Una adolescente afgana deja su legado en la ciudad ecuatoriana que la acogió
Zohra tenía solo 11 años cuando llegó a Ecuador con su familia, huyendo de la inseguridad en Afganistán. Ahora, con 16 años, ella realiza pinturas murales en importantes edificios de su ciudad de acogida, Quito, como una manera de construir puentes entre el mundo que dejó atrás y el que le dio la esperanza de una vida en paz.
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