podemos prestar atención solo a la última crisis a expensas del resto”.

El Alto Comisionado compartió su profunda preocupación por los niveles de financiación de ACNUR para otras emergencias y el impacto de la falta de fondos en relación con las personas refugiadas y las comunidades de acogida en todo el mundo.

“No podemos prestar atención solo a la última crisis a expensas del resto”, advirtió. Las emergencias en Afganistán y Etiopía y las crisis de larga duración que afectan a las personas refugiadas rohingyas y sirias, así como a los países del Sahel, hacen que millones de personas sigan necesitando ayuda urgente, y que los recursos estén muy por debajo de sus necesidades.

“Si no recibimos al menos 700 millones de dólares (USD) adicionales, especialmente para nuestras operaciones cuya financiación es insuficiente, de aquí a finales de este año, nos veremos forzados a hacer severos recortes con consecuencias negativas y a veces drásticas para las personas refugiadas y las comunidades de acogida”, advirtió Grandi.

Además, es necesaria una acción concertada para encontrar soluciones para decenas de millones de personas desplazadas dentro de las fronteras de sus propios países a causa del conflicto y la violencia, y para acabar con el flagelo de la apatridia para otros millones.

A pesar del preocupante panorama mundial, hay áreas de esperanza. El Alto Comisionado señaló a Côte d'Ivoire, donde más del 96 por ciento de las personas refugiadas han regresado a sus hogares tras años de lucha civil. Pese a las dificultades, más de 600.000 personas exrefugiadas también han regresado a Sudán del Sur.

Por su parte, las personas refugiadas y migrantes de Venezuela se han beneficiado del mecanismo de protección temporal establecido por Colombia y de los esfuerzos de regularización similares que están llevando a cabo Ecuador y otros países de la región.

Grandi animó a los Gobiernos a inspirarse en estos logros mientras preparan el segundo Foro Mundial sobre Refugiados a llevarse a cabo en Ginebra a finales de 2023. El primer foro, celebrado en diciembre de 2019, dio como resultado más de 1.400 compromisos – y más desde entonces – por parte de los Gobiernos, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y otros para encontrar nuevas formas de apoyar a las personas desplazadas por la fuerza y a quienes las acogen.

Grandi instó a los países a cumplir con los compromisos del último Foro y a preparar el terreno para más compromisos en el próximo.

Concluyó: “El redoblar esa acción, ese impulso y esa determinación de ayudar, de asistir y, sobre todo, de resolver, debe hacerse conjuntamente – como Naciones Unidas – y eso debe empezar hoy”.