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En Bangladesh, la Alta Comisionada Adjunta Kelly T. Clements pide ayuda urgente para la población refugiada rohingya

Comunicados de prensa

En Bangladesh, la Alta Comisionada Adjunta Kelly T. Clements pide ayuda urgente para la población refugiada rohingya

5 June 2023
Un grupo de personas habla con una mujer sentada frente a una máquina de coser.

La Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Refugiados, Kelly T. Clements, habla con mujeres refugiadas rohingyas en un centro de desarrollo de habilidades y medios de vida en uno de los campamentos de Cox's Bazar.

DACA, Bangladesh – Al término de una visita de cuatro días a Bangladesh, la Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Refugiados, Kelly T. Clements, hizo un reconocimiento al país por acoger a un millón de personas refugiadas rohingyas durante casi seis años, y pidió que se amplíen las iniciativas de medios de vida y autosuficiencia para evitar que se deteriore la situación humanitaria en los campamentos de refugiados.

Además de seguir apoyando a las comunidades de acogida, la Alta Comisionada Adjunta señaló que había llegado el momento de esforzarse seriamente por aumentar la resiliencia y mejorar la vida de los rohingyas para que puedan recuperar las habilidades, la capacitación y la educación que recibieron en Bangladesh cuando puedan regresar a sus hogares.

Clements se reunió con la población refugiada rohingya, los dirigentes del país, donantes y actores humanitarios.

“Seguimos abogando por la creación de condiciones propicias en Myanmar para que las personas refugiadas puedan regresar con seguridad y dignidad, y los retornos voluntarios puedan ser sostenibles”, declaró Clements después de visitar los campamentos de refugiados de Cox's Bazar. “Las personas refugiadas que deseen regresar deben tener acceso a información clara y objetiva para poder tomar decisiones libres e informadas. Bajo ninguna condición se debe forzar o coaccionar a los refugiados para que regresen, algo que el Gobierno nos aseguró que no ocurriría”.

Clements también destacó que ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, debe poder evaluar la voluntariedad de las decisiones de la población refugiada. Indicó que los refugiados deben estar libres de cualquier presión o incentivo, y sus decisiones deben basarse en información precisa sobre la situación en Myanmar.

Las personas refugiadas rohingyas que viven en los campamentos dependen por completo de la ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, ya no se dispone de la financiación mínima para esta asistencia. Las agencias humanitarias se ven ahora forzadas a identificar solo las intervenciones más críticas, y eso significa que las necesidades básicas siguen sin cubrirse, con consecuencias terribles. El 1 de junio, el Programa Mundial de Alimentos se vio obligado a recortar la ayuda alimentaria por segunda vez en tres meses debido a la falta de financiación.

A ACNUR le preocupa que los recortes en las raciones, que se produjeron tras un gran incendio a principios de año y el impacto del ciclón Mocha hace apenas unas semanas, provoquen mayores tasas de desnutrición, abandono escolar, aumento del matrimonio infantil, trabajo infantil y violencia de género. Las personas refugiadas corren el riesgo de recurrir a medidas desesperadas ante la falta de apoyo adecuado.

Clements instó a dar a los refugiados mejores medios para mantenerse. “Si a la población rohingya se le da la oportunidad de obtener algunos ingresos, podrá comprar por sí misma la mayor parte de sus alimentos. Quieren tomar sus propias decisiones. Accediendo a servicios financieros móviles, podrán procurarse lo que necesiten para cubrir sus necesidades diarias”, explicó.

En reuniones con los socios gubernamentales, Clements también abogó por políticas que permitan utilizar en los alojamientos materiales más duraderos, resistentes al fuego y a la intemperie. Subrayó que es importante volver a construir más seguro y mejor, ya que el coste de mantener y rehabilitar los alojamientos y las instalaciones es ahora insostenible cada vez que una fuerte tormenta u otra catástrofe natural azota los campamentos.

Las agencias humanitarias han solicitado más de 876 millones de dólares (USD) este año para ayudar a casi 1,5 millones de personas, incluidas 920.000 personas refugiadas rohingyas en Cox's Bazar y Bhasan Char, y 495.000 bangladesíes en las comunidades vecinas. En junio de 2023, el Plan de Respuesta Conjunta solo estaba financiado en un 24 por ciento. Se necesita una financiación predecible y sostenida para evitar un desastre humanitario mayor.

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