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Nuevas medidas de seguridad permiten que personas refugiadas malienses retornen a campamento en Burkina Faso

Comunicados de prensa

Nuevas medidas de seguridad permiten que personas refugiadas malienses retornen a campamento en Burkina Faso

21 December 2020
Familias refugiadas malienses regresan al campamento de Goudoubo (Burkina Faso) en diciembre de 2020. Algunas habían abandonado el asentamiento en marzo por incidentes en materia de seguridad.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha ayudado a 3.000 personas refugiadas malienses a regresar al campamento de refugiados de Goudoubo (Burkina Faso) nueve meses después de que la inseguridad las obligara a abandonar el asentamiento.

Este mes, ACNUR fletó 31 convoyes de autobuses y camiones para reubicar a personas refugiadas en el campamento de Goudoubo desde la cercana ciudad de Dori, al nordeste del país. Otras 150 personas refugiadas regresaron en sus propias motocicletas o a bordo de triciclos taxis. Algunos volvieron a pie acompañando a su ganado.

Goudoubo albergaba a 9.000 personas refugiadas hasta marzo de este año, cuando una serie de ataques violentos y de ultimátums por parte de grupos armados extremistas vaciaron el campamento. Unos 5.000 refugiados malienses tomaron la difícil decisión de regresar a sus hogares en un país en crisis; ACNUR los ayudó a su llegada.

Los restantes malienses huyeron, muchos hacia la ciudad de Dori, donde fueron recibidos por una comunidad de acogida que se enfrentaba ya a duras condiciones que afectaban al alojamiento, el agua potable y los servicios sanitarios.

Ahora, las autoridades nacionales han reforzado la seguridad en Goudoubo y sus alrededores, con más personal y más patrullas, lo que permite que los refugiados malienses regresen al campamento.

“Las personas refugiadas malienses que vuelven a Goudoubo nos estaban pidiendo que las devolviéramos al campamento en el que la mayoría lleva viviendo desde 2012. Damos las gracias a las autoridades por hacer posible su regreso a Goudoubo mediante la adopción de medidas de seguridad adicionales, así como por su compromiso para mantener la seguridad del campamento”, dijo Ioli Kimyaci, Representante de ACNUR en Burkina Faso. “Goudoubo ofrecerá un mejor acceso a servicios y hará que la vida lejos de casa sea un poco más fácil mientras buscamos alternativas y soluciones duraderas”.

En Goudoubo, ACNUR y CONAREF, la Comisión Nacional para los Refugiados, han construido 1.500 nuevas viviendas para personas refugiadas retornadas. Además de alojamiento, ayuda básica, mejoras en infraestructuras y apoyo para reforzar redes comunitarias, ACNUR y sus asociados han renovado y reabastecido una clínica; las escuelas primarias y secundarias están listas para reabrir y acoger estudiantes. Se espera que los medios de vida vuelvan, incluida la agricultura y los pastos para el ganado.

Los refugiados retornados han empezado a reabrir pequeños negocios en Goudoubo, como tiendas de ultramarinos y carnicerías. Las personas refugiadas le cuentan a ACNUR que volver al campamento supone poner fin a la lucha para encontrar alojamiento y acceso a servicios básicos.

Las reubicaciones continuarán este mes, cuando se espera que otras 2.100 personas regresen a Goudoubo procedentes del campamento de Mentao, cerca de Djibo. El acceso a Mentao lleva interrumpido más de un año después de que una serie de mortíferos ataques detuviera el reparto de ayuda y alimentos y forzara al personal de ACNUR a detener su trabajo allí.

En la turbulenta región africana del Sahel, Burkina Faso es el epicentro de una de las crisis de desplazamiento y protección que más rápido crece en el mundo. Una de cada 20 personas es ahora desplazada interna, lo cual equivale a más de un millón de personas. Burkina Faso también acoge a 20.000 refugiados malienses, la mayoría de los cuales huyó de la violencia en 2012.

En todo el Sahel, las personas refugiadas y desplazadas internas, así como las poblaciones que las acogen, están sometidas a una violencia brutal que incluye violaciones y ejecuciones. La pandemia de la COVID-19 ha añadido un elemento más de dificultad y ha complicado aún más los esfuerzos para brindarles apoyo.

Pese a dar la bienvenida a las reubicaciones a Goudoubo, ACNUR vuelve a advertir de que los ataques por parte de grupos armados en el Sahel implicarían un mayor desplazamiento en una región que ya acoge a casi dos millones de personas desplazadas internas y a cientos de miles de personas refugiadas.

Si desea más información sobre este tema, puede contactar: