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Los repatriados construyen su propio pueblo en Sudán del Sur

Historias

Los repatriados construyen su propio pueblo en Sudán del Sur

Tras dos décadas en el exilio, 1.600 refugiados repatriados a Sudán del Sur no tenían ningún lugar al cual llamar hogar.
11 December 2012
Sultana Julia, una líder comunitaria, ayuda a las personas que han vuelto a Sudán del Sur a construir un nuevo pueblo para ellos.

KUDA, Sudán del Sur, 11 de diciembre (ACNUR) – Tras dos décadas en el exilio, 1.600 personas especialmente vulnerables vuelven a un Sudán del Sur independiente donde no tenían ningún lugar que pudieran considerar su hogar. La solución ha sido ayudarles a construir su propio pueblo.

"Os gustará esto, está bien", afirmaba Sultana Julia, dando la bienvenida a tres autobuses llenos de gente que acababa de llegar y que estaba dando vueltas al nuevo pueblo para repatriados de Kuda. Ella es una de los tres lideres de la comunidad elegidos entre los repatriados a los que se les ha dado la oportunidad de reconstruir sus vidas en un nuevo pueblo después de 20 a ños de exilio en Khartoum y meses de incertidumbre en un centro de tránsito temporal establecido por la UNHCR y la Organización Internacional para las Migraciones cerca de la capital de Sudán del Sur, Juba.

En menos de una semana, el pueblo tenía ya un aire de normalidad. Los niños jugaban, la colada se estaba secando en los tendederos y las primeras pequeñas tiendas habían aparecido ofreciendo detergente para lavar, bolsitas de té e incluso algún aperitivo recién frito.

En una operación de una semana, el ACNUR y otras organizaciones socias reubicaron al grupo desde el centro de tránsito a su nuevo hogar, 35 kilómetros al norte de Juba. El terreno para el pueblo y el cultivo fue aportado por el gobierno y por una comunidad anfitriona que les dio la bienvenida.

El grupo era una parte de las 12.000 personas que fueron trasladadas por aire el mes de mayo pasado de Khartoum a Juba donde, sin ninguna otra familia en Sudán del Sur u otro lugar donde ir, quedaron varados. El grupo es étnicamente diverso y compuesto principalmente por mujeres, niños y ancianos; muchos de ellos, enfermos. Las mujeres lideraron las familias y Julia, muy respetada, se convirtió en una de las pocas líderes comunitarias femeninas en el Sur del Sudán.

Personas sonrientes que llegaban en autobuses eran saludados por amigos y familiares que habían llegado antes. Descargaron sus escasas pertenencias de los camiones que acompañaban a los convoyes y se trasladaron a edificios alargados que albergaban varias familias mientras ellos mismos construían las casas individuales que constituirían su nuevo pueblo.

Entre los recién llegados, se encontraba una señora mayor en una silla de ruedas. Sus vecinos la llevaron a la habitación que tenía asignada y transportaron su pequeña maleta. La señora apenas podía hablar pero asintió alegremente y una amplia y desdentada sonrisa iluminó su cara.

El ACNUR y sus socios excavaron un sistema de desagüe, construyeron pozos y pequeños depósitos de agua; el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) construyó letrinas. Cada persona recibió tres meses de ración alimenticia procedente del Programa Mundial de Alimentos, asegurando que los repatriados construyeran su pueblo, empezaran a cultivar y se aseguraran un sustento sostenible.

Un nuevo hospital y una escuela beneficiarán tanto a los repatriados como a la comunidad de acogida. Algunos niños de ambas comunidades no han ido nunca a la escuela, pero esto va a cambiar. "Hay algunos profesores cualificados en nuestro grupo. Pueden educar a nuestros niños y a los de la comunidad local", afirmó Julia.

Los jóvenes de la localidad, a cambio, han empezado a enseñar a sus nuevos vecinos cómo pescar en los ríos y estanques de los alrededores de Kuda. La pesca es abundante y el periodo de aprendizaje corto; algunos niños recién llegados intentaban vender su pesca al personal del ACNUR.

"Para nuestro personal, es un momento de felicidad", afirmó Mireille Girard, representante del ACNUR en Sudán del Sur. "Al mismo tiempo que estamos preparándonos para un nuevo flujo de refugiados y tememos nuevos desplazamientos internos en Sudán del Sur, aquí tenemos personas que son capaces de superar esta situación. Estamos contentos de poder ofrecerles la oportunidad de empezar una nueva vida".

Por Melita H. Sunjic en Kuda, Sudán del Sur

Gracias al voluntaria de UNV Online Fernando Daudén por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.