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Hambrientos y desesperados, miles de somalíes viajan a Etiopía

Historias

Hambrientos y desesperados, miles de somalíes viajan a Etiopía

Amenazados por las milicias de Al Shabab y una sequía que empeora, miles de somalíes están abandonando sus terrenos para buscar seguridad en Etiopía.
25 March 2017
Ali Said huyó con su familia de Somalia debido a la sequía y la continua inseguridad.

DOLO ADO, Etiopía, 24 de marzo de 2017 (ACNUR) -- Con hambre y agotamiento, Aisha Yussuf Abdi, de 40 años, y sus siete hijos pequeños finalmente llegaron a Etiopía después de una desesperante caminata de tres días por la frontera con Somalia.

"Caminamos y dormimos en el camino", dice, sus ojos se movían nerviosamente mientras recordaba el viaje. "Tuve que dejar a mi esposo y a mis padres para que mis hijos tuvieran una oportunidad de sobrevivir".

Aisha está entre unos 4.300 refugiados somalíes que han huido de la violencia de Al Shabab y una sequía que empeora en Etiopía. Un número creciente de ellos ha alcanzado la débil seguridad a causa de la falta de alimentos.

"Caminamos y dormimos en el camino".

"Las personas están llegando con hambre. Un número significativo de niños y madres están desnutridos", dice Sandra Harlass, Oficial de Salud para el ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, en Etiopía.

En el centro de recepción de Dolo Ado, los refugiados son registrados y examinados por problemas médicos. Casi tres cuartas partes de los niños menores de cinco años que llegan están desnutridos. "Es una situación muy frágil que necesita atención urgente para salvar vidas", dice Harlass.

En medio de la inestabilidad y el resurgimiento de la violencia, Somalia está experimentando su peor sequía en siete años. La inmensa mayoría de los que huyen provienen de las regiones de Bahía, Gedo y Juba Central, donde la mayoría de las familias crían ganado o se ganan la vida cultivando la tierra.

"Teníamos nuestra granja, nuestras vacas y comida en nuestra mesa. Pero podías sentir la sequía acercándose", dice Aisha. La familia intentó en vano mantener la producción de su granja, pero cuando sus esfuerzos fracasaron, ella supo que era hora de irse. Todas nuestras vacas, todas, murieron ante nuestros ojos. Tenemos hambre y estamos buscando comida", añade.

La sensación de hambre y desesperación es común entre los recién llegados. Ali Said, de 31 años y padre de ocho, y su familia huyeron debido a la sequía y a la inseguridad continua. "La sequía es muy mala, y algunas de las áreas son inaccesibles", dice Ali, mientras tranquilamente calma a uno de sus hijos.

Su granja se secó y sus animales murieron en cuestión de semanas. "Incluso en esas condiciones, no se puede obtener ayuda porque Al Shabab está ahí", dice.

Mientras algunos huyen, la mayoría de los somalíes están buscando alivio dentro del país. En los últimos cuatro meses, unos 256.700 somalíes se han desplazado internamente debido a la sequía. El ACNUR y otros socios humanitarios están apresurándose para tratar de evitar que la situación se deteriore como en 2011, cuando las devastadoras condiciones de hambruna experimentadas provocaron la muerte de 250.000 somalíes y cientos de miles más cruzaron las fronteras.

Somalia es la cuarta mayor crisis de refugiados en el mundo. Más de 1,4 millones de somalíes viven en el exilio, muchos de ellos por décadas. La mayoría se alberga en países de la región. Únicamente Etiopía alberga a más de 245.000 refugiados somalíes. Con el surgimiento de otra potencial crisis en Somalia, los líderes regionales hacen un llamado por una respuesta internacional más integral para los refugiados de Somalia.

"La comunidad internacional debe adoptar una nueva forma de responder a estas crisis, abordando primero las necesidades urgentes, invirtiendo en el desarrollo de oportunidades para que los refugiados puedan proveerse a sí mismos y también contribuyan positivamente al desarrollo de la comunidad de acogida", dice Surrya Riaz, Oficial de Protección en Melkadida.

"Tenemos hambre y estamos buscando alimento"

El 25 de marzo, los Estados miembros de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo, o IGAD, se reunirán con la comunidad internacional y otras partes interesadas para una Cumbre en Nairobi, Kenia. El objetivo es conducir un enfoque regional integral para facilitar soluciones duraderas para los refugiados somalíes y fortalecer el entorno de protección en los países anfitriones.

Además, la Cumbre busca plantear una respuesta efectiva para la sequía actual que afecta a un estimado de 1,1 millones de personas desplazadas internas dentro de Somalia, y a más de un millón de refugiados en la región.

Con la sequía llegando a la región sur de Etiopía, donde se albergan más 245.000 refugiados somalíes actualmente, se necesita urgentemente financiamiento para entregar asistencia inmediata, salvar vidas e impulsar el desarrollo. "La situación en Somalia no es buena", dijo Aisha, quien espera que la paz llegue y poder así, regresar a su hogar. "Todo lo que quiero es una mejor vida para que mis hijos puedan ir a la escuela. Pero nuestra vida está allá. Dios quiera, podamos volver a nuestro hogar".

Por Diana Díaz