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Salud pública

Salud pública

Los programas de salud pública del ACNUR brindan apoyo a las personas refugiadas para que puedan estar lo más sanas posible. Además, ACNUR colabora con gobiernos y socios para prestar servicios de salud de emergencia, mejorar los servicios de salud locales, e incluir a las poblaciones refugiadas en los planes y sistemas nacionales de salud.

Con tu apoyo, lograremos ampliar el acceso de las personas refugiadas a servicios médicos generales y especializados, de salud sexual y reproductiva, así como servicios de nutrición y salud mental.
Actividades en Colombia.

 

Todas las personas, con inclusión de las refugiadas, tienen derecho a la salud. En otras palabras, cualquier persona debe tener acceso a servicios básicos de salud, a costos asequibles, en el momento y lugar en el que los requiera. Sin embargo, muchas personas refugiadas enfrentan un gran número de obstáculos al tratar de satisfacer sus necesidades de salud.  

El enfoque de ACNUR hacia la salud pública es congruente con el Pacto Mundial sobre los Refugiados. Cuando no hay servicios nacionales disponibles o cuando estos no están en posibilidades de cubrir necesidades adicionales, ACNUR prioriza la colaboración con los gobiernos para mejorar los servicios sanitarios e incluir a las personas refugiadas en los sistemas y planes nacionales de salud. 

¿Qué hace ACNUR para mejorar la salud y el bienestar de las poblaciones refugiadas? 

ACNUR hace lo posible por mejorar la salud y el bienestar de las poblaciones refugiadas atendiendo una amplia gama de necesidades. En primera instancia, ACNUR aborda la salud pública desde distintos ángulos, que incluyen abogar por la inclusión en sistemas y políticas de salud; ampliar el acceso a servicios médicos, alimentos, agua, saneamiento e higiene; promover viviendas saludables, así como recabar y analizar datos relativos a la salud. ACNUR cuenta con más de 140 socios en los gobiernos, ministerios de salud, agencias de la ONU, organizaciones no gubernamentales, comunidad académica y sector privado. La colaboración interagencial se adapta a cada país dependiendo del tipo de atención médica disponible y dependiendo de las necesidades de las poblaciones refugiadas. Gracias a los programas, luchas y alianzas de ACNUR, muchas personas refugiadas y comunidades de acogida tienen acceso a servicios médicos seguros, efectivos, equitativos y asequibles. 

Directrices estratégicas de ACNUR

Los programas de ACNUR en materia de salud se dividen en seis ejes principales: 

  • Acceso a la atención médica: ACNUR hace lo posible por ayudar a las personas refugiadas a tener acceso a servicios médicos por medio de los sistemas nacionales de salud. Del mismo modo, aboga por la inclusión de las personas refugiadas en el cuidado de la salud directamente con los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, los socios locales y las comunidades. Además, ACNUR proporciona fondos, suministros y equipos médicos tanto a sus socios como a los sistemas nacionales de salud para la prestación de servicios médicos generales y especializados. 
  • Apoyo psicosocial y salud mental: ACNUR ofrece asistencia técnica, capacitación y medicamentos esenciales para tratar a las personas refugiadas con problemas neurológicos o de salud mental. ACNUR aboga por revisiones de salud mental en las consultas generales. Además, incluye el apoyo psicosocial en los programas deportivos, educativos, de salud y de protección. 
  • VIH, y salud sexual y reproductiva: ACNUR ofrece guía y capacitación en cuanto a planificación familiar, anticonceptivos, y cuidado materno y neonatal. Asimismo, brinda apoyo en la gestión de casos de VIH y, de manera similar, apoya y construye capacidad para el cuidado clínico de sobrevivientes de violencia sexual y de pareja.
  • Nutrición y seguridad alimentaria: Las Encuestas de Nutrición Ampliadas Estandarizadas (SENS, por sus siglas en inglés) de ACNUR evalúan el estado nutricional de las personas refugiadas e identifica cómo mejorar los resultados. Al colaborar estrechamente con sus socios, ACNUR diseña programas de alimentación específicos para las poblaciones refugiadas. Los sistemas biométricos y de registro de ACNUR apoyan en la distribución de alimentos y ayuda financiera que ofrecen sus socios. 
  • Agua, saneamiento e higiene (WASH, por sus siglas en inglés)ACNUR construye sistemas de suministro y tratamiento de agua para garantizar que haya suficiente agua potable. En ese sentido, ACNUR financia la construcción de instalaciones de saneamiento que capturan y constriñen patógenos dañinos. Además, distribuye jabones, productos de limpieza y productos de higiene femenina a mujeres y niñas para que puedan vivir la menstruación con dignidad y en privacidad. 
  • Información estratégica en materia de salud: ACNUR recaba y almacena datos sobre la salud, alimentación, acceso al agua, saneamiento e higiene de las poblaciones refugiadas por medio de encuestas y bases de datos. ACNUR analiza y utiliza esos datos con socios y gobiernos para monitorizar cuestiones y necesidades sanitarias, así como abogar por planes y políticas en la materia. 
     

¿Cuáles son las principales necesidades sanitarias de las personas refugiadas? 

Las necesidades de salud de las personas refugiadas dependen de muchos factores: padecimientos preexistentes y las condiciones del sector salud en el país antes de abandonarlo, la duración y las condiciones de su desplazamiento, y el acceso a servicios de salud en el país de acogida. Las necesidades de salud pueden ser agudas (como la atención obstétrica de emergencia) o crónicas (como la diabetes). 

Previo a su desplazamiento, muchas personas refugiadas viven en países que atraviesan por crisis humanitarias. Al tratar de salir de su país, las personas refugiadas pueden enfrentar condiciones peligrosas o difíciles, con consecuencias graves para su bienestar físico y psicológico. Al llegar al país de acogida, las poblaciones refugiadas suelen no tener acceso a servicios de salud asequibles. De hecho, la distancia, la seguridad, la lengua, las políticas públicas o las barreras financieras pueden impedir que las personas refugiadas vayan a consultas médicas, adquieran medicamentos o suministros médicos, se realicen estudios de laboratorio o reciban otros servicios para el cuidado de la salud. Con frecuencia, se interrumpe el tratamiento de enfermedades crónicas, que incluyen desnutrición y enfermedades no trasmisibles. En ocasiones, las personas refugiadas deben vivir con heridas graves, como huesos rotos, sin recibir atención médica. 

A partir de los datos que arroja el Sistema Integrado de Información sobre la Salud de los Refugiados (iRHIS, por sus siglas en inglés), los cuales fueron obtenidos de veinte países en 2019, las tres causas principales de morbilidad en las poblaciones refugiadas son la malaria (17%), las infecciones en el sistema respiratorio superior (18%) y las infecciones en el sistema respiratorio inferior (6%). En el caso de la niñez refugiada de menos de cinco años de edad, las principales causas de muerte son la muerte neonatal (31%), la malaria (8,3%) y las infecciones en el sistema respiratorio inferior (5,6%). 

¿Las personas refugiadas reciben atención médica gratuita?  

En términos generales, todas las personas – con inclusión de las refugiadas – tienen derecho a recibir la mejor atención médica disponible sin que ello cause estragos en sus finanzas.  

Sin embargo, las políticas del país de acogida definen el acceso de las personas refugiadas a los sistemas nacionales de salud. En algunos países, las poblaciones refugiadas tienen acceso a los servicios y sistemas nacionales de salud en la misma medida que la ciudadanía de esos países. En otras palabras, los gastos médicos son gratuitos, absorbidos por el Estado o de costos más reducidos (sobre todo en casos de emergencia). En otras latitudes, no obstante, las poblaciones refugiadas tienen acceso a los servicios nacionales de salud en calidad de extranjeros, lo cual suele traducirse en costos más elevados. De manera similar, en algunos países de acogida, las poblaciones refugiadas no tienen acceso a los sistemas nacionales de salud debido a las políticas del país, o bien, debido a barreras geográficas. En estos países, el costo de la atención médica en instituciones privadas constituye una barrera financiera.  

El Tercer Objetivo de Desarrollo Sostenible busca garantizar una vida sana y promover el bienestar de todas las personas, sin importar su edad; en parte, por medio de la cobertura universal de salud, la cual permite que las personas reciban atención médica asequible y de calidad. Además, debe cubrir servicios de salud esenciales paliativos, de rehabilitación, o bien, para prevenir y curar enfermedades, así como promover el bienestar.

En congruencia con el objetivo de cobertura universal de salud, ACNUR aboga por la inclusión de todas las personas refugiadas en los sistemas nacionales de salud. La inclusión de las poblaciones refugiadas constituye un modelo de salud pública rentable y sostenible, cuyos resultados redundarán en beneficio de las personas refugiadas y de las comunidades de acogida.