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Yemen: ONU vuelve a la ciudad de Sa'ada tras alto el fuego

Notas de prensa

Yemen: ONU vuelve a la ciudad de Sa'ada tras alto el fuego

26 March 2010

El pasado miércoles (24 de marzo) el equipo de la ONU en Yemen, incluyendo a representantes de ACNUR, visitó la capital de la convulsa provincia septentrional de Sa'ada por primera vez desde que estalló la denominada "sexta guerra" entre el gobierno yemení y los rebeldes de Al Houti en agosto del pasado año. Tras el alto el fuego, que entró en vigor el 11 de febrero de este año, el final de la guerra fue declarado de manera oficial el pasado viernes (19 de marzo).

Los miembros de la primera misión conjunta a Sa'ada, compuesta por representantes de Naciones Unidas, ONGs y gobierno, se reunieron con las autoridades locales para analizar las necesidades globales de la población en la gobernación de Sa'ada antes de realizar un análisis en profundidad. Esta reunión también constituyó una primera oportunidad para que los participantes pudieran conocer de primera mano la situación de los civiles yemeníes desplazados en la ciudad y las condiciones para el retorno voluntario y seguro de cientos de miles de personas que durante siete meses se vieron obligadas a huir de los intensos combates. El equipo de Naciones Unidas en Yemen reiteró su disposición para ofrecer asistencia a todas las personas con necesidades tras la guerra que ha afectado a la gobernación.

Hasta el momento se ha registrado a más de 250.000 desplazados internos, aunque con la ampliación del acceso a muchas zonas de la provincia de Sa'ada, el gobierno yemení actualmente calcula que hasta 350.000 personas se encuentran desplazadas por la guerra. En torno a 22.000 de estos desplazados internos se encuentran todavía en la ciudad de Sa'ada.

La misión visitó seis campos para desplazados internos gestionados por la Media Luna Roja yemení en la ciudad de Sa'ada. Estos campamentos actualmente acogen a unas 4.500 personas. La mayor parte de los desplazados en la ciudad de Sa'ada están siendo acogidos por la comunidad local, familiares, amigos y vecinos. Todos los campamentos, a pesar de que acogen a un número relativamente reducido de desplazados, están gravemente superpoblados.

Durante la misión a Sa'ada, el gobierno instó a los jeques y líderes locales a desempeñar un papel activo en el proceso de estabilización y a hacer respetar el estado de derecho para fomentar los retornos. Las autoridades locales acogieron con agrado la presencia de las agencias de la ONU y ONGs y pidieron ayuda internacional para la reconstrucción y distribución de asistencia básica. ACNUR, en colaboración con otras agencias de la ONU, está analizando la posibilidad de reabrir su oficina en Sa'ada.

El equipo informó de que la ciudad parece estar recuperándose y volviendo a la vida, como muestra el bullicio de gente y tráfico y la reapertura de los comercios. El precio de los bienes básicos, que aumentó durante el conflicto, está descendiendo de manera gradual. El suministro de agua y electricidad está mejorando y algunas escuelas ya han reabierto sus puertas.

El retorno a gran escala, de manera voluntaria y segura, a la provincia de Sa'ada requerirá estabilidad y seguridad, así como un importante esfuerzo de reconstrucción y ayuda rápida. Muchas casas han resultado dañadas o destruidas en la gobernación de Sa'ada y tanto los desplazados internos que regresan como aquellos que nunca han huido de la provincia requieren ayuda urgente como comida y material básico para fabricar alojamientos. ACNUR ha preparado un plan y está preparado, si los recursos lo permiten, para ayudar en el proceso en colaboración con otras agencias de la ONU, ONGs socias y el gobierno.

Según hemos sido informados, desde el inicio del alto el fuego unas 200 familias de los tres campos de desplazados en Al Mazrak han regresado a la gobernación de Sa'ada. Algunos cabezas de familia han vuelto a sus localidades para revisar sus propiedades y recuperar sus pertenencias, para posteriormente regresar a los campamentos. Según estos desplazados internos, ya no se registran saqueos en la provincia de Sa'ada, aunque el nivel de destrucción es significativo. Otros desplazados que han regresado temporalmente a Sa'ada para recoger documentos personales que les garanticen el acceso al registro y asistencia mientras se encuentre desplazados. Paralelamente, el lunes (22 de marzo) una misión transfronteriza de ACNUR que partió de Arabia Saudí visitó la región de Mandaba, situada a un par de kilómetros de la frontera de Yemen. La misión constató que la mayor parte de los 10.000 desplazados internos alojados en Mandaba había regresado a sus localidades de origen y apenas 4.000 personas permanecían en los campamentos espontáneos.

Según una evaluación rápida llevada a cabo en los campamentos de Al Mazrak, la mayoría de los desplazados internos se muestra reacia a regresar debido principalmente a motivos de seguridad. En general, los desplazados se muestran cautelosos y quieren que se les garantice que la paz será duradera. También tienen miedo de las minas y artefactos sin detonar que inundan algunas zonas de Sa'ada afectadas por los combates. Estos temores se ven acrecentados por las informaciones que señalan incidentes mortales relacionados con minas y artefactos sin detonar en varios distritos de Sa'ada.

A pesar de las continuas campañas de sensibilización sobre minas, son frecuentes los incidentes con trágicas consecuencias. El lunes (22 de marzo) un grupo de niños paseaba por las inmediaciones del campo Al Mazrak 3 para recoger leña cerca de la localidad de Malaleth. Uno de los niños, de 16 años, encontró un objeto atractivo y lo cogió del suelo. La mina terrestre lo mató en el momento. Un día más tarde, una mina estalló en el mercado de Mazrak, matando a tres niños y a tres adultos. Un niño y seis adultos resultaron heridos y fueron hospitalizados. El equipo de desminado encontró más artefactos sin explotar en las cercanías y los desactivó. Estos incidentes desafortunados y evitables añaden más urgencia a los llamamientos de ACNUR para un esfuerzo para la eliminación rápida y a gran envergadura de minas antipersona en el norte de Yemen.