Con decenas de miles de desplazados en la zona fronteriza de Pakistán, ACNUR intensifica su ayuda

ISLAMABAD, Pakistán, 12 de Julio (ACNUR) -- Se estima que unas 84.000 personas se han visto obligadas a desplazarse en la región paquistaní de Kurram a medida que los militares están expandiendo sus operaciones contra la insurgencia en el noroeste del país. La Agencia de la ONU para los Refugiados está incrementando sus esfuerzos para ofrecer asistencia a estas personas desplazadas tras una misión de evaluación de Naciones Unidas el pasado fin de semana.

La ofensiva militar empezó a finales de junio en la parte central del distrito de Kurram, una de las siete zonas tribales paquistaníes limítrofes con el este de Afganistán. Las autoridades locales afirman que el conflicto ha obligado a 12.000 familias -- unas 84.000 personas -- a huir de sus hogares en ocho poblaciones situadas en un área de 80 kilómetros cuadrados en el centro de Kurram.

Durante las últimas dos semanas, casi 4.000 personas han buscado refugio en un nuevo campamento en el distrito de Durrani, en la ciudad de Sadda, en Bajo Kurram. Conocido como campo de New Durrani, fue instalado por la Autoridad local para la Gestión de Desastres a unos 30 kilómetros de la zona en conflicto. Algunos de los residentes del campamento aseguraron al equipo de ACNUR que querían estar cerca de sus casas.

Las autoridades locales han registrado a otras 8.000 familias desplazadas que están alojadas con comunidades urbanas locales. Otras 200 familias más se están cobijando en una escuela en la ciudad de Sadda. Es probable que algunos de los que residen actualmente con familias de acogida se trasladen pronto al campo.

"Aunque las autoridades locales se están movilizando rápidamente para proporcionar tiendas de campaña, comida caliente y agua potable en el campo, hay una necesidad urgente de mejorar la infraestructura con una disposición adecuada de tiendas de campaña, construcción de letrinas, baños y cocinas, así como de llevar a cabo un proceso de registro electrónico verificable", dijo Mengesha Kebede, Representante de ACNUR en Pakistán. "Por eso es urgente el envío de personal experto para ayudar a las autoridades a gestionar esta situación".

ACNUR está enviando expertos en planificación y gestión de campos al campamento de New Durrani. La Agencia también financiará y ofrecerá apoyo técnico para el proceso de registro electrónico de las personas desplazadas que viven tanto dentro como fuera del campo.

ACNUR ya ha proporcionado 700 tiendas, 200 paquetes de asistencia de emergencia para familias y un almacén portátil. Nuestro equipo seguirá distribuyendo tiendas y otros materiales de ayuda a los habitantes del campamento. También continuarán trabajando con las autoridades locales y las organizaciones no gubernamentales para instalar tiendas, ofrecer comidas calientes y distribuir leña.

La región de Kurram se encuentra en la frontera con el este de Afganistán y limita con las áreas tribales de Orakzai, Khyber y Waziristán del Norte en el noroeste de Pakistán. Ésta no es la primera vez que la población se ha visto obligada a huir de Kurram, que ha sido testigo de muchos años de conflicto, alimentado por prolongadas tensiones sectarias y la afluencia de militantes desde regiones vecinas. En 2010, unas 130.000 personas huyeron de Bajo Kurram y se refugiados en los distritos de Peshawar, Kohat y Hangu, en la provincia cercana de Khyber Pakhtunkwa. La mayoría de ellos todavía no ha podido regresar debido a las tensiones latentes en sus lugares de origen.

En los últimos tres años, las sucesivas oleadas de conflictos entre las fuerzas del gobierno y los militantes del noroeste de Pakistán han desplazado a más de 4 millones de personas. La gran mayoría ya ha regresado a sus hogares, pero unas 400.000 personas de las zonas tribales de Waziristán del Sur, Orakzai, Kurram, Khyber, Mohmand y Bajaur continúan desplazadas. De ellas, unas 57.000 siguen viviendo en cuatro campos, pero la mayoría lo hacen en comunidades locales de las zonas de Dera Ismail Khan, Kohat, Peshawar, Tank y Hangu, en la provincia de Khyber Pakhtunkwa.

Por Ariane Rummery y Duniya Khan en Islamabad, Pakistán