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Manpower y ACNUR empoderan a reasentados en Estados Unidos

Historias

Manpower y ACNUR empoderan a reasentados en Estados Unidos

Under an innovative scheme, some refugees from Myanmar are preparing for office jobs in the United States even while living in a Thai jungle. [for translation]
22 July 2010
Ah Ywa Paw hace prácticas de archivación en una oficina del campo de refugiados.

CAMPO DE REFUGIADOS DE MAE LA, Tailandia, 22 de julio (ACNUR) – Ah Ywa Paw es una madre soltera de 26 años perteneciente a la etnia Karen que ha optado por el reasentamiento en Estados Unidos para que sus dos hijos pequeños puedan acceder a una buena educación.

Para darles el ejemplo, ha participado con éxito en un programa piloto de capacitación diseñado especialmente para que los refugiados de Myanmar que viven en este campo situado en el norte de Tailandia puedan trabajar en oficinas estadounidenses. El programa ha sido desarrollado por ACNUR en partenariado con Manpower Inc., líder mundial en servicios de personal para empresas.

"Me dijeron que en el curso mejoraría mi inglés y aprendería a trabajar en una oficina", recuerda Ah Ywa, que habla tres idiomas más. "Y así fue. Ahora sé hacer cosas básicas como redactar una solicitud de permiso o manejar una fotocopiadora y he progresado en inglés".

En el primer ciclo piloto de seis semanas de adestramiento dentro del campo participaron 19 refugiados, 7 de ellos mujeres. Para impartirles las capacidades mínimas necesarias para emplearse como oficinistas en Estados Unidos se utilizaron vídeos, juegos de roles y clases presenciales con instructores especializados y personal voluntario de Manpower. Otros 30 refugiados se preparan a participar en un nuevo ciclo de seis semanas que comenzará en julio.

A primera vista planear una jornada en la oficina, ir a la cafetería, socializar con los compañeros de trabajo a la hora de comer, hacer fotocopias, archivar documentos o transferir llamados telefónicos pueden parecer materias exóticas para alguien que vive en una cabaña dentro de la jungla.

"Los instructores fueron muy pacientes con nosotros", explica Ah Ywa. "Veníamos con niveles de instrucción muy desparejos y a muchos de mis compañeros les costaba ponerse al día, pero a los instructores no les importaba tener que repetir las explicaciones. Ojalá el curso hubiera durado más de seis semanas."

Simon Matthews, gerente de Manpower Tailandia, sostiene que además de las habilidadades típicas, es indispensable que los refugiados aprendan a relacionarse con jefes y compañeros de trabajo en una cultura completamente nueva para ellos.

Un total de 38 empleados Thai de Manpower se desempeñaron como instructores voluntarios en las prácticas. Las clases teóricas, basadas en material desarrollado por expertos de la empresa, fueron impartidas por efectivos de ZOA, una organización holandesa de apoyo a los refugiados.

El curso se dirige a refugiados seleccionados para radicarse en Estados Unidos en el marco de un programa de reasentamiento que se caracteriza por ser el más amplio del mundo. Gracias a este programa desde 2005 más de 55.000 refugiados de Myanmar en Tailandia han podido abandonar los campos.

El concepto surgió en 2007 durante una visita a Tailandia del Council of Business Leaders, el grupo de ejecutivos de las empresas más importantes del mundo que asesora al ACNUR para que el quehacer humanitario adquiera un perfil más "empresarial". En esa oportunidad David Arkless, a la sazón vicepresidente de Manpower, se quedó muy impresionado oyendo hablar a un joven Karen que estaba por viajar a Estados Unidos de su preocupación por encontrar un trabajo mientras estudiaba y decidió poner a los futuros reasentados en contacto con las oficinas de Manpower.

La tímida Zar Ki Rah tiene 19 años y está en la misma situación de ese joven Karen. Cuando vaya a estudiar a Estados Unidos tras 11 años de permanencia en Mae La va a necesitar un empleo para mantener a sus padres y espera que Manpower la ayude a abrirse camino. "Soy buena en matemáticas y sé usar la computadora", admite. "Seguro que con esta combinación encontraré un buen trabajo en contabilidad".

El proyecto contempla una segunda fase, durante la cual 15 de los participantes serán asesorados por Manpower una vez reasentados en la búsqueda o el mantenimiento de sus puestos de trabajo.

En la familia de Ah Ywa Paw hay un antecedente positivo: su hermana menor ya está radicada en Estados Unidos y ha encontrado empleo como vendedora en una tienda de postales.

Esta semana les toca viajar a ella y a sus hijos de siete y dos años.

Del proyecto ACNUR-Manpower se lleva una excelente opinión. "Quiero que los refugiados que han sido aceptados para reasentarse en Estados Unidos sepan que el curso es una gran oportunidad para aprender inglés. El idioma es lo más importante para instalarse en un nuevo país".

Por Kamolmas Jaiyen desde el campo de refugiados de Mae La Refugee, Tailandia