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Comentarios del Alto Comisionado en la Conferencia de Donantes Ministeriales en apoyo a la Respuesta Humanitaria en Sudán y el resto de la región

Discursos y declaraciones

Comentarios del Alto Comisionado en la Conferencia de Donantes Ministeriales en apoyo a la Respuesta Humanitaria en Sudán y el resto de la región

19 June 2023
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Muchas gracias, Dominique, y saludos desde Nairobi.

Debo hacer eco de la descripción que hizo Martin de la terrible situación en Sudán. Anoche hablé con Raouf Mazou, Alto Comisionado Auxiliar para las Operaciones, quien se encuentra en el país junto con un equipo de 45 funcionarios extranjeros y 200 funcionarios nacionales. Además de apoyar a las personas que han sido desplazadas recientemente, en colaboración con organizaciones no gubernamentales y otras agencias de la ONU, el equipo de ACNUR en Sudán ha estado apoyando a más de un millón de personas de otras nacionalidades que se encontraban en el país previo al conflicto. Hemos logrado avances, pero el acceso sigue siendo difícil, de tal suerte que muchas personas no han recibido apoyo.

De momento, hay cerca de dos millones de personas desplazadas internas en Sudán, donde son comunes los saqueos, los asesinatos y la violencia sexual, según me comentaron los refugiados que han cruzado la frontera con Egipto (estuve ahí hace un par de semanas).

Esto no puede seguir ocurriendo, pues, además de la tragedia por la que atraviesa Sudán, se corre el riesgo de que el conflicto vaya más allá de las fronteras del país, lo cual tendría dramáticas consecuencias en la región y en otras partes del mundo.

Alrededor de un millón de personas han huido de Sudán.

ACNUR ha registrado 365.000 refugiados desde que estalló el conflicto; Egipto y Chad han dado acogida a la mayoría de estas personas, pero también ha habido cruces a otros países vecinos. Por otra parte, muchas de las personas que buscaron protección en Sudán previo al conflicto han sido forzadas a volver a casa a pesar de que las condiciones son adversas. Por ejemplo, hasta el momento, alrededor de 113.000 sudsudaneses han vuelto a su país de origen con las manos vacías. Estas personas están llegando a sitios que no están preparados para recibirlas, por tanto, crece la presión sobre comunidades que ya carecían de recursos. Aunado a ello, estos movimientos podrían desestabilizar a cualquier país que esté tratando de recuperarse de los devastadores estragos de un conflicto; al respecto, pensemos en Sudán del Sur.

La inseguridad provocada por la violencia es terreno fértil para el tráfico de armas y de personas. Hace un par de días, las presidencias de Egipto y de República Centroafricana compartieron conmigo las inquietudes que tienen al respecto. No dudo que el resto de países vecinos también las tengan. También se ha señalado que existe el temor, según escuchamos, de que la terrible violencia en Darfur se extienda hasta llegar a Chad.

ACNUR ha estado colaborando con los gobiernos de todos los países vecinos para ayudarlos a coordinar la respuesta a la situación de refugiados y para apoyar a las comunidades de acogida.

Se requieren acciones urgentes.

Primero, permítanme sumarme a otras voces que expresaron lo mismo: los enfrentamientos deben detenerse. Aplaudo todos los esfuerzos que se están haciendo al respecto; estos deben continuar y recibir todo el apoyo posible no solo por el bien de Sudán, sino también para que la inestabilidad no se apodere de la región o de otras partes del mundo. El alto al fuego debe mantenerse.

Segundo, reconozco la presión sobre los países vecinos. Como dije, reconozco también las inquietudes que hay con respecto a la seguridad. Al mismo tiempo, no obstante, insto a los países vecinos a no cerrar sus fronteras, no solo para cumplir con las obligaciones internacionales pertinentes, sino también para salvar vidas. Les ruego que el sentido humano esté siempre presente en las acciones que decidan emprender.

Tercero, como lo dijo Martin hace un momento, se requieren más fondos para el Plan de Respuesta Humanitaria en Sudán y para el Plan Regional de Respuesta para Refugiados que coordina ACNUR junto con 140 socios en los países vecinos. Las personas están huyendo a países donde la fragilidad y la escasez ya estaban presentes; de hecho, cuatro de ellos ya contaban con Planes de Respuesta Humanitaria que también carecían de financiación. Estos países requieren de nuestro apoyo no solo para satisfacer necesidades humanitarias y de desarrollo ya existentes, sino también para ayudar a quienes han estado huyendo de Sudán desde el 15 de abril (de hecho, si la ayuda disminuye o sigue siendo insuficiente, cabe la posibilidad de que estas personas no puedan permanecer en los países vecinos).

Asimismo, insto al Banco Mundial y a otras instituciones financieras a fortalecer el apoyo internacional mediante instrumentos especiales que beneficien a las personas refugiadas y a las comunidades de acogida.

Faltan pocos días para que empiece la temporada de lluvias, lo cual acentuará el sufrimiento de cientos de miles de personas que han huido de Sudán; además, el alcance de nuestra logística será limitado en zonas rurales o de difícil acceso (por ejemplo, en la República Centroafricana o al este de Chad). Yo mismo presencié la dura situación que enfrentan las personas que han llegado a Egipto tras haber huido de Sudán: llegan deshidratadas y exhaustas; además, muchas de ellas requieren atención médica urgente. Son inmensas las necesidades de los refugiados, y todas ellas irán aumentando. Lo mismo ocurrirá con las comunidades de acogida, un hecho que pude constatar en Egipto.

El Plan de Respuesta para Refugiados apenas ha recibido el 15% de los fondos necesarios. Esta insuficiencia es preocupante y tiene consecuencias palpables en la vida de las personas. Apreciables asistentes, da la casualidad de que mañana es el Día Mundial del Refugiado, así que les invito a hacer generosas donaciones urgentemente. Son muchas las vidas que dependen de ello.

Muchas gracias.