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El largo viaje de un refugiado desde Siria a Colombia

Historias

El largo viaje de un refugiado desde Siria a Colombia

Ahmed espera regresar a Siria algún día, pero mientras tanto está aprendiendo español e integrándose en la vida en Colombia.
24 June 2013
Ahmed, refugiado sirio, va de compras en Colombia. Ha pedido que su identidad no sea revelada.

BOGOTÁ, Colombia, 18 de junio (ACNUR) – Más de 4,5 millones de ciudadanos sirios están en condición de desplazamiento dentro de su propio país, y casi 1,5 millones han buscado protección en otro lugar, en especial en países vecinos.

Amid* ha huido de Siria a sus 25 años para salvar su vida. Él solía tener una vida normal en Siria, tenía trabajo, una casa y amigos. Pero sentía que algo le hacía falta: libertad. Este hecho le motivó a hacer parte de las demostraciones de la Primavera Árabe. "Cuando iniciaron las protestas no pude quedarme como un mero observador, no pude callar más y participé en una movilización pacífica para luchar por nuestra libertad y derechos", menciona Amid con determinación y fortaleza.

Cuando Amid vio a sus amigos en prisión, a algunos de ellos muriendo a su lado, la caótica degradación de su cultura y sociedad, decidió huir lejos, muy lejos de ahí. En un taxi y con un morral en su espalda llegó a la frontera libanesa, a través de la cual cruzó ilegalmente al país vecino. Después, con la ayuda de un colombiano embarcó en un vuelo hacia Colombia en mayo de 2012.

A su arribo al país latinoamericano, la realidad era algo diferente a lo imaginado. "El contrato que me ofrecieron no era bien pago como me lo prometieron y tuve que trabajar muy duro por muy poco dinero. Así que decidí irme".

Fue un periodo muy difícil para Amid que conoció a un sirio que cambió su vida para bien. Esta persona, quien hace traducciones para ACNUR y su socio implementador Pastoral Social durante entrevistas a refugiados, le explicó a Amid la posibilidad de aplicar para el status de refugiado. "Fui reconocido como refugiado luego de 6 meses de haber presentado mi solicitud. Ahora no debo preocuparme por tener una visa". Al principio, sin saber una palabra en español, no fue fácil para Amid integrarse a la nueva sociedad, cultura y tradiciones. Pero con la ayuda de Pastoral Social y ACNUR está aprendiendo español para poder hallar un trabajo y ser autosuficiente. Recibe, del mismo modo, un salario mínimo de 500.000 pesos colombianos (250 dólares): de este monto Amid debe destinar 300.000 pesos para el alquiler del cuarto en donde vive y los 200.000 restantes para comida y transporte.

Amid sigue en contacto con su familia a través de internet, pero incluso a miles de kilómetros de distancia debe tener cautela para que las llamadas telefónicas no sean rastreadas pues el hecho de que Amid huyó ilegalmente de su país puede poner en riesgo la vida de sus familiares. Incluso hoy no sabe si sus amigos están vivos o muertos.

"Los medios no reportan exactamente lo que sucede en mi país y por la zona. Temen que levantar sus voces ponga en peligro sus vidas, pero les puedo asegurar que las condiciones de vida de mi gente son deplorables. Yo estuve allá ayudándoles siendo voluntario de una ONG y vi cosas inimaginables", recuerda muy bien Amid. "las personas no pueden moverse, ni caminar, ni acceder a medicamentos o comida, y los controles son cada vez más restrictivos, especialmente en la frontera", continúa.

A los dos años del comienzo de la devastadora crisis siria, Amid cree que para salir de esta compleja situación es necesario el apoyo de la comunidad internacional para ayudar a más refugiados y desplazados sirios. Hablando de su futuro, Amid sueña con volver algún día a su país, pero a una Siria diferente; a un país que les permita a sus ciudadanos vivir con sus derechos básicos. No pide más que poder vivir en paz. Sin embargo, no puede predecir cuándo la guerra civil llegará a su fin, "nadie sabe. Lo que sé hasta ahora es que 100.000 personas han muerto en estos dos años".

Amid reconoce que muchos jóvenes educados están viviendo en el país y usan sus capacidades en cosas en las que les aprecien y les permitan desarrollarse. "Si Siria sigue así, perderemos una generación que contribuya a construir un nuevo país", dice Amid con tristeza.

Por Francesca Fontanini, desde Bogotá, Colombia

*Nombre cambiado por motivos de seguridad