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Declaración de prensa de la señora Angelina Jolie Pitt, Enviada Especial del ACNUR

Comunicados de prensa

Declaración de prensa de la señora Angelina Jolie Pitt, Enviada Especial del ACNUR

9 Septiembre 2016 Disponible también en:

CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE AZRAQ, Jordania, 09 de septiembre de 2016 (ACNUR) – Esta es mi cuarta visita a Jordania desde el inicio del conflicto en Siria.

Es casi imposible profundizar en lo que pueden significar cinco años, en las vidas de los refugiados en Jordania y en cualquier lugar de la región.

Todas las familias en este campamento de 60.000 personas han sufrido pérdidas y trauma.

Esta mañana conocí a una familia, ellos huyeron Daesh en Raqqaa, y se mudaron veinte veces, tratando de encontrar seguridad dentro de Siria. Durante ese tiempo, la madre sufrió varios abortos, y sus dos hermanos y una hermana murieron en un ataque aéreo.

Algunos niños no tienen recuerdos de una vida sin entornos de duros desiertos, y estas cercas con alambres de púas.

Algunos adolecentes que cargan con terribles heridas físicas y mentales de conflictos, como un chico de 13 años que conocí, que está marcado por una metralleta de una bomba de barril.

Más de la mitad de los refugiados en Jordania son menores de 18 años. Mis propios hijos tienen esa edad. Como cualquier padre, es imposible para mí no imaginar lo que sería para mis hijos estar en esta situación.

Pero a pesar de las difíciles condiciones, los refugiados aquí se encuentran entre los afortunados.

A parte de los millones atrapados dentro de Siria, cuyas vidas están en peligro a diario, 75.000 sirios están atrapados en Berm, tierra de nadie, en la frontera con Jordania. Entre ellos, niños, mujeres embarazadas y pacientes gravemente enfermos.

Ellos no tienen entregas de comida desde inicios de agosto. Casi no hay acceso humanitario de ningún tipo. No hay mecanismo para la evacuación de heridos de guerra. No se aplica ningún principio básico de protección bajo el Derecho Internacional Humanitario.

Este no es un problema generado por Jordania, o que Jordania debería cargar solo. Ellos han advertido por años que llegarían a un punto donde no podrían hace nada más por sí solos.

El mundo ha sabido de la situación de Berm por meses, pero no se ha presentado ninguna solución.

Este es un síntoma de un problema más amplio. Por todas las buenas intenciones, los esfuerzos extraordinarios sobre el campo, y la generosidad de las comunidades de acogida, es imposible decir que nosotros, como comunidad internacional, estamos utilizando todas las herramientas a nuestra disposición, o que incluso hemos estado a punto de hacer lo suficiente para ayudar al pueblo sirio.

El Consejo de Seguridad, después de cinco años y contando, continúa dividido sobre cómo lograr un acuerdo político.

El uso deliberado del acoso y el hambre, la bomba de barril, los ataques a hospitales y, al parecer, las armas químicas, continúa todos los días.

Y para todos las innumerables cumbres y conferencias internacionales de ayuda comprometiéndose en estos cinco años, el ACNUR y otras agencias todavía sólo tienen la mitad de lo que se necesita para satisfacer las necesidades sobre el terreno en la actualidad.

Ese déficit tiene consecuencias.

La brecha entre nuestras responsabilidades y nuestras acciones nunca ha sido tan amplia.

Así que mi mensaje a los líderes mundiales, mientras se preparan para reunirse en la Asamblea General de la ONU en 10 días, es pedir que las causas básicas fundamentales del conflicto de Siria, y lo que se necesita para acabar con ella, se pongan en el centro de la discusión.

Cualquier aumento de la financiación humanitaria salva vidas y es muy apreciado, así como absolutamente necesario. Pero seamos claros: los cooperantes aquí siguen esperando a lo que se prometió en la última conferencia.

Después de cinco años los refugiados no quieren saber en qué porcentaje de sus vidas podrían hacerse fraccionadamente más soportable, sino cuándo van a ser capaces de volver a casa.

Ellos no quieren ser los receptores pasivos de ayuda, quieren una solución política.

Finalmente, me gustaría, si es posible, hablar con la gente de Jordania – cuya decencia, tolerancia y humanidad admiro profundamente.

Ustedes han dado su todo para ayudar a sus vecinos sirios, desde los primeros días del conflicto. Ustedes lo hicieron sabiendo que sería extremadamente difícil, y que la guerra podría durar años, y que traería enormes demandas sobre los recursos y servicios de sus comunidades.

Después de haber dado tanto, ustedes todavía están dedicado a hacer más. Acojo y agradezco a Su Majestad El Rey por las decisiones valientes y con miras al futuro, para ayudar a que un número de sirios acceda al trabajo y la educación en Jordania. Gracias por su liderazgo moral.

Deseo a las familias en Jordania, y en toda esta región, Eid Mubarak.

Y para aquellos para los que no es un tiempo de alegría y celebración, sino de exilio, dolor y dificultad, mis pensamientos están con ustedes.

Muchas gracias.