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16 Días de Activismo: Las víctimas olvidadas del conflicto en la RDC

Historias

16 Días de Activismo: Las víctimas olvidadas del conflicto en la RDC

Thousands of women are raped every year in eastern Democratic Republic of the Congo. Much needs to be done to help them and change mindsets about sexual violence. [for translation]
26 November 2009
A group of displaced women making handicrafts in eastern Congo. Displaced females are at risk of sexual violence in the region. [for translation]

GOMA, República Democrática del Congo, 26 de noviembre (ACNUR) – Kahindo, una viuda de 28 años, tiene la suerte de haber sobrevivido tras haber sido atacada y sufrir abusos por parte de hombre armados cuando huía de su pueblo en la República Democrática del Congo (RDC), un país con uno de los mayores índices de violaciones en todo el mundo.

Esta joven y sus seis hijos se encontraron con un grupo de hombres no muy lejos de su pueblo en la inestable provincia de Kivu Norte, situada en el este de la RDC. "Mi primera reacción fue de alivio, porque pensaba que ya no tendríamos que huir", recuerda Kahindo. "Estaba equivocada".

Fue separada de sus hijos y entonces "seis hombres armados me desnudaron por completo. Empezaron a violarme uno tras otro hasta que perdí el conocimiento", cuenta emocionada Kahindo a ACNUR cerca de Goma, la capital de Kivu Norte. "Me dejaron por muerta".

Hoy, cinco años después, esta mujer desplazada a la fuerza de vez en cuando siente que preferiría haber muerto. Entre sollozos, cuenta el terrible precio que tuvo que pagar. "Los análisis médicos muestran que contraje el SIDA", explica, mientras añade:" El impacto de la violación no es justo, ni tampoco lo es el estigma al que me enfrento".

La viuda cree que "fui violada como castigo a lo que soy. Esos hombres querían degradarme e insultar a mi familia, mi dignidad, mi cultura y todo lo que represento".

Su historia es atroz, y de ningún modo es un hecho aislado. De acuerdo con las cifras de la ONU, casi 3.500 mujeres fueron violadas por soldados, milicianos y civiles durante los primeros seis meses de este año en el este de la RDC, frente a las 4.800 durante todo el año 2008. Se cree que las cifras reales son aún mayores, ya que muchas víctimas no lo denuncian. Durante una visita a Kivu Norte el pasado mes de agosto, la Secretaria de Estado de los EE.UU, Hillary Clinton, definió la violencia sexual generalizada contra las mujeres en esta región azotada por el conflicto como "un crimen contra la humanidad".

Los desplazados forzados son especialmente vulnerables en una zona donde cientos de miles de ellos viven en el seno de familias de acogida o en campos gestionados por ACNUR, a pesar del fin oficial de la guerra en la RDC en 2003. Los civiles viven bajo la constante amenaza de hombres armados que saquean, violan, incendian casas y confiscan las raciones de alimentos.

Estas mujeres son beneficiarias prioritarias de las acciones llevadas a cabo por ACNUR y de sus socios ejecutores en la zona, tales como Women for Women International (WWI) y Search for Common Ground, durante los 16 días de Activismo para Eliminar la Violencia Contra las Mujeres, una campaña internacional anual que comenzó el miércoles.

WWI desarrolla un proyecto en la RDC para ayudar a las víctimas a reiniciar sus vidas rotas. "Estamos cambiando las vidas de las supervivientes de violaciones", dice Jose Rugamba, una psicóloga de WWI que trabaja en Goma. "Pero no podemos decir que el fenómeno haya disminuido", añade.

Lena Slachmuijlder, directora de la organización Search for Common Ground, ha indicado que los años de guerra habían radicalizado las actitudes hacia las mujeres, lo que estaba obstaculizando los intentos de combatir la violencia sexual en la RDC. "Por eso el azote de la violencia sexual basada en el género no se reducirá ni desaparecerá a corto plazo".

La mayor parte de las mujeres sostienen que la ausencia de medidas para encarcelar o castigar a los delincuentes declarados culpables ha llevado a una cultura de impunidad y una creciente misoginia. "Generalmente la pena para las personas declaradas culpables es de 20 años de prisión, pero aquí en Congo, un violador puede ser liberado tras pagar el equivalente a 3 dólares a un guardia de prisiones", denuncia una mujer.

La violencia sexual también puede tener un efecto devastador sobre las relaciones familiares. Las supervivientes de violaciones a menudo son rechazadas por los miembros de su familia y de su comunidad, quienes no se dan cuenta de los traumas físicos y psicológicos que acarrea una violación. El cambio de actitudes llevará un largo tiempo.

"La mejor estrategia para ganar esta guerra evitar que se produzcan las violaciones", dice Kart Steinacker, coordinador de operaciones de ACNUR en el este de la RDC. Será una tarea difícil, que deberá hacer frente a la inmunidad y ayudar a poner en marcha una sensibilización.

En el marco del programa financiado por ACNUR, Search for Common Ground, se está tratando de conseguir esto último. La organización no gubernamental con sede en Estados Unidos se ha desplazado por ciudades y pueblos de las provincias del este y sur proyectando películas y videos relativos a la violencia sexual y ed género.

Lena Slachmuijlder ha destacado el impacto del cine itinerante, ya que los argumentos de las películas se basan en personas muy reales. Al permitir que las víctimas de violencia sexual hagan oír su voz, señala Slachmuijlder, "estamos creando espacio para la interacción y el debate sobre temas que la gente considera tabú, pero que deberían ser discutidos de manera abierta para desmitificarlos".

En colaboración con otras agencias, ACNUR también asiste a las víctimas de violación a través de la ayuda psicológica, tratamiento médico, proyectos de micro-finanzas y actividades de reintegración.

Por David Nthengwe en Goma, República Democrática del Congo.