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Las necesidades de los refugiados sudaneses en Egipto superan la capacidad de asistencia

Historias

Las necesidades de los refugiados sudaneses en Egipto superan la capacidad de asistencia

Con más de 317.000 personas refugiadas a causa del conflicto en Sudán enfrentándose a crecientes niveles de penuria en Egipto, la escasez de fondos está obstaculizando los esfuerzos de ACNUR y sus socios para brindar ayuda.
30 October 2023
Un niño sentado en un sofá entre su abuelo y su madre en su apartamento.

Siraj (al centro), refugiado sudanés, sentado entre su abuelo Abdallah y su madre Shireen en su apartamento a las afueras de El Cairo.

Cerca del pequeño apartamento en las afueras de El Cairo donde Siraj, de 12 años, vive ahora con su madre, Shireen, y su abuelo, Abdallah, escucha regularmente a niños sudaneses de su edad dirigirse ruidosamente hacia y desde la escuela local de la comunidad sudanesa.

Aunque más de 30.000 niñas y niños refugiados sudaneses asisten actualmente a escuelas públicas y privadas en Egipto, para Siraj la educación sigue estando fuera de su alcance. Shireen no puede permitirse pagar las tasas de la escuela comunitaria local y teme dejar que su hijo viaje solo a escuelas públicas lejanas, por lo que actualmente no tiene opciones para ayudar a que su hijo siga aprendiendo.

“Si Siraj no tiene ambiciones ni educación, no tiene vida ni futuro”, señala Shireen desesperada.

A pesar de haber encontrado seguridad, adaptarse a sus nuevas vidas como refugiados en Egipto es una lucha diaria. Su padre, de 79 años, padece diabetes y una enfermedad renal que requiere medicación y cuidados que no pueden permitirse.

Es un dilema similar para muchas de las 317.000 personas refugiadas de Sudán que han huido a Egipto desde el estallido del conflicto armado hace seis meses. Egipto es el segundo país que más refugiados ha recibido de Sudán. Muchos, como Shireen y su familia, han agotado sus ahorros para pagar el viaje. Egipto también sufre una alta inflación y un aumento del coste de la vida, por lo que los refugiados tienen dificultades para cubrir incluso sus necesidades más básicas.

Poco después de llegar a El Cairo, la familia se registró en ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y recibió un pago único de emergencia en efectivo para cubrir el alquiler y otros gastos. Pero con la constante necesidad de cubrir el alquiler, la comida y los gastos médicos, ese dinero hace tiempo que se agotó y no está claro cómo van a seguir manteniéndose.

ACNUR está trabajando con las autoridades y sus socios locales para ayudar a las personas recién llegadas de Sudán, pero con solo el 31 por ciento de sus necesidades globales de financiación para este año cubiertas hasta ahora, la brecha entre las necesidades globales y la asistencia disponible es cada vez mayor.

“Más de 317.000 refugiados de Sudán han llegado a Egipto en los últimos seis meses y más de 100.000 se han acercado a nuestras oficinas de registro en El Cairo y Alexandra”, explica la Representante del ACNUR en Egipto, Hanan Hamdan. “La mayoría de estas personas son mujeres, niñas y niños, y hogares encabezados por mujeres que requieren asistencia. Necesitamos urgentemente más fondos para poder continuar con nuestros programas de asistencia”.

Sueños en pausa

La situación de Shireen y su familia es muy distinta de la vida cómoda que conocían en Jartum. Shireen, licenciada en informática, trabajaba en el departamento de recursos humanos de una empresa de marketing, mientras que su padre, ingeniero de aviación jubilado, recibía una pensión fija. Complementaban sus ingresos alquilando propiedades. 

Ahora, los sueños de Siraj de graduarse y convertirse en piloto se han estancado, y a su abuelo le preocupa lo que pueda pasar si su propia salud falla.

“Me estoy acercando al final, [pero] mi único temor es que después de mi muerte sufran mi hija y mi nieto”, comenta. “Mi deseo es que tengan un futuro brillante”.

Mientras Shireen busca desesperadamente una respuesta a sus necesidades inmediatas, solo hay una solución a largo plazo que ansía. “Mi mensaje al mundo es que ayuden a detener la guerra, ayuden a Sudán y ayuden a los sudaneses a volver a casa”.