Cerrar sites icon close
Search form

Search for the country site.

Country profile

Country website

Una estudiante regresa a Somalia con el sueño de convertirse en médico

Historias

Una estudiante regresa a Somalia con el sueño de convertirse en médico

Student returns to Somalia with dream of becoming a doctor. [for translation]
3 September 2015
Rahma y su hermana Kadra de 8 años, antes de embarcarse en su viaje de regreso en agosto de 2015.

CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE DADAAB, Kenia, 3 de septiembre de 2015 (ACNUR) – Hace seis años, cuando Rahma, llegó por primera vez a Kenia como refugiada, era analfabeta. Ahora, con 19 años, ha vuelto a su país con el propósito de ser médico.

El mes pasado, Rahma se encontraba a bordo de uno de los dos vuelos de repatriación que llevaban 116 refugiados retornados desde Kenia a Somalia – el tramo final de lo que ha sido un viaje que ha cambiado sus vidas.

Rahma regresó con su familia no sólo llena de esperanza, sino también decidida a proseguir con sus estudios.

"Estoy muy contenta porque cuando llegué a Dadaab no sabía leer ni escribir", dijo. "Ahora puedo comunicarme bien". Ella no sólo lee, escribe y habla inglés con fluidez, también tiene planes de convertirse en médico.

"He estudiado mucho biología porque quiero ser médico", dice. "Ahora, estoy leyendo un libro de un médico sudafricano. Quiero leer, leer, leer y seguir con mis estudios. Voy a trabajar duro, y entonces, si Dios lo permite, tendré éxito en mi vida".

Ella tiene la intención de terminar sus estudios secundarios en Mogadiscio y después conseguir una beca para estudiar en una universidad de medicina.

El viaje de Rahma como refugiada comenzó en diciembre de 2009, cuando tenía 13 años. Obligados a huir del conflicto en Somalia, llegó a Dadaab y se instaló en el campamento de Hagadera, el más grande y uno de los más antiguos en el complejo de Dadaab, el más grande del mundo.

Para muchos refugiados en Dadaab, la paz y la educación – a menudo las primeras víctimas de los conflictos – son los aspectos más valiosos de la vida como refugiado en un campamento. Juntos, cambian la vida y pueden compensar en parte la tristeza del exilio.

Los padres y estudiantes, por igual, a menudo se refieren a la educación como una forma de mejorar su propio futuro y contribuir al desarrollo de su país.

El talento de Rahma es evidente, así como su entusiasmo y amor por la educación.

"Algunos de los refugiados consiguieron becas y se han ido a Canadá", contó a ACNUR antes de embarcar en el vuelo a casa. "Kenia nos ha ofrecido becas en sus universidades. Los somalíes siempre dicen, 'Dios bendiga a Kenia', y también, a los organismos de ayuda humanitaria que nos proporcionan ayuda".

Más de la mitad de la población de refugiados en Dadaab son niños en edad escolar, pero sólo el 60% de ellos están matriculados en la escuela.

La hermana menor de Rahma nunca fue a la escuela porque se casó, pero Rahma optó por estudiar y sus padres respetaron su elección. Su confianza en sus habilidades y el apoyo a la educación jugaron un papel fundamental en su éxito. Con lo poco que podían permitirse como refugiados, pagaron los libros de Rahma y las clases extra durante sus vacaciones.

"Ir a la escuela era sólo un repaso para mí, yo sólo escuchaba la explicación del profesor porque ya me lo había aprendido en las clases durante las vacaciones y por eso siempre he aprobado con éxito los exámenes", dijo.

"Mis padres no me han defraudado . . . Ellos me han dado todo lo que necesitaba para mis estudios".

A pesar de su entusiasmo por regresar a su tierra natal, Rahma dijo que iba a echar de menos Dadaab.

"Lo primero que voy a extrañar son las numerosas oportunidades", dice. "No es sólo la educación, también he aprendido otras habilidades, como la henna, corte y confección e informática. También quería aprender a conducir, pero no pude. No importa – incluso en Somalia aprenderé a conducir".

Rahma está agradecida por el apoyo que tanto ella como su familia han recibido del Gobierno de Kenia y de ACNUR mientras se encontraban en los campamentos. Sabe que la vida en Somalia sigue siendo un difícil, pero mantiene la esperanza en el futuro.

"ACNUR nos ha proporcionado todo – la comida, la educación, la seguridad, la iluminación, libros y artículos de papelería".

ACNUR está apoyando las repatriaciones voluntarias de los refugiados somalíes de Kenia.

Esta ayuda incluye un paquete de apoyo económico y en especie para asegurar un regreso seguro y digno, así como el apoyo a largo plazo para ayudar a los retornados a reintegrarse en las áreas de las que alguna vez huyeron.

Hasta el momento, un total de 3.820 refugiados somalíes han regresado a su país desde el 8 de diciembre de 2014, cuando ACNUR comenzó a apoyar el retorno voluntario de los refugiados somalíes en Kenia.

Dadaab acoge actualmente a 350.000 refugiados en cinco campamentos. El 95% de ellos son de Somalia.

Por Assadullah Nasrullah, en Kenia.

Gracias a la Voluntaria en Línea Gema Atencia Ruiz por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.