ACNUR vuelve a desplegar más personal en el estado de Rakhine

El pasado miércoles regresó al Estado de Rakhine, en Myanmar, más personal de ACNUR para ayudar a atender las necesidades humanitarias urgentes allí. Un primer equipo ya volvió el 20 de junio y se unió al personal de ACNUR que estaba trabajando en la zona.

ACNUR también está participando en una visita conjunta con el gobierno, Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y representantes de países donantes a las zonas afectadas por la violencia. Permanecerán dos o tres días en el estado de Rakhine.

Como parte de la respuesta humanitaria general de Naciones Unidas, el personal de ACNUR en Sittwe ha comenzado a identificar las necesidades en los campamentos . Hasta ahora se ha llegado a unas 30 localizaciones que acogen a personas desplazadas por la reciente violencia y se han distribuido materiales de ayuda de ACNUR a unas 5.000 personas que viven en estos campos, principalmente mantas, lonas, utensilios de cocina y mosquiteras. Los camiones con suministros para otras 35.000 personas llegarán a Sittwe a comienzos de la próxima semana.

El personal de ACNUR que visitó los campos para desplazados encontró a niños, ancianos, mujeres y hombres durmiendo en el suelo y que necesitaban esteras, lonas, mantas y mosquiteras. ACNUR y sus socios están preocupados por la posibilidad de que se produzcan brotes de enfermedades debido a los pobres suministros de agua y saneamiento en un momento en que está lloviendo intensamente.

Según las autoridades de Myanmar, más de 52.000 personas se han visto obligadas a desplazarse durante las revueltas. El Programa Mundial de Alimentos ha informado de que ha distribuido alimentos a unas 91.000 personas que se vieron afectadas por la violencia que estalló el 8 de junio. Las autoridades de Myanmar están gestionando actualmente más de 80 asentamientos temporales para personas desplazadas en cinco municipios. Teniendo en cuenta el alcance de la destrucción, ACNUR estima que muchas más personas tendrán que permanecer fuera de sus casas y aldeas durante tres meses o más.

A petición del gobierno, ACNUR y otras agencias también empezarán a atender las necesidades de cobijo tanto a corto como a largo plazo. Junto a sus socios, ACNUR sigue asistiendo y distribuyendo ayuda humanitaria de forma imparcial, en función de las necesidades, a todas las comunidades y víctimas de los recientes disturbios.