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La protección de los civiles es esencial en un momento en que se recrudecen los combates en Tal Afar

Notas de prensa

La protección de los civiles es esencial en un momento en que se recrudecen los combates en Tal Afar

22 August 2017
Una familia iraquí desplazada llega al campamento de Hammam Al-Alil tras huir del conflicto en el oeste de Mosul.

La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, continúa preocupada por la protección de civiles iraquíes desde que el pasado domingo se iniciaran las operaciones para retomar la ciudad de Tal Afar, en el norte de Irak.

La ciudad de Tal Afar, situada en la provincia de Nínive, a unos 65 kilómetros al noroeste de Mosul, cayó bajo el control de grupos armados extremistas en 2014. Se estima que su población antes del conflicto era de unos 200.000 habitantes. Desde abril de este año, más de 30.000 personas han huido del distrito de Tal Afar y muchas de ellas están residiendo en campamentos que acogen a otras familias desplazadas, principalmente de Mosul.

Las agencias humanitarias dejaron de tener acceso a Tal Afar en 2014, pero se estima que miles de personas podrían aún estar en la ciudad. Las condiciones son muy difíciles, con escasez de alimentos y agua, falta de electricidad y cada vez menos centros de atención sanitaria. Según ciertas informaciones, desde hace tres o cuatro meses la población que permanece en Tal Afar estaría sobreviviendo a base de agua no potable y pan.

Las familias que han logrado huir de la zona, lo han hecho arriesgando sus vidas. Muchos cuentan haber visto cadáveres en el camino y, según ciertas informaciones, algunos civiles habrían sido asesinados por grupos de extremistas. Otros habrían muerto por deshidratación o enfermedades.

Quienes abandonan Tal Afar tienen que recorrer largas distancias a pie para tratar de llegar a lugar seguro, sin alimentos ni agua, a veces durante 20 horas y todo esto bajo un calor sofocante. Las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 50 grados. Las personas que logran huir de Tal Afar a menudo se ven obligadas a dejar atrás a sus seres queridos más vulnerables (niños, ancianos, discapacitados), quienes no pueden emprender el arduo viaje.

Muchos de los que llegan a los puntos de encuentro (gasolinera Badoush, cruce de Scorpion, punto de encuentro Al Musaid) están físicamente agotados y deshidratados. Muchas personas sufren lesiones o han resultado heridas por francotiradores o explosiones de minas antipersona.

Los socios de ACNUR en materia de protección están presentes en estos puntos de encuentro, identificando y derivando los casos que necesitan asistencia específica, como los menores no acompañados y separados.

La semana pasada, ACNUR recibió a unas 1.500 familias en el centro de tránsito de Hammam Al Alil a unos 20 kilómetros al sureste de Mosul, donde se proporciona albergue durante una noche y asistencia básica.

Además, ACNUR está finalizando unas 1.000 parcelas familiares adicionales (para 6.000 personas) en Al Salamiyah 3, un nuevo sector a unos 25 kilómetros al sureste de Mosul. Se espera que el asentamiento abra sus puertas en unos 10 días.

ACNUR también ha asumido la gestión del campamento de Nimrud, a unos 7 km del campamento de Al Salamiya, que consta de 3.600 parcelas familiares y que podrá recibir hasta 22.000 desplazados de Tal Afar en los próximos días.

Además, alrededor de 150 familias de Tal Afar (unas 900 personas) han encontrado albergue en campamentos de ACNUR al este de Mosul.

ACNUR teme que los civiles iraquíes puedan ser nuevamente utilizados como escudos humanos y que quienes traten de huir puedan ser ejecutados o tiroteados. ACNUR insta a todas las partes en conflicto que permitan a los civiles abandonar la zona de conflicto y tener acceso a seguridad.

Al ACNUR también le preocupan los informes que señalan que en ocasiones se está denegando el acceso a familias iraquíes desplazadas que llegan en busca de seguridad desde Tal Afar a lugares con capacidad para recibirlos y darles albergue. Asimismo, son motivo de preocupación los continuos informes que dan cuenta de situaciones de acoso, ataques por venganza y los abusos a desplazados de Tal Afar.

La Agencia de la ONU para los Refugiados reitera su llamamiento a las autoridades iraquíes para que redoblen sus esfuerzos para garantizar la prevención, mecanismos seguros de denuncia y una respuesta a estos incidentes en un período de tiempo razonable. ACNUR también se hace eco y apoya las intervenciones de alto nivel por parte del Coordinador de Asuntos Humanitarios.

En todo Irak, más de tres millones de personas siguen desplazadas debido al conflicto. ACNUR prevé nuevos desplazamientos durante los próximos meses a medida que el gobierno iraquí avance para retomar las zonas bajo control de los extremistas en Hawiga y Anbar Oeste (Al Qa'im, Ana y Ru'aa), pudiendo generar el desplazamiento de hasta 100.000 personas.

Las operaciones humanitarias de ACNUR en Irak siguen careciendo de los fondos necesarios. ACNUR necesita urgentemente 126 millones de dólares este año para construir campamentos, dar apoyo a los retornados y ofrecer asistencia para el invierno. La escasez de fondos amenaza con poner en peligro la respuesta humanitaria.