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Un sistema biométrico del ACNUR verifica la identidad de los refugiados en Tailandia

Comunicados de prensa

Un sistema biométrico del ACNUR verifica la identidad de los refugiados en Tailandia

The refugees now have a smart card with encrypted personal information that will prove useful as they plan for their future beyond the camps. [for translation]
30 June 2015
En el campamento de Tham Hin, en Tailandia, un miembro del personal del ACNUR capta una imagen del iris del ojo de una refugiada de Myanmar para almacenarlo en el nuevo sistema de biometría.

CAMPAMENTO DE THAM HIN, Tailandia, 30 de junio de 2015 (ACNUR) – La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados ha completado la implantación de un sistema pionero que se utilizará para identificar a los refugiados de Myanmar acogidos en nueve campamentos sitos en la zona fronteriza de Tailandia.

Entre los meses de enero y mayo de este año, el ACNUR y el Gobierno Real de Tailandia verificaron y actualizaron, con la ayuda del nuevo sistema BIMS de gestión de identidad biométrica, los datos de casi 110.000 refugiados, registrados y no registrados, de Myanmar.

Se eligió Tailandia como país piloto para la implantación a nivel mundial de este sistema, que complementa los planes elaborados para verificar los datos biométricos de la población de los campamentos. Hace 10 años se suspendieron los registros habituales en los campamentos y la necesidad de disponer de información actualizada sobre la composición de las familias, los nacimientos, los fallecimientos y los matrimonios era cada vez más urgente.

"La situación en Myanmar está cambiando y los refugiados buscan sus propias soluciones fuera de los campamentos", dice Mireille Girard, Representante del ACNUR en Tailandia, y señala que algunos de ellos han empezado a regresar a su país por iniciativa propia. "Si entendemos su situación familiar e individual en los campamentos – también la de los refugiados más vulnerables – podremos evaluar mejora su situación antes y después de los desplazamientos, lo que también nos permitirá concentrar nuestra labor de asistencia y supervisión en los más necesitados".

Este ejercicio, llevado a cabo conjuntamente con los funcionarios del Ministerio de Interior, con el apoyo de ONG socias del ACNUR, exigió realizar un examen riguroso de los documentos disponibles y una verificación física de todos los núcleos familiares. Los líderes de los refugiados en cada uno de los campamentos ayudaron a movilizar a la población y la animaron a participar. El resultado es el examen más exhaustivo desde el punto de vista estadístico y de la protección realizado en 10 años de esta población de refugiados.

Gracias al sistema BIMS, por primera vez en la historia del ACNUR se obtuvieron las huellas dactilares y una imagen del iris de cada refugiado. Luego, estos datos se almacenaron de manera segura en la base de datos en línea del ACNUR y pueden consultarse desde cualquier lugar del mundo.

"En el futuro, la biometría será una ayuda para los refugiados, dado que el sistema garantiza que, una vez que estén registrados en el sistema y se hayan guardado sus huellas dactilares y sus iris, siempre sabremos dónde se encuentran", dijo en Ginebra Sam Jefferies, Oficial Adjunto encargado de la implantación del sistema biométrico del ACNUR. "Si pierden la documentación, siempre pueden acudir a nosotros".

Una refugiada del campamento de Tham Hin examina su nueva tarjeta inteligente que contiene un enlace a los datos biométricos de su familia que figuran en la base de datos del ACNUR.

Llevar el personal y la tecnología a algunas de las zonas más remotas de Tailandia planteó numerosos problemas logísticos. Fue necesario transportar dispositivos satelitales a campamentos que no disponían de línea telefónica ni acceso a Internet y cruzar ríos y recorrer durante 13 semanas cientos de kilómetros de serpenteantes carreteras de montaña a lo largo de la frontera entre Tailandia y Myanmar, cargando equipos delicados y transportando a más de 75 miembros del personal del ACNUR.

Al finalizar el ejercicio de verificación en Tailandia, se proporcionó a cada uno de los refugiados una tarjeta inteligente con datos biométricos y fotografías de su familia, que fueron cifrados de forma segura y pueden consultarse con los lectores de tarjetas del ACNUR incluso en lugares remotos sin acceso a Internet.

"Con estas tarjetas no necesitamos desplazarnos con equipos pesados, como por ejemplo, un servidor", dice Mireille Girard, Representante del ACNUR. "En los casos de regreso voluntario, nuestros equipos en Myanmar llevarán un lector de tarjetas en su mochila cuando realicen visitas sobre el terreno para documentar lo que ha ocurrido con los repatriados y verificar si han recibido asistencia para la reintegración. También transmitiremos esa información a otros agentes humanitarios y a las autoridades sobre el terreno para que puedan planificar y prestar servicios en los lugares en los que se necesiten".

"Esta verificación es muy importante para mí y para los demás refugiados. La tarjeta puede resultar decisiva para nuestra vida en el futuro. Si tenemos alguna posibilidad de regresar [a Myanmar], la tarjeta será una prueba válida ante el ACNUR o el Gobierno de Tailandia. Les digo a los otros refugiados que guarden su tarjeta inteligente en un lugar seguro, con sus pertenencias más valiosas", explica John Smith, un refugiado que trabaja para el Comité de Refugiados Karen en el campamento de Tham Hin, sito en la provincia de Ratchaburi.

Por Vivian Tan, en el campamento de Tham Hin, Tailandia.

Gracias a la Voluntaria en Línea Luisa Merchán por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.