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Ex refugiados somalíes recaudan fondos en Canadá para construir una escuela en Dadaab

Historias

Ex refugiados somalíes recaudan fondos en Canadá para construir una escuela en Dadaab

Más de 400 niños solicitaron inscribirse en la nueva escuela en el campamento de Dagahaley, pero actualmente solo hay espacio para 140. Los estudiantes incluyen refugiados y niños locales de Kenia.
13 March 2014
Niños somalíes en la nueva escuela infantil del campamento de Dagahaley, fundada por la ONG canadiense Humankind International.

DADAAB, Kenia, 13 de marzo de 2014 (ACNUR) – Hace seis años, en la ciudad canadiense de Winnipeg, Muuxi Adam se reunió con dos amigos en una cafetería para pensar en cómo podían ayudar a otros somalíes que viven en los campamentos de refugiados en África.

Los tres, todos ellos somalíes pero procedentes de diferentes clanes, comenzaron por fundar una ONG llamada Humankind International. Su objetivo era doble: por un lado, crear conciencia en países vecinos como Kenia y Etiopía sobre los refugiados somalíes y, por otro, recaudar dinero para destinarlo a proyectos educativos para los refugiados.

En febrero, su iniciativa se hizo realidad con la apertura de un centro de enseñanza infantil en el campamento de Dagahaley, que forma parte del mayor complejo de campamentos de refugiados del mundo, el de Dadaab, en el noreste de Kenia. En la reciente ceremonia de inauguración, Muuxi contó a ACNUR que más de 400 niños habían hecho cola para matricularse en la escuela, pero que hasta el momento sólo habían podido acoger a 140. También añadió que la mitad de ellos vivía en el campamento de refugiados y la otra mitad procedía de la comunidad de acogida.

La escuela cuenta con tres profesores, dos procedentes de la comunidad de refugiados y uno local. El socio de ACNUR en educación primaria en Dagahaley, CARE International, ha provisto a la escuela de un suministro de agua.

"Este es uno de los mejores momentos de mi vida", comentó Muuxi, que creció y sufrió en la Somalia devastada por la guerra antes de separarse de su familia y en 2004 tomar camino hacia Toronto, en Canadá, donde ahora es ciudadano.

La primera vez que se sintió inspirado para elaborar un proyecto educativo fue después de localizar y visitar a su madre en un campamento de refugiados en Etiopía. Allí conoció a un chico de ocho años que le pidió ir a la escuela ya que no le había sido posible hasta el momento. Muuxi se sintió escandalizado. Aquella fue la semilla que regó en la cafetería de Winnipeg con sus compañeros somalíes, que habían vivido en Dadaab.

Muuxi, que casi tiene treinta años, dijo que su ONG había gastado 35.000 dólares para crear esta escuela de Dadaab y que estaba seguro de poder recaudar más dinero a través de Humankind International. También declaró que su objetivo es dar becas a 120 refugiados cada año y que lo importante es que la escuela esté ahora abierta para el beneficio de la comunidad.

El director somalí de las operaciones de ACNUR en Dadaab, Ahmed Warsame, dijo que era "maravilloso poder presenciar los esfuerzos extraordinarios por parte de los antiguos refugiados para ayudar a sus comunidades a aliviar el sufrimiento humano". Warsame, que casualmente también es ciudadano canadiense de Winnipeg, se comprometió a prestar apoyo a ACNUR para la escuela mediante el suministro de equipamiento y materiales de aprendizaje.

La Agencia de la ONU para los Refugiados apoya otras iniciativas para la educación primaria y secundaria en Dadaab, donde viven 350.000 refugiados registrados.

Por Duke Mwancha en Dadaab, Kenia