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Aumenta el número de desplazados en los campos de Pakistán

Historias

Aumenta el número de desplazados en los campos de Pakistán

As increasing number of people are displaced by violence in north-west Pakistan, UNHCR is ramping up efforts to accommodate fresh arrivals in camps. [for translation]
10 June 2009
A displaced woman, who recently arrived in Sugar Mill camp, awaits news of relatives who stayed behind in Swat Valley. [for translation]

PESHAWAR, Pakistán, 9 Junio (ACNUR) – La mayor parte de desplazados por el recrudecimiento de los combates en el valle de Swat y los distritos de Lower Dir y Buner en Pakistán han encontrado amparo con familias o en edificios de uso público en lugar de en campamentos, a diferencia de otras situaciones de emergencia. El conflicto ya ha entrado en su sexta semana mientras el número de desplazados no deja de aumentar y se agudiza la carencia de recursos. ACNUR está paliando la situación ampliando los campamentos y ofreciendo ayuda a las familias de acogida.

El creciente número de refugiados "siente que no puede quedarse indefinidamente con las familias de acogida, que suelen ser bastante humildes", explica el trabajador de ACNUR sobre el terreno Shankar Chauhan. En consecuencia, "cada vez más personas están trasladándose a los campamentos".

Las autoridades locales estiman que unas 235.000 personas permanecen en 21 campos organizados en la Provincia de la Frontera Noroeste (NWFP por sus siglas en inglés). Esto incluye a más de 148.000 personas que huyeron de sus casas durante las últimas cinco semanas. Además unas 100.000 personas se alojan en edificios gubernamentales o colegios. Debido al levantamiento del toque de queda el martes en Chakdar, Malakand, se espera que más gente se desplace a las zonas seguras.

Algunos de los recién llegados a los campamentos explican la escasez de medios económicos de las familias de acogida. Otros cuentan que se quedaron en colegios rurales en los que recibieron una ayuda limitada. Cuando las escuelas vuelvan a abrir en agosto muchos de los desplazados que se están quedando allí tendrán que marcharse de nuevo.

Saif vive en la ciudad de Mingora, en el valle de Swat. Llegó junto con su mujer y sus tres hijos al campamento de Larama el día 3 de junio tras huir de los bombardeos. Durante 15 días se quedó con unos primos en una escuela de Gujergari, en el distrito de Mardan. "Estábamos tres o cuatro familias en una clase, durmiendo en esteras en el suelo", recuerda.

"Al principio los vecinos del lugar nos traían comida, pero dejaron de hacerlo después de dos o tres días. Tuve que pedir dinero a mis primos para comprar comida para mi familia". La intimidad también era un problema. "Decidimos marcharnos. Nuestros primos nos dieron algo de dinero para el autobús al campamento de Larama, en Peshawar".

ACNUR está buscando terrenos para solucionar la falta de espacio para los desplazados como Saif. Los dos nuevos campamentos que abrieron la semana pasada ya están casi llenos. Las nuevas llegadas son dirigidas directamente al emplazamiento de Jalozai, en Nowshera, que es más grande. Alberga alrededor de 97.000 desplazados, incluyendo a los 52.000 que llegaron desde principios de mayo.

Otros están siendo enviados al campamento de Yar Hussai en el distrito de Swabi, en el que actualmente viven 29.000 personas. Este lunes sólo en Yar Hussai se registraron 1.170 nuevos desplazados. Los otros dos campos están siendo ampliados continuamente para dar cabida a los nuevos grupos.

Por otra parte ACNUR está estudiando la posibilidad de proporcionar equipos de acogida a las personas que se albergan con familias. Un grupo de técnicos está desarrollando un prototipo de este equipo. El proyecto se lanzará en zonas rurales, donde las familias tienen terrenos o jardines en los que se pueden instalar estos materiales.

Esta es una iniciativa conjunta de ACNUR, ONU-Habitat, World Vision, el Consejo Noruego para los Refugiados, Catholic Relief Services y Relief International. Además ACNUR sigue trabajando con ONU-Habitat en el reparto de tiendas de campaña entre los refugiados que se quedan con familias, de las que se han distribuido ya 3.500 unidades.

ACNUR y su socio local Programa de Apoyo Rural Sarhad empezarán a distribuir material de emergencia entre los desplazados que viven con familias, en colegios o casas alquiladas en los distritos de Charssada y Nowshera. Unas 84.000 personas en Charsaada y 54.000 en Nowshera recibirán esterillas, útiles de cocina, lonas plásticas y bidones.

ACNUR desea aumentar su ayuda a las personas que viven fuera de los campamentos y está gestionando más material de ayuda, pero precisa fondos urgentemente. ACNUR aún necesita 67 millones de dólares para sus operaciones en Pakistán hasta finales de año. Esta cifra podría aumentar si también lo hace el número de refugiados.

Por Hélène Caux en Peshawar,
y Ariane Rummery en Islamabad, Pakistán