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Mujeres refugiadas sirias se empoderan a través de una obra griega

Historias

Mujeres refugiadas sirias se empoderan a través de una obra griega

Un taller de teatro en Beirut abrió un lugar seguro para que 35 mujeres sirias puedan reflexionar sobre sus experiencias y desarrollen su autoconfianza.
21 November 2018
Una mujer refugiada siria participando en el taller de teatro para presentar la obra Antígona en Beirut, Líbano en 2014.

Antes del taller, las 35 mujeres refugiadas sirias que decidieron unirse al entrenamiento de teatro en Beirut nunca habían oído hablar de Antígona. Tres meses más tarde, cuando subieron al escenario para interpretar la clásica obra griega, el guion las llevó a través de toda una transformación personal.

"Lo más importante fue las risas y la confianza", dice Hal Scardino, el actor que organizó el taller de Beirut a través de su fundación Open Art. “Queríamos que disfrutaran el momento. Era importante para ellas tener algo que anhelar cuando vinieran".

En el otoño de 2014, las mujeres sirias se reunirían de lunes a sábado, de 10 am a 2 pm, para ensayar Antígona, y realizar ejercicios de confianza y autoexpresión y reflexionar sobre cómo se relacionaba el guion con sus experiencias personales. Durante ese tiempo, los organizadores pusieron a su disposición un área de cuidado infantil para garantizar que pudieran enfocarse en sí mismas.

"Realmente se empoderaron".

Con un ejercicio de actuación a la vez, las mujeres construyeron una comunidad donde se sentían seguras y eso las ayudó a procesar sus propias experiencias y traumas causados ​​por la guerra en Siria.

El taller también fue un esfuerzo emocionante que rompió con su rutina y construyó su autoconfianza. La mayoría de las mujeres nunca habían salido de los campamentos de refugiados o asentamientos donde habían vivido. Algunas de ellas no las dejaban salir a la calle sin cubrirse la cara.

"Realmente no hicimos mucho", insiste Scardino. “Les dimos un guion, les dimos un espacio para explorar los temas y les permitimos hablar sobre ellos. Realmente se empoderaron".

Mona, una de las protagonistas del documental We Are Not Princesses, durante el taller de teatro en Beirut, Líbano, en 2014.

Scardino también coprodujo el documental We Are Not Princesses, que captura el viaje de Mona, Wala’a, Fadwa, Hiba y otras mujeres desde Siria hasta el escenario libanés a través de sus experiencias en el taller de teatro. El ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, recientemente copatrocinó una proyección de la película en la ciudad de Nueva York.

"Lo que es tan poderoso de este documental es que cuenta las historias personales", dijo Joung-ah Ghedini-Williams, jefa del Departamento de Comunicación Global de ACNUR en Nueva York. "Estamos saturados con grandes números: el hecho de que hay 68.5 millones de personas que se ven obligadas a huir, es algo con lo que es difícil lidiar". Pero cada personas refugiada tiene su propia historia".

"Nuestras pérdidas han sido tan grandes que tenemos que luchar por lo que queda".

En el documental, las mujeres sirias analizan los personajes de Antígona durante el almuerzo o el café y discuten con quién se identifica más. Algunas se sienten identificadas con la protagonista, Antígona, y su impulso para darle a su hermano muerto un entierro adecuado. Otras se ven a sí mismas como matriarcas deben velar por que se cumplan las reglas, como el rey Creonte.

Para todos ellos, el taller abrió un espacio para discutir sobre el abuso y la discriminación, sobre su deseo de caminar libremente en la calle, tener un trabajo o componer música rap. "Nuestras pérdidas han sido tan grandes que tenemos que luchar por lo que queda", dijo una de las mujeres en el documental.

Los recuerdos de las experiencias de las mujeres en Siria, ilustradas por las animaciones en la película, establecen paralelismos sorprendentemente oportunos con la obra griega, escrita hace más de 2.000 años.

Los refugiados suelen estar ansiosos por compartir sus propias historias, dijo Ghedini-Williams. Poder contar su propia historia con sus propias palabras, en lugar de que otras personas la cuenten por usted, tiene un poder restaurador.

"Es increíblemente poderoso ver a las mujeres haciendo eso por ellas mismas – no como madres, esposas, hijas, sino como su propio yo soberano", agregó.

We Are Not Princesses ahora se encuentra de gira por festivales de todo el mundo. Los productores esperan proyectar el documental en los campamentos de refugiados y las comunidades urbanas donde viven las personas refugiadas.